El papa
Francisco no juzga y la diplomacia de la Santa Sede espera…
La elección de Donald Trump y el papel
de la Iglesia en EE.UU., son algunos de los temas clave presentes en el
análisis de Thomas J. Reese publicado en la última edición (quincenal –
31.12.2016/ 14.01.2017) de la revista La Civiltá Cattolica, cuyos textos son
revisados por la Secretaría del Estado del Vaticano.
La elección del 45 presidente de los
EE.UU., es un péndulo entre sorpresa e incertidumbre para la Iglesia
local. El 8 de noviembre de 2016 será recordado por los expertos en
elecciones presidenciales como la cuenta regresiva para revisar la eficacia de
métodos de análisis y encuestas; muchos daban por hecho la victoria de Hillary
Clinton.
El autor del artículo, publicado en la
revista fundada por los jesuitas en 1850, reflexiona sobre lo interesante que
será ver en los próximos años la posición de los obispos de Estados Unidos a la
espera de la acción de gobierno de la nueva mayoría republicana en relación a
la Bioética,
la defensa de la vida, los trabajadores, los excluidos, etc.
En este sentido, la retórica anti –inmigración durante la campaña electoral es un tema candente aún
hoy y que crea preocupación en los prelados estadounidenses. Por lo pronto,
ellos ya han pedido a Trump que se respeten los derechos de los migrantes y
refugiados.
Católicos
son republicanos y demócratas
“La Iglesia católica es una de las pocas
instituciones nacionales que cuenta un numero casi igual de republicanos y
demócratas. Reúne también hispánicos, blancos, negros, además de
exponentes de varios niveles económicos y de educación”.
En este contexto, Reese destaca el papel conciliador y pacificador de la
Iglesia en la reconciliación del país. “Cuando ha visitado los
Estados Unidos, el papa Francisco ha instado a los obispos al diálogo con la
sociedad y a evitar cualquier lenguaje áspero o que divida”.
La cuestión es que – según los demócratas –
varios obispos se han declarado a favor de los republicanos.
“Los obispos
católicos estadounidenses tradicionalmente
no dan apoyo a los candidatos o a los partidos políticos, a pesar de que
algunos hayan directamente confirmado su apoyo a los republicanos debido a su contraposición al aborto y al matrimonio
homosexual”, escribe Reese.
El analista explica que Trump no era el candidato preferido de los
obispos estadounidenses, así como no lo era para los lideres
evangélicos. Los prelados “desconfían de su reciente conversión respecto a su
posición inicial a favor del aborto…”.
Los obispos rechazan
la retórica anti-inmigración de Trump porque reconocen que el “futuro del
catolicismo en los Estados Unidos está en los hispanos, considerando que el 54%
de los católicos millenials
(aquellos nacidos de 1982 en adelante) son hispánicos o latinos”.
La posición de algunos obispos es de actuar
a la letra el no. 34 de su documento Forming
Consciences for Faithful Citizenship (Formar las conciencias para una
ciudadanía fiel), donde se explica al católico que no puede votar por
candidatos que tengan posiciones a favor de actos negativos contra la vida.
El racismo,
la distorsión del matrimonio tradicional, el mal trato a los
trabajadores o ir contra la dignidad de la persona, se cuentan entre otros
argumentos en el documento.
Por ello, los obispos negaron que esto
equivale a dar su aprobación a Trump. En el análisis se argumenta que el
punto 35 -del documento antes mencionado- se refiere al católico que no aprobando
las posiciones negativas de un candidato puede “razonablemente decidir si votar
por aquel candidato por otras razones moralmente graves”.
“Claramente, estos obispos no pensaron que
habían otras razones moralmente tan graves para compensar el apoyo dado a la
Clinton al aborto. Poco más
de la mitad de los católicos (52%) han votado por Trump, según
los exit poll de los medios de comunicación”.
Obispos
esperan apoyo republicano en Bioética
“Los obispos parecían sorprendidos y sin
preparación ante la victoria de Trump, también como todos los estadounidenses”,
escribe Reese al describir el ambiente post electoral durante la reunión
anual de la Conferencia Episcopal Estadounidense en Baltimore.
Ante los hechos, una parte influyente de la
jerarquía de la Iglesia estadounidense considera que los republicanos al poder
podrían ser más “receptivos respecto a sus posiciones contrarias a programas
gubernativos que obligaran las instituciones católicas a hacer cosas contrarias
a la consciencia, especialmente en el sector de la bioética”.
Obispos
estadounidenses a favor de refugiados y migrantes
Un signo a favor de una sociedad plural fue
la elección del secretario de la Conferencia Episcopal, el arzobispo José Gómez de Los Ángeles, un inmigrante
mexicano. “Posiblemente en tres años él será nombrado presidente de la
Conferencia Episcopal”, explica Reese.
De hecho, “los obispos han publicado una
carta en la cual se invita al nuevo presidente a ‘continuar a proteger la dignidad de los
refugiados y de los migrantes”.
“A partir de que los dos obispos apenas
elegidos a los vértices de la Conferencia Episcopal provienen de California y
de Texas – los dos Estados con mayor número de inmigrantes –, para los obispos de los Estados Unidos el
tema de la inmigración no ocupará un segundo lugar”.
¿Cuál es
la posición del Papa y la Santa Sede?
El Papa dice que no juzga al político sólo
quiere entender qué sufrimientos puede provocar en su manera de actuar a los
pobres y a los excluidos. Lo dijo en una entrevista al diario italiano La
Repubblica.it publicada tras la victoria del candidato republicano
(11.11.2016).
Por su parte, la diplomacia de la Santa
Sede augurando que Trump sea un interlocutor por la paz mundial espera lo que
ocurra después del inicio del mandato presidencial en enero de 2017.
Precisamente, Francisco en su mensaje para
la 50ª Jornada Mundial para la Paz invita a los católicos a aplicar la no violencia como un estilo de
política de paz y
pide que sea la caridad y la no violencia a delinear la manera como tratamos a
los demás en las relaciones interpersonales, incluso en los aspectos sociales y
en los temas internacionales.
ARY
WALDIR RAMOS DÍAZ
Fuente: Aleteia