Advierte de los abusos y
de las precauciones que es necesario tomar. Mensaje enviado por encargo del
Santo Padre Francisco
La
Congregación para el Culto Divino, dicasterio del Vaticano, envió una carta
circular a los obispos del mundo sobre el pan y vino que se debe usar en la
Eucaristía.
La
carta firmada por su prefecto, el cardenal Robert Sarah y el arzobispo
secretario Arthur Roche, precisa que fue escrita por encargo del papa
Francisco. Esto porque en los últimos tiempos sea las hostias que los vinos se
venden también en supermercados o por internet, no garantizando los
ingredientes que los hacen pan y vino.
Señalan
abusos graves como introducir azúcar o miel, o con otros cereales. Sí con
harina de Ogm. Además señala que quienes hacen las hostias tienen que ser
personas expertas en esto.
Carta circular a los
Obispos sobre el pan y el vino para la Eucaristía
1.
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, por
encargo del Santo Padre Francisco, se dirige a los Obispos diocesanos (y a
quienes se les equiparan en el derecho) para recordar que les compete, sobre
todo, a ellos proveer dignamente lo necesario para la celebración de la Cena
del Señor (cf. Lc 22, 8.13).
Compete
al Obispo, primer dispensador de los misterios de Dios, moderador, promotor y
custodio de la vida litúrgica en la Iglesia a él confiada (cf. CIC can. 835
§1), vigilar la calidad del pan y del vino destinados a la Eucaristía y, por
tanto, a aquellos que los preparan. Con el fin de ayudar, se recuerdan las
disposiciones vigentes y se sugieren algunas indicaciones prácticas.
2.
Mientras que hasta ahora, por lo general, algunas comunidades religiosas se
ocupaban de preparar el pan y el vino para la celebración de la Eucaristía, hoy
se venden también en los supermercados, en otros negocios y a través de
internet. Este Dicasterio, para no dejar dudas acerca de la validez de la
materia eucarística, sugiere a los Ordinarios dar indicaciones al respecto, por
ejemplo, garantizando la materia eucarística mediante certificados apropiados.
Es
el Ordinario el que debe recordar a los presbíteros, en particular a los
párrocos y a los rectores de las iglesias, su responsabilidad para comprobar
quién es la persona encargada de proveer el pan y el vino para la celebración,
así como la idoneidad de la materia. Además, corresponde al Ordinario informar
y recordar a los productores del vino y del pan para la Eucaristía el respeto
absoluto de las normas.
3.
Las normas acerca de la materia eucarística, indicadas en el can. 924 del CIC y
en los números 319 – 323 de la Institutio generalis Missalis Romani, han sido
ya explicadas en la Instrucción Redemptionis Sacramentum de esta Congregación
(25 de marzo de 2004):
a)
“El pan que se emplea en el santo Sacrificio de la Eucaristía debe ser ázimo,
de sólo trigo y hecho recientemente, para que no haya ningún peligro de que se
corrompa.
Por
consiguiente, no puede constituir la materia válida, para la realización del
Sacrificio y del Sacramento eucarístico, el pan elaborado con otras sustancias,
aunque sean cereales, ni aquel que lleva mezcla de una sustancia diversa del
trigo, en tal cantidad que, según la valoración común, no se puede llamar pan
de trigo.
Es
un abuso grave introducir, en la fabricación del pan para la Eucaristía, otras
sustancias como frutas, azúcar o miel. Es claro que las hostias deben ser
preparadas por personas que no sólo se distingan por su honestidad, sino que
además sean expertas en la elaboración y dispongan de los instrumentos
adecuados” (n. 48).
b)
“El vino que se utiliza en la celebración del santo Sacrificio eucarístico debe
ser natural, del fruto de la vid, puro y sin corromper, sin mezcla de
sustancias extrañas. […] Téngase diligente cuidado de que el vino destinado a
la Eucaristía se conserve en perfecto estado y no se avinagre. Está totalmente
prohibido utilizar un vino del que se tiene duda en cuanto a su carácter
genuino o a su procedencia, pues la Iglesia exige certeza sobre las condiciones
necesarias para la validez de los sacramentos.
No
se debe admitir bajo ningún pretexto otras bebidas de cualquier género, que no
constituyen una materia válida” (n. 50).
4.
La Congregación para la Doctrina de la Fe, en la Carta circular a los
Presidentes de las Conferencias Episcopales acerca del uso del pan con poca
cantidad de gluten y del mosto como materia eucarística (24 de julio de 2003,
Prot. N. 89/78 – 17498), ha indicado las normas respecto a las personas que,
por diversos y graves motivos, no pueden tomar pan preparado normalmente o vino
normalmente fermentado:
a)
“Las hostias sin nada de gluten son materia inválida para la Eucaristía. Son
materia válida las hostias con la mínima cantidad de gluten necesaria para
obtener la panificación sin añadir sustancias extrañas ni recurrir a
procedimientos que desnaturalicen el pan” (A. 1-2).
b) “Es materia válida para la Eucaristía el mosto, esto es, el zumo de uva fresco o conservado, cuya fermentación haya sido suspendida por medio de procedimientos que no alteren su naturaleza (por ejemplo el congelamiento)” (A. 3).
c)
“Es competencia del Ordinario conceder a los fieles y a los sacerdotes la
licencia para usar pan con una mínima cantidad de gluten o mosto como materia
para la Eucaristía. La licencia puede ser concedida habitualmente, mientras
dure la situación que la ha motivado” (C. 1).
5.
Además, dicha Congregación ha decidido que la eucarística preparada con
organismos genéticamente modificados puede ser considerada materia válida (cf.
Carta al Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de
los Sacramentos acerca de la materia eucarística preparada con organismos
genéticamente modificados, 9 de diciembre de 2013, Prot. N. 89/78 – 44897).
6.
Los que preparan el pan y producen el vino para la celebración deben ser
conscientes que su obra está orientada al Sacrificio Eucarístico y esto pide su
honestidad, responsabilidad y competencia.
7.
Para que se cumplan estas normas generales, los Ordinarios, si lo estiman
oportuno, pueden ponerse de acuerdo como Conferencia Episcopal, dando
indicaciones concretas. Vista la complejidad de situaciones y circunstancias,
así como la falta de respeto en el ámbito sagrado, se advierte la necesidad
práctica que, por encargo de la Autoridad competente, haya quien garantice
efectivamente la genuinidad de la materia eucarística por parte de los fabricantes
como de su conveniente distribución y venta.
Se
sugiere, por ejemplo, que una Conferencia Episcopal pueda encargar a una o más
Congregaciones religiosas u otra Entidad capaz de verificar las garantías
necesarias sobre la producción, conservación y venta del pan y del vino para la
Eucaristía en un determinado país y en los países en los que se exportan. Se
recomienda también que el pan y el vino destinados a la Eucaristía sean
convenientemente tratados en los lugares de venta. En la sede de la Congregación
para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a 15 de junio de 2017,
solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
Robert
Card. Sarah Prefecto
Arthur Roche Arzobispo Secretario
Fuente:
Zenit