El Papa emérito reitera
que la Liturgia es central en la vida de la iglesia
El papa
Benedicto XVI entregado a la vida contemplativa en el convento Mater
Ecclesiae en el Vaticano ha escrito el prólogo del volumen XI de la Opera
Omnia, apenas traducido en ruso, recordando la “prioridad” del Culto
divino y presente en el celo del monje San Benedicto (objeto de
su profunda investigación), que instituyó las principales reglas del orden
monástico y, en general religioso.
Precisamente,
el 25 de septiembre de 2017, el Metropolita Hilarión de Volokolamsk,
presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del
Patriarcado de Moscú, que se encontraba en Roma para un encuentro ecuménico,
donó a papa Francisco y al papa emérito Benedicto XVI el ejemplar del
volumen XI de la Opera Omnia, de Joseph Ratzinger, Teología de la
liturgia, traducido y publicado en ruso para las ediciones del Patriarcado de
Moscú.
Benedicto
XVI expresó que en el fondo aún con las diferencias “la esencia de la
liturgia en Oriente y Occidente es única y la misma”.
Lo
dijo al dirigirse a los lectores de la traducción del volumen. “Y espero que
este libro ayude también a los cristianos de Rusia a comprender de
una manera nueva y mejor el gran don que nos ha sido dado en la Santa
Liturgia”, manifestó.
San
Benedicto ha sido puesto por el papa Emérito como maestro de la centralidad de
Dios en la vida del hombre, antes que de cualquier cosa que haga y, así la
liturgia como una “prioridad” de su relación con Dios.
“En
la conciencia de los hombres de hoy las cosas de Dios y, por tanto, la liturgia
no son urgentes. Hay una necesidad urgente de cada cosa posible. La cosa de
Dios no parece urgente. Ahora bien, se podría decir que la vida monástica es en
todo caso algo diferente de la vida de los hombres en el mundo, y eso es
ciertamente correcto. Y sin embargo, la prioridad de Dios que olvidamos, vale
para todos”, advierte Benedicto XVI.
Dios
“Si
Dios ya no es importante, los criterios se mueven para establecer lo que es
importante. El hombre, al aislar a Dios, se somete a las limitaciones que lo
hacen esclavo de las fuerzas materiales y que así se oponen a su dignidad”.
Benedicto
XVI escribe que tras el Concilio Vaticano II ha tomado
conciencia de la prioridad de Dios en la liturgia divina.
Habla
de una mala interpretación de la reforma litúrgica que se difunde ampliamente
en la Iglesia Católica y que llevó a poner en primer lugar el “aspecto de la
instrucción y de la propia actividad y creatividad”. “El hacer de los hombres
hizo casi olvidar la presencia de Dios”, añadió.
Iglesia
“En
tal situación- continúa – se hizo cada vez más claro que la existencia de la
Iglesia vive en la celebración adecuada de la liturgia y que la Iglesia está en
peligro cuando la primacía de Dios ya no aparece en la liturgia y por tanto en
la vida”.
“La
causa más profunda de la crisis que ha trastornado a la Iglesia radica en la
oscuridad de la prioridad de Dios en la liturgia”, lamentó.
Benedicto
manifestó su compromiso en la renovación de la liturgia implícita en la reforma
de la Iglesia. “Todo esto me llevó a dedicarme más al tema de la liturgia que
en el pasado porque sabía que la verdadera renovación de la liturgia es
una condición fundamental para la renovación de la Iglesia”.
La
iniciativa es el resultado de una cooperación forma científica y editorial
entre la editorial del Patriarcado de Moscú, la Asociación Internacional
“Sofía: Idea Rusia, idea de Europa”, la Academia Internacional “Sapientia et
Scientia‘, la Libreria Editrice Vaticana y la Fundación que cuida de
la obra del Papa emérito.
El Metropolitan confirmó a
la Fundación Ratzinger que en primavera se organizará en Moscú una presentación
solemne del libro en la Facultad de Teología del Patriarcado. La
iniciativa continuará con la publicación rusa de la trilogía sobre Jesús
de Nazaret.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia