Rueda de prensa a bordo del avión en su regreso de
Myanmar y Bangladesh
Texto de la entrevista del Papa a bordo
del avión
Papa Francisco: Buenas noches, si pensamos aquí, o buenas tardes si pensamos en Roma.
Muchas gracias por su trabajo, y como ha dicho Greg (Greg Burke), dos países
muy interesantes, con culturas muy tradicionales, profundas, ricas. Por esto
pienso que su trabajo ha sido muy intenso, muchas gracias.
La crisis de
los rohingya ha centrado gran parte de este viaje a Asia, ayer les nombró por
su nombre finalmente en Bangladesh, ¿se ha quedado con las ganas de haber hecho
lo mismo en Myanmar?, ¿de haberles nombrado con esta palabra ‘rohingya’?, y
¿qué sintió ayer cuando les pidió perdón?
Papa Francisco: No fue la primera vez ayer, varias veces en público, desde la Plaza de
San Pedro, en Ángelus o en audiencia los he nombrado (la periodista interrumpe
y precisa “pero en este viaje”). Sí, pero quiero subrayar que ya se sabía lo
que yo pensaba y lo que decía; pero su pregunta es muy interesante porque me
lleva… (Francisco deja de hablar en español y continúa su respuesta en
italiano).
Su pregunta es
interesante porque me lleva a reflexionar sobre cómo busco comunicarme, para mí
la cosa más importante es que el mensaje llegue y por esto buscar decir las
cosas, paso a paso, y escuchar las respuestas a fin de que llegue el mensaje.
Un ejemplo de la vida cotidiana: un joven, una joven en la crisis de la
adolescencia puede decir lo que piensa, pero tirando la puerta en la nariz del
otro…y el mensaje no llega, se cierra.
A mí me
interesa que este mensaje llegase. Para esto he visto que si en el discurso
oficial hubiese dicho esa palabra daba la puerta contra la nariz, pero he
descrito las situaciones, los derechos, ningún excluido, la ciudadanía, para
permitirme en las conversaciones privadas ir más allá.
He quedado muy
satisfecho con las conversaciones que pude tener, porque es verdad (que) no he
tenido el placer de tirar la puerta en la nariz, públicamente una denuncia,
pero he tenido la satisfacción de dialogar y hacer hablar al otro, y decir lo
mío; y así el mensaje ha llegado, y a tal punto ha llegado que he continuado, y
ha terminado ayer…con eso. Y esto es muy importante en la comunicación: la
preocupación que el mensaje llegue. Tantas veces denuncias, también en los
medios, pero no quiero ofender, pero con cualquier agresividad cierran la
puerta y el mensaje no llega, y ustedes que son especialistas en hacer llegar el
mensaje, para mí comprenden bien esto.
Después, ¿qué
he sentido ayer? Esto no era programado así. Sabía que encontraría a los
rohingya, no sabía dónde y cómo, pero esta era la condición del viaje para mí,
y se preparaban los modos. Después de tantas gestiones con el gobierno, con las
cáritas…
El gobierno ha
permitido este viaje, de estos que vinieron ayer. Porque el problema para el
gobierno que les protege y les da hospitalidad, y esto es grande. Aquello que
hace Bangladesh por ellos es grande, un ejemplo de acogida, país pequeño, pobre
que ha recibido 700 mil. Yo pienso en los países que cierran las puertas,
debemos ser agradecidos por el ejemplo que nos han dado. El gobierno debe
moverse, por las relaciones internacionales con Myanmar, con permisos, diálogo,
porque están en un campo de refugiados, están en un estado especial de
refugiados, pero al final vinieron, espantados, no sabían.
Alguien les
había dicho ‘ustedes saluden al Papa, no digan nada’, así, alguien que no era
del gobierno de Bangladesh, gente que se ocupaba de los trámites.
En un cierto
punto después del diálogo interreligioso, la oración interreligiosa, esto ha
preparado el corazón de todos nosotros. Estábamos religiosamente muy abiertos.
Yo al menos lo sentía así. Y llegó el momento de que ellos llegasen para
saludarme, en fila india, y eso no me ha gustado. Uno, otro, pero de pronto
querían sacarlos del escenario y ahí me he molestado y he gritado un poco. Soy
pecador. Les he dicho tantas veces la palabra ‘respeto, respeto, deténganse’ y
ellos se quedaron ahí.
Después de
haberles escuchado uno a uno con el intérprete que hablaba en su lengua,
comencé a sentir cosas dentro, pero no puedo dejarles ir sin decirles una
palabra. Pedí el micrófono y comencé a hablar. No recuerdo qué dije. Sé que en
un cierto punto he pedido perdón, por dos veces. No recuerdo.
Su pregunta es
qué cosa he sentido. En aquel momento lloraba, buscaba que no se viese. Ellos
lloraban. Y después he pensado que estábamos en un encuentro interreligioso y
los líderes de las otras tradiciones religiosas estaban allá. ‘¿No vienen
también ustedes? Estos eran los rohingya de todos nosotros’.
Ellos han
saludado a los rohingya y yo no sabía qué cosa más decir, los miraba, los
saludaba, y he pensado que todos nosotros hemos hablado, los líderes
religiosos, ‘pero uno de ustedes que haga una oración’, y aquel que creo era un
imán o digamos un clérigo entre comillas de su religión, hizo la oración.
También ellos han rezado. He visto todo el transcurrir y todo el camino he
pensado que el mensaje ha llegado.
No sé si he
satisfecho su pregunta. Parte era programada, pero la gran parte salió
espontáneamente.
Después hoy fue
hecho un programa de uno de ustedes, no sé quién o …del TG1 (telegionarle1). Un
programa largo, largo, ¿quién lo ha hecho?
Porque fue
repetido por el TG4 y no sé yo, no lo he visto, pero algunos que están aquí lo
han visto. Es una reflexión de que el mensaje ha llegado no solo aquí. Ustedes
han visto hoy las cubiertas de los diarios, todos han recibido el mensaje, y no
he escuchado alguna crítica. Quizá haya, pero no la he escuchado.
Santo Padre, su
viaje al sur de Asia tuvo un gran éxito, sabemos que usted desea ir a la India,
también, en este viaje. ¿Cuál fue exactamente la razón para no visitar India en
este viaje? Indios en India, millones de fieles esperan que el Santo Padre
visite la India el próximo año. ¿Podemos esperar que vaya a la India en 2018?
El primer plan
era ir a la India y Bangladesh, pero después las (tramitaciones), tratativas
para ir a la India se retrasaron y el tiempo apremiaba. Elegí estos dos países:
Bangladesh y junto Myanmar. Y fue providencial porque para visitar la India se
necesita un solo viaje. Porque se debe ir al sur, al centro, al este, al
noreste, al norte, y por las diversas culturas de la India. Espero poder
hacerlo el 2018, ¡si vivo! Pero la idea era la India y Bangladesh, después el
tiempo nos ha obligado a hacer esta elección. Gracias.
Santidad, hay
una pregunta del grupo de periodistas de Francia. Cuando oponen el diálogo
interreligioso y la evangelización, durante este viaje usted ha hablado del
diálogo para construir la paz. ¿Pero cuál es la prioridad: evangelizar o
dialogar por la paz? Porque evangelizar significa suscitar conversiones que
provocan tensiones y a veces crean conflictos entre los creyentes. Por tanto,
¿cuál es su prioridad: evangelizar o dialogar?
Papa Francisco: Primera distinción: evangelizar no es hacer proselitismo. La Iglesia
crece no por proselitismo, sino por atracción, es decir por testimonio. Esto lo
ha dicho el Papa Benedicto XVI. ¿Cómo es la evangelización? Vivir el Evangelio
y testimoniar cómo se vive el Evangelio, testimoniar la santidad, testimoniar
Mateo 25, testimoniar al buen samaritano, testimoniar el perdón 70 veces 7 y en
este testimoniar el Espíritu Santo trabaja y se dan las conversiones, pero
nosotros no somos muy entusiastas para hacer rápido las conversiones, si
vienen, esperan, se habla, la tradición de ustedes…buscar (que) una conversión
sea la respuesta a algo que el Espíritu Santo ha movido en mi corazón ante el
testimonio de los cristianos.
