La carta que escribiría a los que lo degollaron ayer
mientras celebraba misa en una iglesia de Francia
La funesta mano del ISIS está detrás de la degollación
del sacerdote Jacques Hamel ocurrida este martes en la iglesia francesa de
Saint Etienne du Rouvray que lleva el nombre de san Esteban, el primer mártir
de la cristiandad.
“Voy a trabajar hasta mi último aliento”, le había
dicho recientemente a un compañero sacerdote que le animaba a retirarse dada su
avanzada edad. De hecho, el padre Jacques Hamed hizo su trabajo hasta que tomó
su último aliento justo antes de que un extremista le cortara la garganta en medio
de la misa.
Horas después del ataque, el presidente francés,
Francois Hollande, confirmó que el ISIS ha reivindicado el atentado. Se trata
del primer ataque de ese grupo armado a una iglesia en Europa.
Así, el padre Hamel es el primer sacerdote “mártir” en
el Viejo Continente en los tiempos del terror fundamentalista de Daesh.
14 agentes de pastoral ha sido asesinados en 2016,
según informó el blog de información vaticanailsismografo.it.
7 sacerdotes, 5 religiosos y 2 agentes de Caritas
fueron eliminados en (6)Asia, (3) América, (4) África y en (1) Europa, con el
atentado de este martes. La suma macabra la engorda el anciano padre Hamel.
El papa Francisco está consternado “por esta violencia
horrible” y que ha “ocurrido en una iglesia, un lugar sagrado en la que se
anuncia el amor de Dios, por el brutal asesinato de un sacerdote“, anunció el
portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Era un sacerdote de 84 años, auxiliar de la parroquia
y que hace apenas ocho años había festejado sus bodas de oro sacerdotales.
Un cura no se jubila nunca. Pero el padre Hamel
llevaba varios años buscando mayor tranquilidad y por ello solicitó instalarse
en la parroquia de Saint Etienne du Rouvray, una localidad rural de Normandía,
al norte de Francia.
En este periodo de la Jornada Mundial de la Juventud
(26-31 de julio), el párroco oficial Auguste Moanda-Phuati acompañaba a los
jóvenes de la parroquia a Polonia, así que padre Hamel estaba allí para
mantener viva la liturgia y las actividades.
Como “un buen sacerdote que siempre estaba sirviendo a
la gente, en toda su vida” lo calificó un amigo, el padre Moanda-Phuati, y
describió su vida como “cálida, sencillo y modesta”.
Otro sacerdote cercano, Aime Remi Mputu Amba, recuerda
que allá donde el padre Hamel entrara en una habitación para una reunión
“siempre era un rayo de sol”.
En una carta a los fieles de la parroquia, el pasado
mes de junio, el padre Hamel escribió: “Que podamos escuchar en estos momentos
la invitación de Dios a cuidar este mundo para hacerlo, allá donde vivamos, más
cálido, más humano, más fraterno”.
El presidente del Instituto Regional de la Fe
Musulmana de Normandía, Mohammed Karabila, que tenía contacto con él en el
marco del diálogo interreligioso de la zona, describió al padre Hamel como “un
hombre de paz y de fe, con un cierto carisma, una persona que dedicó su vida a
sus ideas y a la religión”. “Sacrificó su vida por los demás”, añadió.
El arzobispo de Ruán, Dominique Lebrun, en un comunicadoinformó
que abandonaba la JMJ de Cracovia para volver a su diócesis de Rouen tras el
asesinato del sacerdote.
“Esta noche estaré en mi diócesis, con las familias y
la comunidad parroquial, que están en estado de shock”, escribió desde
Cracovia.
“La Iglesia católica no puede esgrimir unas armas
distintas a la oración y la fraternidad entre los hombres”, agregó el
arzobispo.
“Dejo aquí (en la JMJ de Cracovia) a cientos de
jóvenes que son el futuro de la humanidad. Yo les pido que no se rindan frente
a la violencia y se conviertan en apóstoles de la civilización del amor”,
concluyó Lebrun que también invitó a los no creyentes a sumarse al llanto por
esta tragedia.
La edición árabe de Aleteia, más acostumbrada a sufrir
de cerca la violencia de Estado Islámico, imaginó esta carta que el padre
Jacques Hamel escribe a sus asesinos desde el cielo:
Soy el padre Jacques Hamel, el sacerdote francés a
quien ustedes mataron hoy en su iglesia. Soy el sacerdote que seguía a Jesús
para vivir de su ejemplo.
Me mataron por su odio. Creen que soy un pecador “pero
yo les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen, para que sean
hijos de su Padre que está en el cielo. Amen a sus enemigos y oren por quienes
los persiguen, (45) para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él
hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e
injustos” (Mateo 5, 44-45).
Después de todo, ustedes no conocen a Dios en
absoluto, y el dios en cuyo nombre matan personas no es nuestro Dios y yo les
digo a ustedes y a todos los que odian: “Ustedes, por el contrario, amen
a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así
tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso
con los ingratos y malvados. Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.
No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen,
y se les perdonará. Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida
llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a
otros, se les medirá a ustedes”.
Ustedes me han hecho un regalo que trabajé mucho por
alcanzar, que es encontrarme con el Señor, mi Dios, rápidamente. Me han hecho
el favor de mi vida. Me han matado en el altar de mi Señor, en la iglesia y me
he convertido en mártir del Amor, diciendo: “¿Dónde, oh muerte, está tu
victoria? ¿Dónde, oh muerte, tu aguijón” (1 1 Corintios 15,55).
Yo descanso hoy eternamente, mientras ustedes
permanecen sufriendo. Rezo para que se arrepientan y les digo: “No se asombren
de esto; llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán mi
voz. Los que obraron el bien resucitarán para la vida, pero los que obraron el
mal irán a la condenación” (Juan 5, 28-29).
¿Están intentando matarnos, porque somos infieles? ¿No
somos todos hermanos y tenemos un solo Dios? Pero concuerdo con ustedes en que
nuestro Dios es distinto al suyo. “En verdad les digo: el que cree tiene vida
eterna” (Juan 6, 47).
Hoy recibí la Eucaristía y ¿saben lo que Dios dice
sobre su carne? “El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y
yo lo resucitaré el último día (Juan 6, 54). Estoy resucitado y contemplando el
rostro de Dios. Rezo por ustedes, para que se arrepientan y contemplen un día
el rostro de Dios no fuego.
Los que les han prometido a ustedes el cielo matando a
sus hermanos, les están llevando a la muerte. “Y esta es la promesa que Él nos
hizo: la vida eterna(1 Juan 2, 25). Yo viviré para siempre y les deseo que
conozcan esa vida y la eternidad es con Cristo y con nadie más.
A pesar de su odio y del hecho de que me mataran, yo
les amo.
ARY WALDIR RAMOS DÍAZ/ALETEIA TEAM
Fuente: Aleteia