El sacerdote Luis Santamaría alerta de
la proliferación de pseudoterapias de sanación energética que se están cebando
con los enfermos
El sacerdote Luis Santamaría del Río, delegado diocesano de Medios de
Comunicación Social de la diócesis de Zamora, lleva estudiando el fenómeno de
las sectas y la nueva religiosidad desde 1998. Alerta que en España “proliferan
las sectas aunque mucha gente piense lo contrario”.
Miembro
fundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) y director de
su Biblioteca-Centro de Documentación “José María Baamonde”, (además de ser
párroco de nueve pueblos de Zamora), Luis Santamaría apunta que “en España, operan
al menos, 350 sectas” según una investigación dirigida por él.
“Calculamos
que en torno a 400.000 personas están implicadas en las sectas. Pero lo más
preocupante es que hay un 20% de la población que puede ser un caldo de cultivo
ideal para las sectas, si atendemos a algunas estadísticas sobre creencias
mágicas, recurso a videntes, lo esotérico, etc.”, subraya este
sacerdote a Religión Confidencial.
Enumera las más
asentadas en España: “Por un lado están las sectas de impronta
cristiana. Destacan los testigos de Jehová y los
mormones (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días), que
afirman ser cristianos pero no lo son en absoluto. Además, los ex miembros
demuestran que se dan diversas formas de presión social y abuso psicológico. Se
mantienen o crecen gracias, sobre todo, a la captación de inmigrantes”.
Santamaría
reitera que “cuando se ha querido expulsar a Dios de la vida pública, son los
dioses los que aparecen, volviendo a una sociedad pagana en la que muchos
líderes sectarios encuentran su entorno ideal”.
Enfermos que dejan sus tratamientos
Pero lo que más
crece es todo lo que viene incluido bajo el paraguas de la Nueva Era
(New Age) y el orientalismo. “Multitud de centros y grupos hablan de
una ´espiritualidad sin religión´, que plantean ofertas que tienen una
gran aceptación en la actualidad: meditación y búsqueda de la paz interior,
descubrimiento del potencial humano interno, regresión a vidas pasadas, etc.”.
Destaca, sobre todo, el reiki, que está muy difundido”.
Lo más preocupante
es todo lo relativo a las pseudociencias y pseudoterapias
de carácter espiritual, que se están cebando sobre todo en los enfermos, a
los que ofrecen una supuesta sanación de tipo energética, espiritual,
emocional... logrando muchas veces situaciones que recuerdan lo peor de las
sectas clásicas: manipulación mental, abuso psicológico ante
la vulnerabilidad, aislamiento de la familia y del entorno social anterior,
etc. “Incluso hay enfermos que dejan sus tratamientos médicos para seguir
estas propuestas ´alternativas`, con graves perjuicios para su salud. Aquí
entran propuestas que están muy de moda como la Bioneuroemoción, la
Nueva Medicina Germánica, etc.” , aclara Santamaría.
Este experto
explica que “la Nueva Era es una nebulosa espiritual que se ha
difundido a partir de la segunda mitad del siglo XX y que plantea, en
el fondo, que hay una divinidad difusa de la que todos formamos parte. Por eso
se habla tanto de energías, de bienestar... No hay división entre Dios y el
hombre, ni entre el hombre y el universo, porque todo es uno. Se trata de una
espiritualidad panteísta (todo es Dios), que en ocasiones emplea elementos y
conceptos del cristianismo (habla de Dios, de Cristo, de los ángeles...), pero
vaciándolos de sentido y dándoles uno nuevo, de tipo mágico y esotérico”.
¿Puede un cristiano practicar Yoga?
Respecto al
Yoga, Luis Santamaría explica cómo un cristiano puede distinguir si
detrás de unas inofensivas clases de Yoga, se encierra prácticas
sectarias. “No podemos olvidar el origen religioso (hindú) del yoga.
Cualquier persona, sea creyente o no, debe observar con atención qué es lo que
se le está ofreciendo bajo ese nombre”.
El sacerdote
lanza una serie de preguntas sobre estas técnicas orientales de meditación:
“¿Son simplemente unas posturas (asanas), unos ejercicios de relajación y
respiración? ¿Se habla de unión con la divinidad o de encontrar la divinidad
interna? ¿Se plantean otras cuestiones de la cosmovisión oriental,
como el karma, los chakras, la reencarnación...? Entonces hablamos, por
lo menos, de la propuesta de una religión distinta a la del practicante del
yoga, muchas veces de forma sutil y progresiva, que podría tener una deriva
sectaria, como podemos comprobar en muchas ocasiones”.
La Iglesia
elaboró en 1989 un documento realizado por la Congregación para la Doctrina
de la Fe y firmado por el cardenal Ratzinger, que llama a hacer un serio
discernimiento. “La Iglesia ni condena ni alaba el yoga, sino que
plantea que los católicos, formándose bien y teniendo una experiencia de Dios
auténtica, se planteen si el yoga u otras técnicas orientales pueden ayudarles
en su vida de fe, o si, por el contrario, están sustituyendo la
relación con Dios por otras cosas que no son oración”.
Criterios para distinguirlas
Luis Santamaría lanza
una serie de criterios para discernir su naturaleza y riesgos: “Es
importante fijarse en si hay transparencia, si la persona sabe lo que se va a
encontrar, las obligaciones y responsabilidades que contraería, la apertura de
un grupo al resto de realidades del mundo, la valoración de la familia, porque
las sectas suelen aislar a la persona de su entorno afectivo más importante,
sustituyéndolo”.
Pero el tema
clave está en la libertad: “La secta no
deja a la persona ser libre, sino que la dirige para sus propios fines. Por eso
es tan importante detectar las estrategias de influencia ilegítima sobre el
individuo, lo que ahora se denomina técnicas de abuso psicológico. El peligro
principal no está en el fraude económico. El peligro fundamental es el
daño que hacen a la dignidad y a la libertad de muchísimas personas”.
La Red
Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), que va camino de cumplir 11
años de vida, tiene entre sus misiones principales la
de ofrecer formación e información. Para ello disponen del boletín Info-RIES, que ha publicado más de 4.500 artículos y noticias en una década, y que
es de suscripción gratuita. Lo reciben más de 10.000 personas. Cualquier
persona puede consultar en ries.secr@gmail.com (o a ries.america@gmail.com si lo hacen desde el continente americano).
Luis Santamaría
del Río.
Fuente:
Religión Confidencial
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