En el almuerzo
que tuve con los jóvenes de la JMJ de Cracovia, una decena de jóvenes de todo
el mundo, uno me hizo esta pregunta: qué debo decir a un compañero de
universidad, amigo, que es ateo, qué debo decirle para cambiarlo, para
convertirlo. La respuesta fue esta: ‘La última cosa que debes hacer es decir
algo, tú vive el Evangelio y si él te pregunta por qué haces esto, le puedes
explicar por qué lo haces. Y deja que el Espíritu lo active’. Esta es la fuerza
y la mansedumbre del Espíritu Santo, no es un convencer mentalmente, una
apologética, con las razones, es el Espíritu que hace la vocación. Nosotros
somos testimonios, testimonios del Evangelio, ‘testimonio’ es una palabra
griega que se dice mártir, martirio de todos los días, martirio también de la
sangre, cuando llega. Y su pregunta es prioritaria, ¿la paz o la conversión?
Pero cuando se vive con el testimonio y el respeto, se hace la paz. La paz
comienza a romperse en este campo cuando comienza el proselitismo y hay tantos
modos de proselitismo y esto no es Evangelio. No sé si he respondido.
Durante la
Guerra Fría, el Papa San Juan Pablo II dijo que la política mundial de
disuasión nuclear estaba justificada como moralmente aceptable. El mes pasado
usted ha dicho en una conferencia sobre el desarme que la misma posesión de
armas nucleares es condenable. ¿Qué cosa ha cambiado en el mundo que lo ha
llevado ha hacer este cambio? ¿Qué rol tuvieron los episodios y las amenazas
entre el Presidente (Donald) Trump y Kim Jong Un en su decisión? Qué cosa dice
usted a los políticos que no quieren renunciar a los arsenales nucleares o ni
siquiera disminuirlos?
Preferiría que
se hiciesen primero las preguntas sobre el viaje. Lo digo a todos. Pero hago
una excepción porque él hizo la pregunta. Ahora terminamos con todas las del
viaje, después quisiera decir algo sobre el viaje y luego vienen las otras
preguntas.
¿Qué ha
cambiado? Cambió la irracionalidad. Me viene a la mente la encíclica Laudato
si’: el cuidado de lo creado, de la creación.
Desde el tiempo
del Papa San Juan Pablo II hasta hoy, a todo esto han pasado tantos años,
¿cuántos?, ¿tienes los datos? ‘82, ‘92, 2002, 2012…34 años. En lo nuclear, en
34 años se ha ido más allá, más allá, más allá…
Hoy estamos al
límite. Esto se puede discutir, pero es mi opinión, pero mi opinión convencida:
estamos al límite de la legalidad de tener y usar las armas nucleares. ¿Por
qué? Porque hoy con el arsenal nuclear así sofisticado, estamos en riesgo de
destruir la humanidad o al menos de gran parte de la humanidad. Esto lo conecto
con la Laudato si’
¿Qué cosa ha
cambiado? Esto: el aumento del armamento nuclear. Ha cambiado así, son
sofisticadas, y también crueles, también son capaces de destruir las personas,
dejando…sin tocar las estructuras. Pero estamos al límite, y por qué estamos al
límite me hago esta pregunta – esto no como magisterio pontificio, sino es la
pregunta que se hace un Papa -. ¿Hoy es lícito mantener los arsenales nucleares
como están o hoy para salvar lo creado, salvar la humanidad no es necesario
retroceder?
Regreso a una
cosa que la había dicho, que es de Guardini, no es mía: hay dos formas de
incultura. Primero la incultura que Dios nos dio para hacer la cultura con el
trabajo, con la investigación, más adelante. Pero pensemos a las ciencias
médicas, tanto progreso, tanta cultura, la mecánica, tantas cosas; y el hombre
tiene la misión de hacer cultura de la incultura recibida.
Pero llegamos a
un punto donde el hombre tiene a la mano, con esta cultura, la capacidad de
hacer otra ‘incultura’. Pensemos en Hiroshima y Nagasaki. Esto hace 60-70 años
atrás, la destrucción. Y también esto sucede cuando no se llega a tener todo el
control de la energía atómica. Piensen en los accidentes de Ucrania. Por esto,
regresando a las armas, que son para vencer destruyendo, digo que estamos al
límite de la legalidad.
Me gustarían
más sobre el viaje, porque pareciera que el viaje no ha estado interesante.
Santidad, no sé
cuánto usted nos puede responder, pero tengo curiosidad de su encuentro con el
General Hlaing, porque he aprendido mucho sobre esta situación estando aquí y
he entendido que, aparte de Aung San Suu Kyi, está este militar que es muy
importante en la crisis y que usted encontró personalmente: ¿Qué tipo de
encuentro fue y cómo fue hablar con él?.
