Estará
presidido por un Prefecto que será ayudado de un Secretario que podrá ser un
laico, y por 3 Subsecretarios laicos
En un
importante paso hacia la reforma de la Curia querida por el Papa Francisco, la Santa
Sede ha comunicado hoy la aprobación ad experimentum del
nuevo dicasterio sobre laicos, familia y vida que iniciará
su función el próximo 1 de septiembre de 2016.
El nuevo
dicasterio absorberá por tanto a los actuales Pontificio Consejo para los
Laicos y el Pontificio Consejo para la Familia, que dejarán de funcionar a
partir de esa fecha.
“Hoy, 4 de
junio de 2016, el Santo Padre Francisco, a propuesta del Consejo de Cardenales,
ha aprobado ad experimentum el Estatuto del nuevo Discasterio
para los Laicos, la familia y la vida en la cual confluirán, desde el 1 de
septiembre de 2016, los actuales Pontificio Consejos para los Laicos y
Pontificio Consejo para la Familia”.
“En esa fecha,
ambos dicasterios cesarán de sus funciones y serán suprimidos”, explica el
comunicado.
En el Estatuto
que regirá al nuevo organismo de la Santa Sede se establece que “el discasterio
es competente en esas materias que son de pertenencia de la Sede Apostólica
para la promoción de la vida, y del apostolado de los fieles laicos, para el
cuidado pastoral de la familia y de su misión, según el diseño de Dios y para
la tutela y la ayuda de la vida humana”.
Otra de las
características será que estará presidido por un Prefecto que será ayudado de
un Secretario que podrá ser un laico, y por 3 Subsecretarios laicos. A su vez
podrán trabajar varios empleados clérigos o laicos elegidos en su mayoría de
diversas regiones del mundo.
El dicasterio
estará dividido en las secciones Laicos, Familia y Vida presidida cada una por
un Sub Secretario y estará formado por miembros laicos, hombres y mujeres,
célibes y casados que respeten el carácter universal de la Iglesia.
También tendrá
sus propios consultores, siguiendo así las normas establecidas ya para toda la
Curia Romana.
Laicos
Respecto a esta
sección, el estatuto establece que el dicasterio debe “animar la promoción de
la vocación y de la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo, como
solteros, cónyuges o no, y miembros pertenecientes a asociaciones, movimientos,
comunidades”.
Además, deberá
“favorecer en los fieles laicos la conciencia de la corresponsabilidad, en
fuerza del Bautismo, para la vida y la misión de la Iglesia, según los diversos
carismas recibidos para la edificación común, con una particular atención a la
peculiar misión de los fieles laicos de animar y perfeccionar el orden de la
realidad temporal”.
Deberá
“promover también la participación de los fieles laicos en la instrucción de
las catequesis, en la vida litúrgica y sacramental, en la acción
misionera, en las obras de misericordia, de caridad y de promoción humana y
social”.
Como ya hacía
el Pontificio Consejo para los Laicos, la nueva sección “erige las asociaciones
de fieles y los movimientos laicales que tienen un carácter internacional y
aprobará o reconocerá los estatutos”.
Familia
“Promueve el
cuidado pastoral de la familia a la luz del magisterio pontificio, en la tutela
de la dignidad y el bien basados en el sacramento del matrimonio, en
favorecer los derechos y las responsabilidades en la Iglesia y en la sociedad
civil para que las instituciones familiares puedan asumir mejor las propias
funciones tanto en el ámbito eclesial como en el social”.
También deberá
“discernir los signos de los tiempos para valorizar las oportunidades, a favor
de la familia con confianza y sabiduría evangélica ante los desafíos que tenga
y aplicar en el hoy de la sociedad y de la historia el diseño de Dios sobre el
matrimonio y la familia”.
Entre sus
labores estará el de “profundizar en la doctrina sobre la familia y su
divulgación mediante adecuadas catequesis” así como “favorecer en particular
los estudios sobre la espiritualidad del matrimonio y de la familia”.
También
“ofrecer líneas directivas para programas formativos para los novios que se
preparan al matrimonio y para las parejas jóvenes”.
Además, tendrá
una estrecha relación con el Pontificio Instituto Juan Pablo II para
estudios sobre Matrimonio y Familia, una de las instituciones de la Santa Sede
más importantes en este ámbito.
Vida
Esta sección
tendrá el deber de coordinar “iniciativas a favor de la procreación
responsable, así como para la tutela de la vida humana desde su concepción
hasta su fin natural, teniendo presentes las necesidades de la persona en sus
diversas fases evolutivas”.
Deberá
“promover y animar a las organizaciones y asociaciones que ayudan a la mujer y
a la familia a acoger y custodiar el don de la vida, especialmente en el caso
de embarazos difíciles, y prevenir que se recurra al aborto”.
Sobre esto
último, también deberá “apoyar programas e iniciativas dirigidos a ayudar a las
mujeres que hayan abortado”.
Esta sección
estará en permanente y estrecha relación con la Pontificia Academia para la
Vida de la Santa Sede.
Fuente: ACI
Prensa