6.3.17

¿QUÉ OCURRIRÍA SI TRATÁSEMOS LA BIBLIA COMO A NUESTRO CELULAR?, PREGUNTA EL PAPA

“Si tuviéramos la Palabra de Dios siempre en el corazón, ninguna tentación podría alejarnos de Dios y ningún obstáculo nos podría hacer desviarnos del camino del bien”

En el primer domingo de Cuaresma, el Papa Francisco dedicó el Ángelus a explicar cómo Jesús vence al demonio al ser tentado en el desierto y aseguró que el cristiano debe luchar cada día contra el mal, para lo que se necesita tener una “familiaridad” con la Biblia y llevarla consigo como si fuese un teléfono celular.

“Este episodio nos coloca en un momento preciso de la vida de Jesús: justo después del bautismo en el río Jordán y antes del ministerio público”, dijo sobre el Evangelio del día.

“Jesús ya está preparado para iniciar su misión, y ya que tiene un enemigo declarado, Satanás, Él lo enfrenta rápido, ‘cuerpo a cuerpo’”, explicó Francisco, quien añadió que “el diablo se aprovecha del título de ‘Hijo de Dios’ para alejar a Jesús del cumplimiento de su misión”.

Francisco explicó que durante la Cuaresma “como cristianos somos invitados a seguir los pasos de Jesús y afrontar el combate espiritual contra el Maligno con la fuerza de la Palabra de Dios”.

“Para esto se necesita tomar tener familiaridad con la Biblia: leerla a menudo, meditarla, asimilarla. La Biblia contiene la Palabra de Dios, que es siempre actual y eficaz”.

“Alguno ha dicho, '¿qué pasaría si tratásemos la Biblia como a nuestro teléfono celular?'. Si la llevásemos siempre con nosotros; si volviésemos a por ella cuando la olvidáramos; si la abriésemos varias veces al día; si leyésemos los mensajes de Dios contenidos en la Biblia como leemos los mensajes del celular”.

“Claramente –continuó el Papa– la comparación es paradójica, pero hace reflexionar. En efecto, si tuviéramos la Palabra de Dios siempre en el corazón, ninguna tentación podría alejarnos de Dios y ningún obstáculo nos podría hacer desviarnos del camino del bien; sabríamos vencer las cotidianas sugestiones del mal que está en nosotros y fuera de nosotros; seríamos más capaces de vivir una vida resucitada según el Espíritu, acogiendo y amando a nuestros hermanos, especialmente a aquellos más débiles y necesitados, también a nuestros enemigos”.  

De nuevo sobre el pasaje del Evangelio, el Pontífice apuntó que el demonio propone a Jesús “hacer gestos milagrosos, como transformar las piedras en pan para saciar su hambre, y tirarse abajo desde los muros del templo haciéndose salvar por los ángeles. A estas dos tentaciones sigue la tercera: adorarlo a él, al diablo, para tener dominio sobre el mundo”.

“Mediante esta triple tentación, Satanás quiere desviar a Jesús de la vía de la obediencia y de la humillación –porque sabe que así el mal será derrotado- y llevarlo sobre el falso atajo del éxito y de la gloria”.
Sin embargo, “las flechas venenosas del diablo son paradas por Jesús con el escudo de la Palabra de Dios que expresa la voluntad del Padre, y así el Hijo, lleno de la fuerza del Espíritu Santo, sale victorioso del desierto”.  

Al terminar, de nuevo preguntó a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro: "¿qué pasaría si tratásemos la Biblia como a nuestro celular?".

Por Álvaro de Juana


Fuente: ACI Prensa
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