“Está siendo una prueba
muy severa para la Iglesia”
En
la homilía de la Misa que
presidió por la fiesta de la Asunción de la Virgen María, el Arzobispo de
Valencia, Cardenal Antonio Cañizares, resaltó que nunca en la historia la Iglesia Católica ha
sido tan acosada como en estos tiempos.
Según
informa la agencia AVAN,
en su homilía el Purpurado español dijo que “la Iglesia en su peregrinar a lo
largo de los siglos XX y XXI ha padecido muchas tribulaciones, y nunca tal
vez en la historia se ha visto acosada como en este periodo”.
Esto,
dijo el Arzobispo, “está siendo una prueba muy severa para la Iglesia”.
Sin
embargo, continuó el Cardenal en la Catedral de Valencia, “aunque se empeñen
con ataques y persecuciones y aunque nos empeñemos los mismos cristianos con
nuestras infidelidades y cobardías, no vencerán porque la victoria ya se
ha dado y la señal y la prueba es María, glorificada y coronada”.
Por
ello, al celebrar la solemnidad de la Asunción de la Virgen, “se aviva en la Iglesia
y en los cristianos la esperanza firme y se siente movida a dar razones de la
esperanza que le anima, aún con el martirio, encarnación suprema y gozosa del
evangelio de la esperanza”.
“Con
María renace la esperanza en tomar parte en el triunfo de Cristo sobre la
muerte, ella es nuestra victoria, aquí se nos hace palpable la esperanza, María
alienta y anima nuestra esperanza en medio de tantas y tantas dificultades y en
ella encuentra la Iglesia también su gran esperanza”.
Por
ello, precisó, celebrar “la Asunción de María recobra hoy una actualidad y
luminosidad especiales”.
El
Cardenal animó a todos a ser luz en el mundo ya que “muchos cristianos están
sumidos hoy en una época y en una sociedad afectadas a menudo por un
oscurecimiento de la esperanza en la que tantos hombres y mujeres parecen
desorientados, inseguros, sin ánimo, sin aliento”.
Los
hombres y mujeres de hoy, lamentó el Arzobispo, parecen “envueltos en una gran
pérdida de la herencia cristiana, unida a una especie de agnosticismo práctico
y de indiferencia religiosa y un cierto miedo al futuro, aprisionados en el
aquí y el ahora”.
Jesús,
el Hijo de María, “es garantía de la victoria, certeza de la esperanza, y la
Iglesia es hoy, con María testigo de esperanza, camino en esperanza y llama a
la esperanza”.
La
Iglesia, destacó el Cardenal, “tiene la certeza de la presencia de Jesucristo
en ella, de que Dios no la deja en la estacada, como no deja en la estacada al
hombre por la resurrección” del Señor.
Fuente: ACI Prensa