El Pontífice dice que sus
últimas vacaciones fuera de la ciudad fueron en 1975
El
papa Francisco es el primer papa religioso en siglos. De ahí que no esté
acostumbrado a tomarse vacaciones. Juan Pablo II amaba la montaña y nadaba en
la piscina construida en su casa en Abruzzo para evitar ojos indiscretos.
Benedicto XVI visitaba Castel Gandolfo, leía, rezaba y tocaba piano y amaba
caminar al aire libre. Francisco, en cambio, le gusta descansar en casa.
El Ora
et labora se lo toma en serio. El Papa normalmente tiene vacaciones, en
casa. ¿Por qué? “Una vez leí un libro, interesante, titulado: ‘Alégrate de
ser neurótico’. También yo tengo algunas neurosis, pero hay que tratarlas
bien a las neurosis. Darles el mate cada día… Una de estas neurosis es que me
apego quizás demasiado al habitat”. Lo cuenta en la rueda de prensa en
el vuelo de Corea a Roma (18.08.2014).
¿Cuáles fueron sus últimas
vacaciones fuera de la ciudad?
“La
última vez que salí de vacaciones fuera de Buenos Aires, con la comunidad de
jesuitas, fue en 1975. Desde entonces, siempre me tomo vacaciones –¡de
verdad!–, pero en el habitat: cambio de ritmo. Duermo más, leo lo que me gusta,
escucho música, rezo más… Y así descanso”, indicó.
El
Papa además recuerda que su familia no era rica, pero no le faltaba nada, por
ende sus vacaciones han sido siempre austeras. En la adolescencia el papá,
contador, lo llevaba a la fábrica y en el verano le encontraba un trabajo para
enseñarle el ‘buen oficio’ de ganarse la vida.
En
julio y parte de agosto, el papa Francisco se toma sus pausas del verano romano
que le vienen bien y son suficientes, señaló. Igualmente indicó que también el
reposo es prudente para cuidar su salud.
En
2013, apenas elegido, Francisco puso fin a una tradición prolongada durante más
de 420 años; renunció a pasar sus vacaciones de verano en la residencia de
Castelgandolfo.
En
2014, la residencia abrió a los turistas, que se pueden ahora deleitar de los lindos
jardines de este palacio. Igualmente en 2016, decidió de abrir también al gran
público los apartamentos privados de la residencia. Allí, los turistas y fieles
pueden observar la cama donde murió Pío XII y Pablo VI, o el escritorio
donde Benedicto XVI escribió sus documentos o el auto Mercedes Benz que servia
a Juan Pablo II para visitar los campos romanos.
Ary Waldir Ramos
Díaz
Fuente:
Aleteia