En el caso de los no creyentes, prosiguió, es importante que tengan en
cuenta que "colaborar con nosotros
reporta un beneficio social
El director del
Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia de la Conferencia Episcopal
Española (CEE), P. Miguel Ángel Jiménez, animó a marcar la X en la declaración
de la Renta y explicó el destino de esos fondos.
En España,
desde el año 2008 el sostenimiento de la Iglesia depende de quienes deciden
marcar la casilla de la "Iglesia Católica" en su declaración de
impuestos, también conocida como declaración de la Renta.
De esta manera,
el contribuyente destina un 0,7% de sus impuestos, sin coste adicional, a la
labor de la Iglesia. Esta casilla es compatible con otra, llamada de
"fines sociales" de la que también se beneficia la Iglesia en un
porcentaje similar a la anterior.
En entrevista
concedida al Diario de Sevilla, el sacerdote resaltó que al marcar esta casilla
se ayuda a la Iglesia, algo que un creyente puede comprender bien.
En el caso de
los no creyentes, prosiguió, es importante que tengan en cuenta que "colaborar
con nosotros reporta un beneficio social. Uno no necesita ser creyente para
ayudar a los drogodependientes, para que se abran centros de mayores".
"Hay una
inmensa labor, muy humana, que a veces no se ve. Los sacerdotes ofrecen su
tiempo y su esfuerzo a los demás”, aseguró.
Esta casilla
supone el 25% de los ingresos de la Iglesia, precisó, y recordó que "el resto proviene de colectas, suscripciones y
donativos”.
La mayor parte
del dinero se dedica “a la labor social, pero también a la conservación del
patrimonio. Los gastos de cada diócesis son diferentes" y cada una
"decide qué es más prioritario”.
A pesar de que
la crisis económica en España ha comenzado a remitir, también han disminuido
las personas en riesgo de exclusión social. “Creo que no hay que hablar de
cifras, sino de situaciones concretas. La gran victoria es que un drogodependiente
salga de esa situación, o que las personas que están sin hogar lo tengan
gracias a esta labor", dijo el sacerdote.
"Ojalá
pudiéramos hablar de éxito. Lo que yo conozco es gente muy generosa, se vuelca,
incluso a pesar de la crisis”, expresó.
Sobre la labor
del Estado en la ayuda a las personas necesitadas, el P. Jiménez asegura que sí
debería ser este el que “se preocupase de que todas las personas que formamos
parte de la sociedad al menos tuvieran una forma de vida digna. Pero el hecho
de que la red humana de una sociedad pueda proteger a cualquier persona que se
encuentra en una mala situación es importante”.
Además precisó
que aunque el Estado es el responsable, “no tiene derecho a abarcar tanto que
la sociedad se convierta en una gran ramificación burocrática en el que el
Estado controla todo”.
Aunque una
parte de la sociedad está “desencantada”, dijo el sacerdote, también alabó que
exista “una gran sensibilidad social”. “Además, hay que preguntarse qué
asociación tiene capacidad para movilizar a un millón de jóvenes, como ocurrió
en las Jornadas Mundiales de la Juventud de Madrid".
"Yo no
diría que estamos ante una sociedad apática. Quizás hay que reactivar un poco y
decirles que merece la pena luchar por los demás, ser solidarios y comprometerse.
Creo que cuando se les presenta una oportunidad, responden”, declaró el
director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia de la CEE.
El presbítero
apuntó en la entrevista que recientemente una joven acudió a él porque tenía un
problema. “No era muy practicante, pero me dijo: ‘Me ocurre esto y busco a
alguien que me ayude de forma desinteresada, por eso acudo a usted’”.
“¿Conoce
alguna otra institución que se siente, escuche y ayude a encontrar soluciones
como la Iglesia?”, cuestionó el P. Jiménez quien también subrayó la
importancia de que “los propios feligreses se ofrezcan, cada uno de la forma en
que le sea posible”.
“No me vale
ir a Misa y no hacer nada por la comunidad, hay que pensar que nos tenemos
que ayudar porque esa persona que lo necesita es mi hermano porque también es
hijo de Dios”, insistió.
Patrimonio
Sobre el
patrimonio inmobiliario que la Iglesia Católica tiene en España, el P. Jiménez
explicó que se trata de patrimonio pero “no en sentido normal”, sino que “no
podemos venderlo como haría cualquier propietario. Mantenerlo es un gran coste
y reportamos un beneficio a la sociedad”.
En ese sentido
destacó los numerosos puestos de trabajo que se crean alrededor de ese
patrimonio y que además “para el creyente supone una gran riqueza espiritual.
No es incompatible admirar, poniendo otro ejemplo, la Semana Santa de Sevilla,
con la importancia que tiene para los creyentes”.
Respecto a
disputa de la titularidad de la Mezquita de Córdoba, el sacerdote explicó que
“la Junta de Andalucía ya reconoció en los 90 que es una propiedad de la
Iglesia”.
Es propiedad de
la Iglesia “desde el siglo XV, cuando se consagró como catedral. Antes de la
invasión, allí ya había una iglesia visigoda... Piensa en lo que cuesta
conservarla".
"Nuestro
patrimonio rinde mucho a la sociedad, y se lo debemos dejar a los cristianos
que habrá cuando nosotros no estemos”, apuntó.
El P. Jiménez
comenta también en la entrevista que tener contacto con los feligreses le ha
ayudado a comunicar los objetivos de las campañas Xtantos que la CEE realiza a
favor de marcar la X para la Iglesia Católica en la declaración de la renta.
“Tienes que
tener contacto porque hablas desde lo concreto y lo real. Además, desde estas
campañas siempre nos hemos preocupado de conocer lo que se hace, visitando
muchas parroquias”, asegura el sacerdote.
Fuente: ACI Prensa