Ante los urgentes desafíos
ecológicos, científicos, técnicos, migratorios y de la pobreza en el mundo, el
Papa Francisco alentó una teología que muestre el Dios salvífico y
misericordioso
El
Obispo de Roma recibió con alegría a los miembros de la Asociación Teológica
Italiana, destacando el clima el encuentro.
“En
estos días estamos inmersos en la contemplación de nuestro Dios, que se ha
implicado y comprometido con nuestra pobre humanidad hasta llegar a enviar a su
Hijo y a tomar, en Él nuestra frágil carne”.
El pensamiento teológico
cristiano y el Nacimiento de Jesús
“Todo
pensamiento teológico cristiano no puede no comenzar siempre e incesantemente
desde aquí, en una reflexión que nunca extinguirá el manantial vivo del Amor
divino, que se ha dejado tocar, mirar y saborear en la gruta de Belén”.
Destacando
el medio siglo de vida de esta asociación y el importante trabajo desarrollado,
el Papa alentó a sus miembros a perseverar ‘en el espíritu de servicio y de
comunión indicado por el Concilio Ecuménico Vaticano II’; impulsando la
‘fidelidad creativa’ y el ‘hacer teología juntos’, poniendo en guardia contra
el individualismo.
Imprescindible tarea de la
Teología para anunciar el Evangelio hoy
Y
con la importante y apremiante actualidad del ministerio teológico, en el
anhelo y perspectiva de una Iglesia en salida misionera, el Sucesor de Pedro
hizo hincapié en la importancia de la tarea de los teólogos, para que la
Iglesia pueda seguir anunciando el corazón del Evangelio a las mujeres y a los
hombres de hoy, en una cultura profundamente cambiada:
“
Se necesita una teología que ayude a todos los cristianos a anunciar y mostrar,
sobre todo, el rostro salvífico de Dios, el Dios misericordioso, en especial
ante algunos desafíos inéditos que involucran hoy a la humanidad: como el de la
crisis ecológica, el desarrollo de las neurociencias o de las técnicas que
pueden modificar al hombre; como el desafío de las cada vez más grandes
desigualdades sociales o de las migraciones de pueblos enteros; como el del
relativismo teórico, pero también el del relativismo práctico.
Y,
por ello, se necesita una teología, que como en la mejor tradición de la
Asociación Teológica Italiana, esté formada por cristianas y cristianos que no
piensen sólo en hablar entre ellos mismos, sino que sepan estar al servicio de
las diversas Iglesias y de la Iglesia. Y que se asuman también la tarea de
repensar la Iglesia para que sea conforme al Evangelio que debe anunciar”.
El
Papa expresó su complacencia al “saber que tantas veces y de distintas formas,
aun recientemente, ya lo han hecho: afrontando explícitamente el tema del
anuncio del Evangelio y de la forma Ecclesiae, de la sinodalidad, de la
presencia eclesial en contexto de laicidad y democracia, del poder en la
Iglesia. Espero, por lo tanto, que vuestras investigaciones puedan fecundar y
enriquecer a todo el pueblo de Dios”.
Encontrar a Cristo, la
teología de rodillas y el pueblo de Dios
Antes
de concluir, el Papa reiteró su aliento a no perder nunca la capacidad del
‘estupor’. “El estupor que nos lleva a Cristo, el encuentro con Cristo”. Y sin
olvidar que “el teólogo estudia, piensa, reflexiona, pero lo hace de rodillas”,
recordó asimismo que es importante “hacer teología ‘en’ la Iglesia, es decir
‘en’ el santo pueblo fiel de Dios, que tiene – dijo- con una palabra que no es
teológica el ‘olfato de la fe’”.
Fuente: Aleteia