Tenía gran celo por la evangelización, trabajando incesantemente en la predicación, la instrucción y la confesión
Nació hacia el año 1175, en Peñafort, cerca de Barcelona, España. Pronto
demuestra tener una extraordinaria inteligencia, y a los 20 años es profesor de
filosofía en Barcelona.
Hacia los 30 años, fue a la prestigiosa Universidad de
Bolognia, Italia para perfeccionar su derecho civil y canónico. Allí se doctoró
y fue profesor. En 1219, fue nombrado archidiácono de la diócesis de
Barcelona. Se destacó por su amor a los pobres.
Raimundo significa "Buen consejo".
Nació en Peñafort, cerca de Barcelona, España, en 1175. A los 20 años ya era
profesor de filosofía en un colegio de Barcelona, y a los 30 años era profesor
en la famosa Universidad de Bolonia (Italia), donde se había doctorado.
En 1222 entró en la Comunidad de Padres Dominicos cuando apenas hacía
ocho meses que había muerto San
Domingo de Guzmán, el fundador de esa Comunidad.
Pidió a sus superiores que le pusieran oficios duros y humillantes para
hacer penitencia de sus pecados, especialmente de su orgullo. Pero los
superiores le pusieron por oficio y tarea el dedicarse a coleccionar las
respuestas que los sabios antiguos de la Iglesia daban a ciertas preguntas
difíciles de los fieles, lo cual llamó "Casos de conciencia" y
compuso entonces su famoso libro llamado "Summa" o resumen de
respuestas difíciles en la confesión.
Raimundo obtuvo de Dios la "eficacia de la palabra", o sea que
su predicación lograra conmover a los oyentes y convertirlos. Y así recorrió
ciudades y campos de Aragón, Castilla y Cataluña y los que lo acompañaban
decían que parecía casi imposible que un predicador lograra tantas
transformaciones con sus sermones.
Junto con San Pedro Nolasco, Raimundo fundó la Comunidad de los Padres
Mercedarios, dedicada a rescatar a los cristianos secuestrados por los
mahometanos o turcos.
En 1230 el Papa Gregorio IX llamó a Raimundo a Roma y entre otros cargos
que le dio, lo nombró su confesor. Una de las penitencias que éste santo le
puso al Sumo Pontífice fue que atendiera siempre muy bien las peticiones que le
hicieran los pobres.
El Papa le encomendó que recogiera y publicara todos los decretos que
habían dado los Pontífices y los Concilios. Después de tres años de trabajo
publicó su famosísimo libro titulado "Decretales", el cual han tenido
que consultar después por varios siglos todos los que quieren saber que
ordenaron o qué prohibieron los Pontífices y Concilios de la antigüedad.
El Pontífice lo nombró obispo, pero poco después el santo obtuvo que el
Papa le aceptara la renuncia. Los religiosos de su Comunidad lo eligieron
Superior General, pero a los dos años renunció. Se consideraba apto para
predicar y escribir, pero no para mandar.
Los últimos 33 años de su vida los dedicó a convertir cristianos
pecadores y a obtener que muchos musulmanes se pasaran al cristianismo. En una
carta a su superior en 1256 le informa que ya ha logrado que 10,000 mahometanos
se vuelvan cristianos.
Este santo murió cuando estaba por cumplir los 100 años, en 1275. Dos
reyes asistieron a su entierro y en su sepulcro se obraron maravillosos
milagros.