Los retos de la Iglesia
local son muchos, pues “los cristianos viven algunas dificultades debido a la
presencia de grupos militantes islámicos en el Punjab”
En
declaraciones a la agencia vaticana Fides, el Prelado dijo que “este año vamos
a celebrar la ordenación de siete nuevos sacerdotes que han completado sus
estudios de teología. El año pasado tuvimos cinco ordenaciones. Son un signo de
bendición para nosotros. El Señor nos da nuevas vocaciones y nuevos sacerdotes
y la fe aumenta en nuestra comunidad”.
Asimismo,
destacó que “durante el Año de la Misericordia en la arquidiócesis hemos
abierto dos nuevas parroquias y nuevas escuelas católicas: un signo de la
misericordia de Dios hacia su pueblo y un signo de bendición para nosotros.
Todos los fieles dan gracias a Dios por estos dones y conservan en su corazón
una esperanza renovada”, señala.
Además
recordó la gran peregrinación que todos los años miles de personas peregrinan
al santuario mariano de Mariamabad, en Lahore y el más grande de Pakistán.
“Miles de fieles el 8 de septiembre, realizan un largo camino a pie, para
llegar al santuario y pedir gracias a la Virgen María. Es una manifestación de
fe profunda”, afirmó. “Llegan peregrinos de todo el país, cristianos y no
cristianos”, señaló.
Sin
embargo, indicó que los retos de la Iglesia local son muchos, pues “los
cristianos viven algunas dificultades debido a la presencia de grupos
militantes islámicos en el Punjab”.
“Nuestra
respuesta para neutralizar la violencia es comprometerse cada vez más en el
diálogo interreligioso que acerca a los creyentes de diferentes credos. A
través del diálogo entre los líderes religiosos aprendemos unos de otros,
podemos influir en las personas comunes de manera constructiva y trabajamos
juntos para hacer de Pakistán un país mejor”.
El
ataque contra la minoría cristiana en Lahore que ocasionó el mayor número de
víctimas ocurrió el Domingo de Resurrección de 2016. Ese 27 de marzo el grupo
terrorista talibán Jamaat-ul-Ahrar realizó un atentado suicida en un parque
donde estaban reunidos los fieles y mató a más de 70 personas; además dejó más
de 250 heridos.
En
un comunicado aseguró que “el objetivo eran los cristianos que celebraban la Pascua” y amenazó
con que “nuestros terroristas suicidas continuarán con estos ataques”.
En
abril de 2015 el adolescente de 15 años Nauman Masih fue quemado vivo por un
grupo de jóvenes musulmanes que lo reconocieron como cristiano. Nauman falleció
en el hospital luego de haber perdonado a sus asesinos.
En
marzo de ese año el grupo talibán Jamaat-ul-Ahrar atacó dos iglesias cristianas
en Lahore, dejando al menos 80 heridos y 14 muertos, entre ellos Akash Bashir,
un joven salesiano de 19 años que se lanzó contra el atacante para evitar que
murieran los fieles de su parroquia. La Iglesia local busca que Akash sea
declarado mártir.
Asimismo,
en noviembre de 2014 una turba de cien musulmanes quemó vivos en Lahore a una
pareja de jóvenes cristianos acusándolos de haber supuestamente quemado algunas
páginas del Corán. El hombre se llamaba Shahzad y tenía 26 años. Su esposa
Shama tenía 24 años y estaba embarazada.
Fuente:
ACI Prensa