Buena pregunta.
Yo distinguiría entre dos encuentros, dos tipos de encuentro. El que he hecho
para ir al encuentro de la gente, y el encuentro donde he recibido gente. Este
general me pidió hablar y lo recibí, yo nunca cierro la puerta. Usted pide
hablar, viene. Hablando no se pierde nada, siempre ganas. Fue una buena
conversación, que no puedo decirla porque era privada, pero yo no he negociado
la verdad. Pero lo hice de tal manera que él entendió un poco que un camino,
como era en los malos tiempos, renovada hoy, no es viable. Fue un buen
encuentro, civilizado e incluso allí llegó el mensaje
Usted ha
encontrado a Aung San Suu Kyi, el presidente, los militares, el monje, que crea
algunas dificultades, y luego ha ido a Bangladesh y se ha reunido con el primer
ministro, el presidente, los líderes islámicos. ¿Qué cosa Ud. sacaría de estos
encuentros?, ¿Cuál es su análisis de todos estos encuentros y su perspectiva
para el futuro y el desarrollo de estos países?
No será fácil
avanzar en un desarrollo constructivo y no será fácil para alguien que quisiera
retroceder. Estamos en un punto donde se deben estudiar las cosas. Alguien, no
sé si es verdad, me dijo que el estado de Rachine, es un estado muy rico de
piedras preciosas y que tal vez había intereses, siendo un poco una tierra sin
la gente para trabajar, pero no sé si es verdad, estos son los supuestos que se
dicen, también sobre África se dice tanto. Pero creo que estamos en un punto en
el que no será fácil el seguir adelante de una manera positiva y no será fácil
volver. Porque la conciencia de la humanidad de hoy; el hecho de alrededor de
los rohingya, que las Naciones Unidas ha dicho que los rohingyas son ahora la
minoría religiosa y étnica más perseguida en el mundo, este es un punto que, el
que debe regresar, debe hacerlo pronto.
Estamos en un
punto allí, que con el diálogo comienza el paso, otro paso, tal vez medio paso
atrás y dos adelante, pero como lo hacen las personas, con benevolencia y
diálogo, nunca con la violación, nunca con la guerra. No es fácil. Pero es un
punto de inflexión. ¿Se hace este punto de inflexión para el bien? ¿O se hace
este punto de inflexión para retroceder? Eso sí, la esperanza yo no la pierdo.
Pero ¿por qué? Sinceramente, si el Señor ha permitido esto que vivimos ayer, y
que hemos vivido de una manera más reservada, entre dos discursos; el Señor
permite algo para prometer otra. Tengo esperanza cristiana, nunca se sabe.
Nosotros
queremos saber de un Papa que todos los días habla de prófugos, refugiados,
inmigrantes. ¿Le hubiera gustado ir a un campo de prófugos de los rohingya?
¿Por qué no ha ido?
Me hubiera
gustado ir, me hubiera gustado ir pero no fue posible. Se estudiaron las cosas,
pero no fue posible por varios factores, el tiempo, la distancia, y otros
factores; pero el campo de refugiados vino con una representación, pero me
hubiera gustado, eso es verdad, pero no fue posible.
Santidad,
gracias, quería preguntar velozmente dos cosas, una sobre la globalización
porque hemos visto sobre todo en Bangladesh. El motivo de mi pregunta que se
refiere al viaje, que es un país que está tratando de salir de la pobreza, pero
con sistemas que parecen para nosotros realmente pesados, hemos podido ver en
una gran plaza este lugar donde se ha caído el edificio que era usado por la
industria textil, y mil cien personas muertas, cinco mil heridos que trabajaban
por 60 euros al día, en nuestro restaurante por comer un plato de pasta o de
pizza se pagaba 50 euros y esto es increíble. Para usted en cuanto a visto o
escuchado, ¿es posible salir de este mecanismo?; y la otra pregunta es algo que
pensamos todos: Sobre los rohingya parecía que había la intención de intervenir
de grupos yihadistas, Al Qaeda, ISIS, buscaban hacerse tutores, de este pueblo,
de la libertad de este pueblo. Interesante que el jefe de la cristiandad se
haya mostrado amigo, de alguna manera de este grupo extremista ¿Es justa esta
sensación?
