Ley Moral es el conjunto de preceptos que Dios ha promulgado para que, con
su cumplimiento, la criatura racional alcance su fin último sobrenatural
El hombre es el único entre todos los seres animados
que puede gloriarse de haber sido digno de recibir de Dios una ley.
“Animal dotado de razón, capaz de comprender y
discernir, regular su conducta disponiendo de su libertad y de su razón, en la
sumisión al que le ha entregado todo” (Tertuliano, Marc 2, 4).
a) La ley moral no aparece en el mundo físico
inanimado, pues está completamente sometido a la necesidad física y en él no
hay libertad.
b) La ley moral tampoco se encuentra en el mundo
animal irracional, por que los animales no son ni buenos ni malos: actúan
naturalmente por instintos.
c) La ley moral se descubre solamente en la criatura
racional, al contemplarla dotada de inteligencia y voluntad libre. Por la ley
moral sabe que no todo lo que se puede físicamente hacer, se debe hacer.
La ley moral tiene en Cristo su plenitud y su unidad,
ya que Jesucristo es en persona el camino de la salvación.
Además, Jesucristo es el fin de toda ley, porque Él es
a quien la cumple la justicia de Dios, la gracia y la bienaventuranza.
Las expresiones de la ley moral son diversas, y todas
están coordinadas entre sí:
a) Ley eterna, fuente en Dios de todas las leyes.
b) Ley natural.
c) Ley revelada o divino-positiva.
d) Leyes humanas (civiles y eclesiásticas).
Antes de estudiar cada una de las expresiones de la
ley moral, trataremos brevemente de conceptos generales sobre la ley.
2 DEFINICIÓN Y DIVISIÓN DE LA LEY
La ley, dice Santo Tomás de Aquino (S. Th. I-II, q.
90, a. 4) en una definición clásica, es la ordenación de la razón dirigida al
bien común, promulgada por quien tiene autoridad. Desglosando, encontramos como
elementos:
a) ordenación (establecimiento de un orden de medios
conducentes a un fin),
b) de la razón (no fruto del capricho),
c) dirigida al bien común (no al particular),
d) promulgada (para que tenga fuerza obligatoria),
e) por quien tiene autoridad (no por cualquiera).
Para que la ley obligue a los hombres debe reunir
algunas condiciones; en concreto debe ser:
1) posible, física y moralmente, para el común de los
súbditos;
2) honesta, sin oposición alguna a las normas
superiores; en último término, concordando con la ley divina;
3) útil, para el bien común, aunque perjudique a
algunos particulares;
4) justa, conforme a la justicia conmutativa y distributiva
(sobre estos conceptos, ver 13.5);
5) promulgada, debe llegar a conocimiento de todos y
cada uno de los súbditos.
La división que más nos interesa de la ley, viene dada
por el autor que la promulga:
a) Si el autor es Dios se llama ley divina y puede
ser:
- Eterna (se encuentra en la mente de Dios)
- Natural (ley divina impresa en el corazón
de los hombres)
- Positiva (ley divina contenida en la
Revelación)
b) Si el autor es el hombre, la ley es humana y puede
ser:
- Eclesiástica
- Civil
A continuación nos detendremos con más detalle en cada
tipo de ley.
Por: Ricardo Sada y Alfonso Monroy