Pedro García Cuartango
afirma que la cruzada contra la jerarquía católica, que intenta resucitar
“viejos resabidos”, ya no tiene sentido en España
La Comisión Episcopal de Medios de
Comunicación Social entregó los Premios ¡Bravo! 2016 que concede
anualmente con el fin de “reconocer, por parte de la Iglesia, la labor
meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos
medios, que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los
derechos humanos y los valores evangélicos”.
Uno de los premiados ha sido Pedro
García Cuartango, actual director de El Mundo.
Los obispos españoles han concedido el premio ¡Bravo!
de Prensa a Pedro García Cuartango por su trayectoria como columnista. “No me
esperaba este premio, ha sido una completa sorpresa. Para mí es un
honor y una satisfacción viniendo de la Conferencia Episcopal”, ha
afirmado a Religión Confidencial.
Agradece a los obispos la celebración de estos premios “cuyo
denominador común de todos los premiados, con una gran trayectoria profesional,
es la búsqueda de la verdad, esencial en esta sociedad”.
Cuartango viene de la izquierda, antifranquista en su
juventud y defensor de las libertades. Aunque recibió una educación
católica y dos de las hermanas de su mujer son religiosas, se confiesa
agnóstico y se define como una persona que no tiene claro el más allá, pero
que busca la verdad e intenta indagar sobre el sentido de la vida. “Me
he sentido muy vinculado a la religión y del sentido del más allá. Todo lo que
escribo y todo lo que hago, gira en torno a esa inquietud”, se expresa.
“Necesitamos
guías espirituales”
El director de El Mundo sigue con bastante interés la
actividad de los obispos: “Creo que la Iglesia Católica desarrolla una labor
esencial en una sociedad tan materializada, donde hay una crisis de valores. Es
una institución cuya función es muy importante en unos momentos tan complicados
de la sociedad española, donde creo que necesitamos guías espirituales
y referencias morales”.
Sobre la hipotética imagen formalista de la jerarquía
católica, Cuartango advierte que “es muy fácil caer en estereotipos; esa
imagen de Iglesia pegada al poder, al lujo viviendo en palacios, creo que es un
tópico. Los sacerdotes y obispos que conozco son gente sencilla que viven
con normalidad, que viajan en el metro”.
En defensa de la Iglesia señala: “No voy a criticar
algo que me parece que es falso. La Iglesia está haciendo un papel muy
importante y está aportando a la sociedad un ejemplo moral y unas
pautas de reflexión que son necesarias”.
España ha
superado el anticlericalismo
Pedro Cuartango es un gran conocedor de la Transición
española. Experimentó, vivió e informó sobre esta etapa de la historia de
España. Este Confidencial le ha preguntado si en su opinión, algunos sectores
están intentado generar de nuevo un odio contra la Iglesia Católica: “Es cierto
que hay sectores como Podemos que están resucitando esa cruzada contra
la Iglesia, esos viejos resabios, pero es algo totalmente artificial, ya no
tiene ningún entronque social”.
El escritor y pensador considera que la dialéctica en
España entre la Iglesia y el anticlericalismo “está superada para siempre.
Eso se daba en la sociedad española de la segunda república, del
franquismo, pero ahora mismo no tiene sentido esa dicotomía. La
sociedad española ha superado el anticlericalismo contra la Iglesia”.
Reitera que la Iglesia es una institución que hace una
labor muy importante de lucha contra la pobreza, contra la exclusión y
considera que ha desaparecido ese purito contra la Iglesia y los obispos.
Escuchar a la
Iglesia
“Es esencial preservar en nuestra sociedad el valor de
lo religioso y lo transcendental, el valor de la ética. Tenemos que
escuchar lo que dice la Iglesia, tenemos que reflexionar, y lo mismo
que afirmo que está superado esa dialéctica entre el clericalismo y
anticlericalismo, también está superado el antagonismo entre la Iglesia
y la izquierda”, apunta.
En opinión de Cuartango, esta sociedad necesita una reflexión entre las
personas que creen y las que no creen, “en un mundo en el que cada vez es
menor importante la ideología y cada vez es más importante tener sensibilidad entre
lo que pasa en nuestro entorno. Existen muchos puntos en común, hay que pensar
juntos porque hay muchas cosas que nos unen, hay muchas cosas en las que
podemos avanzar”.
Fuente: Religión Confidencial