“La
fuerza de la verdad que nos hace libres actúa en el corazón del hombre. Es
la fuerza satánica de la mentira la que nos hace esclavos de nosotros”, señaló
El
Arzobispo Emérito de Bolonia, Cardenal Carlo Caffarra,
señaló recientemente que Satanás quiere “construir una anti-creación real”, y
se vale de elevar el aborto a
un “derecho subjetivo” y atacar el matrimonio entre
un hombre y una mujer.
En
una ponencia ante 100 defensores de la vida y la familia reunidos en
el Rome Life Forum, el 19 de mayo en Roma, el Cardenal Caffarra, que ayudó a
fundar el Pontificio Instituto Juan Pablo II para
Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, en 1981, advirtió además que “ya
no somos testigos sino desertores, si no hablamos abierta y públicamente”, y
destacó que la Marcha
por la Vida, que se celebra hoy en la capital italiana “es por tanto
un gran testimonio”.
“Hay
dos pilares de la creación”, explicó el Cardenal. El primero, dijo, es “la
persona humana en su irreductibilidad al universo material”, que es destruido
por “la elevación axiológica del aborto a un derecho subjetivo”.
El
segundo pilar, indicó, es “la unión conyugal entre un hombre y una mujer, el
lugar en que Dios crea nuevas personas humanas ‘a Su imagen y semejanza’”.
“El
ennoblecimiento de las relaciones homosexuales,
cuando son igualadas al matrimonio, es la destrucción del segundo pilar”.
El
Arzobispo Emérito de Bolonia indicó que “en la raíz de esto está el trabajo de
Satanás, que quiere crear una anti-creación real”.
“Este
es el último y terrible desafío que Satanás está lanzando contra Dios”,
advirtió, con la que el demonio le dice a Dios: “Estoy demostrándote que soy
capaz de construir una alternativa a tu creación. Y el hombre dirá: Se está
mejor en la creación alternativa que en tu creación”.
El
Cardenal indicó que “lo que sucede en el corazón del hombre” es que “Jesús, la
Revelación del Padre, ejerce una fuerte atracción hacia Él. Satanás trabaja
contra esto, para neutralizar la fuerza atractiva del Crucificado-Resucitado”.
“La
fuerza de la verdad que nos hace libres actúa en el corazón del hombre. Es
la fuerza satánica de la mentira la que nos hace esclavos de nosotros”, señaló.
El
Cardenal Caffarra indicó que “la lógica que preside el ennoblecimiento del
aborto” es “la más profunda negación de la verdad del hombre”.
“La
razón por la que un hombre no debe derramar la sangre de un hombre es que el
hombre es la imagen de Dios. A través del hombre, Dios habita en Su creación.
Esta creación es el templo del Señor, porque el hombre habita en ella”, dijo.
“Al
ennoblecer el asesinato de los humanos, Satanás ha sentado los cimientos de su
‘creación’: sacar de la creación la imagen de Dios, ocultar su presencia en
ella”, añadió.
Por
otra parte, el “ennoblecimiento de la homosexualidad”, indicó, “niega
totalmente la verdad del matrimonio, la idea de Dios el Creador con respecto al
matrimonio”.
“La
Revelación Divina nos ha dicho cómo Dios piensa en el matrimonio: la unión
legal de un hombre y una mujer, la fuente de la vida. En la mente de Dios, el
matrimonio tiene una estructura permanente, basada en la dualidad del modo
humano de ser: feminidad y masculinidad. No dos polos opuestos, sino el uno con
y para el otro”.
“Solo
así el hombre escapa de su soledad original”, dijo el Arzobispo Emérito de
Bolonia.
La
respuesta a esta situación, dijo el Cardenal Caffarra, “es simple: dentro de la
confrontación entre creación y anti-creación, estamos llamados a dar
testimonio. Este testimonio es nuestra forma de estar en el mundo”.
“Testimonio
significa decir, hablar, anunciar abierta y públicamente. Alguien que no da
testimonio de esta manera es como un soldado que huye en el momento decisivo en
una batalla”.
El
Cardenal italiano reconoció que “el anuncio del Evangelio del Matrimonio y la
Vida hoy se realiza en un contexto de hostilidad y desafío, de incredulidad”,
pero advirtió que la alternativa es o callar sobre el Evangelio o decir “otra
cosa”.
En
palabras posteriores a su ponencia, el Cardenal Caffarra recordó la carta que
recibió de Sor Lucía, vidente de la Virgen de Fátima, cuando enfrentaba
dificultades para establecer el Pontificio Instituto Juan Pablo II para
Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.
En
las últimas palabras de su carta, Sor Lucía le dijo que “vendrá un tiempo
cuando la batalla final entre el Reino de Dios Satanás será sobre el matrimonio
y de la familia”.
Sor
Lucía, dijo el Cardenal, subrayó que quienes trabajan en defensa del matrimonio
y la familia “experimentarán pruebas y tribulaciones”, pero “no teman. Nuestra
Señora ya ha aplastado su cabeza”.
Esta
conferencia, dijo el Arzobispo Emérito de Bolonia, fue “basada en estas
palabras de Sor Lucía, y por tanto en la convicción de que lo que Sor Lucía
dijo en esos días está siendo cumplido en estos días nuestros”.
Con
información de Edward Pentin.
Fuente:
ACI Prensa