El
primer sábado de este mes de junio, el enlosado de la Catedral fue el escenario
de un evento nuevo y original, cuando un total de 17 carpas transformaron el
perfil de su perímetro acogiendo a otras tantas asociaciones, movimientos y
organismos de seglares, protagonistas de la vida diaria de la Iglesia segoviana
y que quisieron mostrarse ante la ciudad en la que desarrollan su trabajo
callado y su labor misionera.
No
podemos nombrar aquí a todos, pero junto a movimientos veteranos y consolidados
como Vida Ascendente o Adoración Nocturna, pudimos compartir momentos de
encuentro con otros de trayectoria más corta en nuestra diócesis, como los Focolares
o Red Madre. Y no podemos olvidar a los coros de la Hermandad de Nuestra Señora
del Rocío de Segovia y del Colegio de los Hermanos Maristas, que amenizaron la
tarde con su música.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE LA JORNADA
El
acto tuvo un invitado especial, esperado por todos, pero cuyo protagonismo
llegó a ser sofocante sobre todo a primera hora de la tarde: el calor. Ese
calor que, pese a caer a plomo, no impidió que la mayoría de los movimientos
pudieran dar testimonio, cada uno con su estilo, de su labor evangelizadora ante
el resto de compañeros y cuantas personas quisieron pasarse por el recinto
abierto que, al final de la tarde, logró reunir a más de 300 personas.
¿Qué
valoración podemos hacer de esta primera experiencia? Pues creemos que se
lograron cumplidamente los objetivos perseguidos: reunir a la mayoría de las realidades
del apostolado seglar en una jornada festiva que no fuera simplemente interna,
sino abierta a todos haciendo visible una Iglesia en salida que es capaz de
llevar la palabra del Señor de maneras diversas al hombre de hoy. La Iglesia, a
través de los laicos en este caso, ha de hacerse presente en las plazas
públicas ofreciendo lo que tiene, comunicando su mensaje, que es mensaje de
servicio, compromiso y salvación. Ni más ni menos que el Evangelio.
También
hubo errores e imprevistos que hemos de corregir para otras ediciones.
Cierto
es que no todos los movimientos dispusieron de las mismas oportunidades para
dar sus testimonios y que el tiempo se hizo escaso para que todos pudieran
intervenir con mayor libertad. Pero la experiencia y buen sabor de boca que nos
ha dejado esta primera jornada hará que una segunda edición sea incluso mejor que
la primera allá por el final de la primavera de 2.020.
Vicaría de Pastoral y Delegación
de Apostolado Seglar de la Diócesis de Segovia