“Cuando se trae un hijo al mundo, deben tener consciencia de esto. Nosotros, tomamos la responsabilidad de hacer crecer en la fe a este niño”, agregó
El
Papa Francisco alentó a los padres de familia a recuperar
el hábito de jugar con sus hijos, de “perder” el tiempo con ellos e hizo una
exhortación a no pelear frente a ellos porque eso les produce una serie de
consecuencias muy negativas.
Así
lo indicó el Santo Padre en el encuentro que sostuvo ayer tarde en Milán, ante
unos 45 mil confirmandos, acompañados de sus padres, padrinos y catequistas,
que llenaron el estadio de San Siro.
El
Santo Padre dijo luego, que “los niños nos ven y no se imaginan la angustia del
niño cuando los padres se pelean, ellos sufren. Y cuando los padres se
separan, la cuenta la pagan ellos”.
“Cuando
se trae un hijo al mundo, deben tener consciencia de esto. Nosotros, tomamos la
responsabilidad de hacer crecer en la fe a este niño”, agregó.
“Los
ayudará mucho leer la exhortación Amoris Laetitia, sobre todo los primeros
capítulos, el cuarto capítulo que es clave. No se olviden, cuando ustedes
pelean, los niños sufren y no crecen en la fe”.
Los
niños, continuó el Papa, “conocen nuestras alegrías, nuestras tristezas y
preocupaciones. Logran captar todo y, dado que son muy intuitivos, sacan sus
conclusiones y sus enseñanzas”.
“Saben
cuándo hacemos trampa y cuándo no. Lo saben. Por ello, una de las primeras
cosas que les diré es: cuídenlos, cuiden sus corazones, su alegría y su
esperanza. Los ‘ojitos’ de vuestros hijos memorizan y leen con el corazón”.
El
Pontífice exhortó también a mostrar a los niños que “la fe nos ayuda a seguir
adelante, a afrontar tantos dramas que tenemos, no con una actitud pesimista
sino confiada. Este es el mejor testimonio que podemos darles. Es un modo de decir
‘las palabras se las lleva el viento’, pero lo que se siembra en la memoria, en
el corazón, permanece para siempre”.
El
Papa también exhortó a las familias a ir juntos a Misa y luego a
una plaza o un parque a jugar juntos, acompañados de otras familias. “Esto es
bello y ayuda a vivir el mandamiento de santificar las fiestas. Vayan a la iglesia a rezar y
no a dormir en la homilía”, pidió Francisco.
En
la actualidad, lamentó el Pontífice, “muchos padres deben trabajar en días
festivos para darles de comer a sus familias” y “siempre pregunto a los padres,
cuando me dicen que pierden la paciencia con los hijos, pregunto ‘¿cuántos son,
tres o cuatro?’ Y hago una segunda pregunta. ‘¿Tú juegas con tus hijos?’ Y no
saben qué cosa responder. Los padres de este tiempo no pueden jugar o han
perdido el hábito de jugar con los hijos, de perder el tiempo con los hijos”.
El
Papa exhortó luego a educar en la solidaridad, “con las obras de misericordia”.
“Estas
obras hacen crecer en la fe. Esto es muy importante. Me gusta poner el acento
en la fiesta, en la gratuidad, en buscar a otras familias que viven la fe como
un espacio de disfrute familiar, creo que es necesario también agregar otro
elemento. No hay fiesta sin solidaridad, así como no hay solidaridad sin
fiesta. Porque cuando uno es solidario, es alegre y transmite esa alegría”.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente:
ACI Prensa