San Carlos fundó 740 escuelas de catecismo con 3,000
catequistas y 40,000 alumnos. Fundó además 6 seminarios para formar sacerdotes
bien preparados
San Carlos Borromeo, un santo que tomó muy
en serio las palabras de Jesús; "Quien ahorra su vida, la pierde, pero el
que gasta su vida por Mí, la ganará".
Era de familia muy rica. Su hermano mayor,
a quien correspondía la mayor parte de la herencia, murió repentinamente al
caer de un caballo.
Él consideró la muerte de su hermano como
un aviso enviado por el cielo, para estar preparado porque el día menos pensado
llega Dios por medio de la muerte a pedirnos cuentas.
Renunció a sus riquezas y fue ordenado
sacerdote y más tarde Arzobispo de Milán. Aunque no faltan las acusaciones de
que su elección fue por nepostismo (era sobrino del Papa), sus enormes frutos
de santidad demuestran que fue una elección del Espíritu Santo.
Como obispo, su diócesis que reunía a los
pueblos de Lombardía, Venecia, Suiza, Piamonte y Liguria. Los atendía a todos.
Su escudo llevaba una sola palabra: "Humilitas", humildad. El,
siendo noble y riquísimo, vivía cerca del pueblo, privándose de lujos. Fue
llamado con razón "padre de los pobres"
Decía que un obispo demasiado cuidadoso de
su salud no consigue llegar a ser santo y que a todo sacerdote y a todo apóstol
deben sobrarle trabajos para hacer, en vez de tener tiempo de sobra para
perder.
Para con los necesitados era supremamente
comprensivo. Para con sus colaboradores era muy amigable y atento, pero
exigente. Y para consigo mismo era exigentísimo y severo.
Fue el primer secretario de Estado del
Vaticano (en el sentido moderno).
Fue blanco de un vil atentado, mientras
rezaba en su capilla, pero salió ileso, perdonando generosamente al agresor.
San Carlos fundó 740 escuelas de catecismo
con 3,000 catequistas y 40,000 alumnos. Fundó además 6 seminarios para formar
sacerdotes bien preparados, y redactó para esos institutos unos reglamentos tan
sabios, que muchos obispos los copiaron para organizar según ellos sus propios
seminarios.
Fue amigo de San Pío V, San Francisco de
Borja, San Felipe Neri, San Félix de Cantalicio y San Andrés Avelino y de
varios santos más.
Murió joven y pobre, habiendo enriquecido
enormemente a muchos con la gracia. ……murió diciendo: "Ya voy, Señor, ya
voy". En Milán casi nadie durmió esa noche, ante la tremenda noticia de
que su queridísimo Cardenal arzobispo, estaba agonizando.
Fuente: Corazones






