A Leandro le debemos no sólo la conversión del rey,
sino también el haber contribuido al resurgir de la vida cristiana por todos
los rincones de la Península
Leandro significa: hombre con fuerza de
león. (Le = león, Andro = fuerza).
San Leandro se ha hecho famoso porque fue
el que logró que se convirtieran al catolicismo las tribus de visigodos que
invadieron a España y el que logró que su rey se hiciera un fervoroso creyente.
Su madre era hija de Teodorico, rey de los
Ostrogodos, que invadieron a Italia. Tuvo tres hermanos santos. San Fulgencio,
obispo de Ecija. San Isidoro, que fue el sucesor de Leandro en el arzobispado
de Sevilla, y Santa Florentina.
Desde niño se distinguió Leandro por su
facilidad para hablar en público y por la enrome simpatía de su personalidad.
Siendo muy joven entró de monje a un convento de Sevilla y se dedicó a la
oración, al estudio ya la meditación.
Cuando murió el obispo de Sevilla, el
pueblo y los sacerdotes lo eligieron a él para que lo reemplazara. Desde
entonces Leandro se dedicó por completo a convertir a los arrianos, esos
herejes que negaban que Jesucristo es Dios. El rey de los visigodos,
Leovigildo, era arriano, pero San Leandro obtuvo que el hijo del rey, San
Hermenegildo, se hiciera católico. Esto disgustó enormemente al arriano
Leovigildo, el cual mandó matar a Hermenegildo. El joven heredero del trono
prefirió la muerte antes que renunciar a su verdadera religión y murió mártir.
La Iglesia lo ha declarado santo. La conversión de Hermenegildo fue un fruto de
las oraciones y de las enseñanzas de San Leandro.
Leandro fue enviado con una embajada o
delegación a Constantinopla y allá trabó amistad con San Gregorio Magno, que
era embajador del Sumo Pontífice. Desde entonces estos dos grandes santos y
sabios tuvieron una gran amistad que fue de mucho provecho para el uno y el
otro. Se escribían, se consultaban y se aconsejaban frecuentemente. Y se
cumplió lo que dice la Sagrada Escritura: "Encontrar un buen amigo, es
mejor que encontrar un tesoro".
El rey desterró al obispo Leandro por
haber convertido a Hermenegildo al catolicismo. Y el santo aprovechó el
destierro para escribir dos libros contra el arrianismo, probando que
Jesucristo sí es verdadero Dios y que los herejes que dicen que Cristo no es
Dios, están totalmente equivocados.
El rey Leovigildo estando moribundo se dio
cuenta de la injusticia que había hecho al desterrar a Leandro y lo mandó
volver de España y antes de morir le recomendó que se encargara de la educación
de su hijo y nuevo rey de España, Recaredo. Y esto fue algo providencial,
porque el santo obispo se dedicó a instruir sumamente bien en la religión a
Recaredo y lo hizo un gran católico. Y luego San Leandro demostró tal sabiduría
en sus discusiones con los jefes arrianos que logró convertirlos al
catolicismo. Y así toda España se hizo católica: El rey Recaredo , sus
ministros y gobernadores y los jefes de los arrianos. El que más alegría sintió
por esto fue el Sumo Pontífice San Gregorio Magno, el cual envió a San Leandro
una carta de felicitación y lo nombró Arzobispo.
San Leandro reunió a todos los obispos de
España en un Concilio en Toledo y allí dictaron leyes sumamente sabias para
obtener la santificación de los sacerdotes, y el buen comportamiento de los
fieles católicos. Para recordarle a la gente que Jesucristo es Dios como el
Padre y el Espíritu Santo, mandó este buen arzobispo que en la Santa Misa se
recitara el Credo que ahora se dice en las Misas de los domingos (costumbre que
después siguió la Iglesia católica en todo el mundo).
Dios, a las personas que quiere hacer
llegar a mayor santidad las hace sufrir más, para que ganen más premios en el
cielo. San Leandro sufrió de muchas enfermedades con gran paciencia. Y uno de
los males que más lo atormentó fue la gota, en las piernas (o inflamación
dolorosa de las articulaciones por cristalización del ácido úrico). El Papa San
Gregorio, que también sufría de ese mismo mal, le escribió diciéndole:
"Dichosa enfermedad que nos hace ganar méritos para el cielo y al
obligarnos a estar quietos nos brinda la ocasión de dedicarnos más al estudio y
a la oración".
San Leandro murió en el año 596 y España
lo ha considerado siempre como un gran benefactor y como Doctor de la Iglesia.
Fuente: Ewtn