Voy por la
segunda. Hubo grupos terroristas allí que intentaban aprovecharse de la
situación rohingya, que son personas de paz. Estos son como todos las etnias,
todas las religiones. Siempre hay un grupo fundamentalista, también nosotros
los católicos los tenemos. Los militares justifican su intervención para estos
grupos. Yo no busco hablar con estas personas, busco hablar con las víctimas,
porque las víctimas son los rohingya, quienes de una parte sufrieron esa
discriminación y por otra parte fue defendida de los terroristas. El gobierno
de Bangladesh tiene una campaña muy fuerte, según me dijeron los ministros, de
tolerancia cero al terrorismo, no solo por eso, para evitar otros puntos, pero
aquellos que se alistaron en el ISIS, que no son rohingya, sino un grupo
fundamentalista y extremista, pequeño. Pero esto hacen los extremistas,
justifican la intervención que destruyó lo bueno y lo malo.
Bangladesh
buscando salir de la globalización pero a un precio alto con la gente explotada
por poco dinero.
Es uno de los
problemas más graves, hablé sobre esto en reuniones personales, ellos son
conscientes de esto, son conscientes que la libertad hasta cierto punto está condicionada
no sólo por los militares, sino también por los grandes fideicomisos
internacionales y se han centrado en la educación y creo que fue una sabia
elección. Y hay planes para la educación, me mostraron los porcentajes de los
últimos años y cómo ha caído la no educación. Bastante. Y eso es lo que han
elegido, y tal vez vaya bien. Y afirman que con la educación, el país va
Hoy el país de
donde viene es Birmania, antes de esto usted ha estado en Corea, Filipinas, Sri
Lanka, la impresión es que está rodeando por entero a China, por tanto dos
preguntas sobre China ¿Es en preparación a un viaje a China? y segundo: ¿qué
cosas ha aprendido de este viaje sobre la mentalidad asiática en vista a este
proyecto de China?
Hoy, la señora
consejera de Estado de Myanmar fue a Beijing. Vemos que hay diálogos. Beijing
tiene una gran influencia en la región, es natural, el Myanmar no sé cuántos
kilómetros de frontera hay. Incluso en la Misa habían chinos que vinieron. Creo
que estos países que rodean la China, Laos, Camboya, necesitan buenas
relaciones, están cerca y esto me parece es sabio, si es políticamente
constructivo, puede continuar. Es cierto que China hoy es una potencia mundial,
si vemos que este lado puede cambiar el panorama, pero serán los politólogos quienes
lo expliquen, yo no puedo explicarlo, me parece natural que tengan una buena
relación.
El viaje a
China no está en preparación, pueden estar tranquilos, por el momento no está
en preparación. Pero hablando de Corea, cuando me dijeron que estábamos cruzando
tierras chinas, sí quería decir algo: me gustaría visitar China, me gustaría,
no es algo oculto. Las negociaciones con China son de alto nivel, culturales,
hoy, por ejemplo, en estos días hay una exposición de los museos del Vaticano
allí, luego habrá uno o hubo uno, no sé, de los museos chinos en el Vaticano,
las relaciones culturales, científicos, profesores, sacerdotes que enseñan en
universidades estatales chinas, están allí. Luego está el diálogo político,
especialmente para la Iglesia china, con esa historia de la Iglesia Patriótica,
la Iglesia clandestina que debe ir paso a paso con delicadeza, como lo están
haciendo, lentamente, creo que en estos días, hoy comenzará una sesión mañana
en Beijing de la comisión mixta. Se necesita paciencia. Pero las puertas del
corazón están abiertas. Y creo que será bueno para todos viajar a China, me
gustaría hacerlo.
