La
líder democrática y luchadora pacífica contra el régimen militar, no pudo ser
presidente debido a la constitución heredada
El
papa Francisco ha recibido en audiencia a Aung San Suu Kyi, ministra de
Relaciones Exteriores de Birmania, oficialmente República de la Unión del
Myanmar.
Un
encuentro entre Francisco que llega de un viaje a Egipto como mensajero de paz
y San Suu Kyi líder, de lucha democrática no violenta en Birmania.
Como
broche de oro de esta audiencia concedida por el Papa, se han restablecido
relaciones diplomáticas a nivel de Nunciatura Apostólica por parte de la Santa
Sede, y de Embajada por parte de Birmania, confirmó la Oficina de prensa de la
Santa Sede en un comunicado.
Ella vestía
un vestido amarillo y azul, y estaba acompañada por su séquito de
cuatro personas. El Papa les recibió en la sala del troneto, y el coloquio
privado que duró 23 minutos fue en la biblioteca, con la ayuda de un
intérprete. La canciller le regalo un objeto de alabastro de la tradición
birmana y el Santo Padre una nueva medalla que representa un ramo de arbusto
seco que florece y da fruto, además de sus tres documentos: la “Amoris
laetitia”, la “Evangelii gaudium” y la “Laudato sii’ “.
Aung
San Suu Kyi, asumió el 30 de marzo de 2016 a los Ministerios de Exteriores,
Energía, Educación y la Oficina de la Presidencia. No pudo asumir la
presidencia del gobierno a pesar de que ganó las elecciones de noviembre de
2015, porque la constitución dejada por los militares prohíbe ocupar el puesto
a quienes tengan hijos con pasaporte extranjero y los de Suu Kyi tienen
nacionalidad británica.
Líder
por la democratización de Birmania, bajo arresto domiciliario por un total de
15 años y algunos períodos en prisión, por orden del gobierno militar. Recibió
el apoyo internacional a través de numerosos galardones, como en 1991 el Premio
Nobel de la Paz. Prefirió quedarse privada de la libertad en su país que irse y
no regresar como le había propuesto el régimen.
Sergio
Mora
Fuente:
ACI Prensa