El Cardenal nos dice
que se incluyen a todos los jóvenes, y no sólo a los católicos, sino también a
los no creyentes
“Agradecemos
al Santo Padre esta iniciativa que permitirá expresar a los jóvenes
sus deseos, incertidumbres y expectativas”. Lo escribe el Cardenal Lorenzo
Baldisseri, Secretario general del Sínodo de los Obispos, en el mensaje en que
presenta la reunión pre-sinodal de los jóvenes de todo el mundo que se llevará
a cabo en Roma del 19 al 24 de marzo del próximo año. Se trata de un evento en
preparación a la XV Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre
el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, que también se
celebrará en el año 2018.
En
efecto, esta reunión pre-sinodal, que el Papa Francisco anunció
durante su Audiencia general del primer miércoles de octubre, “contribuirá –
tal como escribe el Cardenal Baldisseri – a enriquecer la fase de
consulta ya iniciada mediante la publicación del Documento Preparatorio”.
En
una entrevista realizada por nuestro colega Federico Piana el
Purpurado, refiriéndose a esta iniciativa pontifica, afirma: “Es muy importante
porque, como ha dicho el Santo Padre, queremos escuchar a los jóvenes;
queremos que los jóvenes sean los protagonistas de este evento. Naturalmente,
el Sínodo, la Asamblea, es sinodal, en el sentido de que son los Padres
sinodales quienes después se confrontarán y concluirán con un documento. Pero
nosotros queremos la participación de los jóvenes, no sólo dentro de la
Asamblea, a través del grupo de los auditores previsto por los estatutos, sino
que queremos que los jóvenes se interesen en la base haciendo sus
razonamientos, y también que tengan una proposición activa”.
“Por
esta razón – prosigue – hemos pensado hacer un ‘pre-sínodo’, donde ellos mismos
serán los actores principales”. Y explica que se trata sólo de una semana, lo
que constituye un tiempo suficiente, dado que no es posible contar con la
presencia de los jóvenes de todo el mundo. A la vez que destaca que en este
ámbito hablarán tanto en términos individuales – representando a diversos
grupos o a las Conferencias episcopales – o en los grupos de estudio, de manera
que al final, podrán ofrecer un documento para los Padre sinodales.
En
cuanto a la participación prevista el Cardenal Baldisseri nos dice
que precisamente se incluyen a todos los jóvenes, y no sólo a los católicos,
sino también a los no creyentes, sin olvidar, obviamente, que la Iglesia ofrece
la fe, si bien para llegar a la fe es necesario también el discernimiento
vocacional, que no se limita sólo a las vocaciones de la Iglesia. Sí porque
como explica el Secretario general del Sínodo de los Obispos, “vocaciones, en
sentido general, también quiere decir familia, por lo tanto, constituir la
familia, y esto es muy importante para un joven, quien, naturalmente, se debe
insertar en la comunidad, en la sociedad. A la vez que el primer paso que suele
realizar un joven es el de formarse una familia.
El
Purpurado concluye afirmando que la Iglesia desea que los jóvenes puedan
expresarse. De ahí la necesidad de escucharlos y, después, acompañarlos en el
sentido correcto de la palabra, es decir, haciéndoles propuestas fuertes, con
indicaciones concretas y, si fuera necesario, admoniciones, pero siempre en el
respeto de su autonomía y de su libertad.
María
Fernanda Bernasconi
Radio
Vaticano