Quisiera
preguntar si ha escuchado sobre las críticas que ha recibido en estos días San
Suu Kyi por haber hablado de los rohingya
He escuchado
todo aquello, escuché las críticas, también escuché la crítica de no haber ido
a la provincia de Rachine. Hoy ella ha ido medio día, más o menos. Pero en
Myanmar es difícil evaluar una crítica sin preguntar: ¿ha sido posible hacer
esto?, o ¿cómo será posible hacer esto? No quiero decir que no fue un error ir
o no ir. Pero en Myanmar la situación política, es una nación en crecimiento,
políticamente en crecimiento, es una nación en transición, tiene tantos valores
culturales en la historia, pero políticamente está en transición. Es por esto
que las posibilidades deben también evaluarse desde esta óptica. En este
momento de transición, ¿sería posible o no hacer esto o aquello?, y ver si fue
un error o no fue posible. No solo para la señora consejera de estado, también
para el presidente, los diputados, el parlamento. En Myanmar, siempre debemos
hacer avanzar la construcción del país y ahí se hará, como dije al principio,
dos pasos adelante, uno atrás, dos adelante, dos atrás. La historia nos enseña
esto. No puedo responder de otro modo el poco conocimiento que tengo en su
lugar. Yo no quisiera caer en lo que hacía un filósofo argentino que fue
invitado a dar conferencias a países de Asia una semana, y cuando regresaba,
escribía un libro sobre la realidad de ese país. Y esto es presuntuoso.
El encuentro
con el general estaba originalmente previsto para el jueves en la mañana, pero
usted quería ver primero a San Suu Kyi. Cuando el general pidió verlo primero
el día de la llegada, para usted fue como un “aquí mando yo, debe verme a mí
primero”. ¿En ese momento usted ha sentido que querían manipularlo?
La solicitud
fue hecha porque él debía viajar a China. En cualquier caso que sucedan estas
cosas, si yo puedo cambiar la cita lo hago. Las intenciones no lo sé, pero a mí
me interesaba el diálogo, un diálogo que ellos pidieron y ellos vinieron a mí.
Mi visita no estaba prevista. Y creo que era lo más importante el diálogo que
el supuesto que dice “aquí mandamos nosotros y somos los primeros”.
Puedo
preguntarle, usted ha dicho que no puede decir lo que se habló durante el
encuentro privado, pero ¿puedo preguntarle si durante aquel encuentro se usó la
palabra rohingya con el general?
Usé las
palabras para llegar al mensaje y cuando he visto que el mensaje era aceptado
he dicho lo que quería decir. “Intelligenti pauca” (Nota del Editor: proverbio
en latín, se puede entender como: a buen entendedor, pocas palabras).
Por mi parte
tengo una pregunta, porque ayer cuando hemos estado con los sacerdotes que han
profesado sus votos, he pensado si no tienen miedo de ser sacerdotes católicos
en este momento de la vida católica en ese país, y si ellos le han preguntado a
usted ¿qué hacer cuando llega el miedo y no saben qué hacer?
Yo siempre
tengo la costumbre que cinco minutos antes de la ordenación hablo con ellos en
privado, y me han parecido serenos, tranquilos, con conciencia de la misión.
Normal, normal. La pregunta que les hice: ¿Juegan futbol? ‘Sí’, todos, es una
pregunta importante, una pregunta teológica, pero eso del miedo no lo he
percibido, ellos saben que deben ser cercanos, cercanos a su pueblo, eso sí, se
sienten cercanos al pueblo, y eso me ha gustado.
Luego he
hablado con los formadores, con algún obispo y me han dicho que antes de entrar
al seminario se hace un pre-seminario, al punto que aprenden tantas cosas,
incluso aprenden perfectamente el inglés, por decir, una cosa práctica,
aprenden el inglés y empiezan el seminario, al punto que en la ordenación no es
a los 23, 24; es a los 28, 29 años. Parecen niños, porque todos se ven muy
jóvenes, todos, incluso el mayor de ellos, pero los veo seguros. Ellos son
cercanos a su pueblo, es así, y se cuidan porque cada uno de ellos pertenecen a
una etnia y por esto se cuidan.
Les doy las
gracias, por las preguntas, les agradezco por todo lo que han hecho. ¿Qué
piensa el Papa de su viaje? A mí el viaje me hace bien cuando logro a encontrar
el pueblo del país, el pueblo de Dios, cuando logro hablar, encontrarlos,
saludarlos, el encuentro con las personas. Hemos hablado del encuentro con los
políticos. Sí, es cierto, se debe hacer, con los sacerdotes, los obispos, pero
con la gente, esto, el pueblo, el pueblo que es propio lo profundo de un país.
Cuando encuentro esto, cuando llego a encontrarlo, ahí soy feliz.
Les agradezco
tanto por su ayuda, muchas gracias por sus preguntas e incluso de las cosas que
aprendo con sus preguntas. Gracias, buena cena.
Fuente: Aleteia