Hay quien acusa a los católicos de idolatría por
hacer procesiones...
Sí, las procesiones tienen un
fundamento bíblico. Pero primero me gustaría explicar el significado de la
palabra procesión. Esta palabra se deriva del verbo latino procédere,
y del sustantivo procéssio, que quiere decir
marchar, caminar, ir adelante, salida solemne, cortejo religioso, etcétera.
Las procesiones
tienen su origen en la Sagrada Escritura. La caminata es un elemento muy
importante en la historia de la salvación. En el Libro del Éxodo encontramos al
pueblo que camina rumbo a la Tierra prometida. Aquí, en detalle, la descripción
del Arca de la Alianza dada por el propio Dios:
“Harás
[los hijos de Israel] un arca de madera de acacia” (Ex 25, 10) y (tú, Moisés,)
“la revestirás de oro puro por dentro y por fuera” (Ex 25, 11); “harás asimismo
un propiciatorio de oro puro” (Ex 25, 17) (y) “dos querubines de oro” (Ex 25, 18);
“haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro” (Ex 25, 19)…
El pueblo hebreo
cumplió religiosamente la orden dada por el Señor y, una vez concluido todo,
condujo el Arca en procesión, en una caminata de esperanza, de alabanza y de
liberación, en presencia de Dios.
También el Libro de
los Números nos muestra las normas establecidas por Dios al pueblo que
caminaba:
“Cuando
se levantaba la Nube de encima de la Tienda, los israelitas levantaban el
campamento, y en el lugar en que se paraba la Nube, acampaban los israelitas.
18.A la orden de Yahveh partían los israelitas y a la orden de Yahveh acampaban
(Cf Nm 9, 17-18).
¿Será eso idolatría ordenada por el propio Dios?
Vamos a dar un salto
en el tiempo y en la historia y a viajar al Nuevo Testamento. Aquí restaría la
entrada solemne de Jesús en Jerusalén. Está escrito:
“Y
la gente que iba delante y detrás de él gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!»” (Mt 21, 9).
Como aclaración, las
procesiones realizadas por los cristianos empezaron a inicios del siglo IV,
tras la declaración de libertad religiosa concedida por el emperador
Constantino. Hoy se realizan en varios momentos y ocasiones, siendo las más
comunes las de Semana Santa y el Corpus Christi y las procesiones en honor a
los santos patronos y a Nuestra Señora.
Vemos claramente,
con la Biblia en las manos, que el Arca de la Alianza, con sus querubines
(ángeles de oro) no fue solamente colocada en un lugar de honor y destacado en
el que se celebraba el culto, sino también llevada por los sacerdotes,
solemnemente en procesión, dando vueltas por la ciudad, al son de trompetas.
Hoy las procesiones
son caminatas de alabanza y de agradecimiento a Dios, incluso por los santos
que Él ha dado a la Iglesia: homenajeamos a Nuestra Señora, a san Sebastián, a
san Antonio,… Y sus imágenes representativas son conducidas, a ejemplo de los
querubines en el Arca, para recordar a los héroes del cristianismo y pedir su
intercesión. Además las procesiones están siempre relacionadas con el año
litúrgico.
¿Será eso idolatría?
Aleteia Brasil