El Pontífice escuchó en Chile la historia de Héctor
Marín Rossel
El Papa se reunió con dos víctimas de la
represión de los años setenta en Chile este jueves 18 de enero de 2018, en su
último día en el país, antes de partir a Perú para la segunda y última etapa de
su gira en América Latina.
Héctor
Marín Rossel fue
una de las víctimas de la dictadura encabezada por el dictador Augusto
Pinochet. El hermano de Marín fue secuestrado y asesinado en la ciudad de
Iquique, norte de Chile, en 1973.
Marín le manifestó al Obispo de
Roma que “en
sus manos” deja la esperanza de encontrar a más “detenidos
desaparecidos”.
Entretanto, le agradeció
por el apoyo de la Iglesia Católica chilena y destacó “la gran labor de
promoción y defensa de los derechos humanos”.
El hombre que perdió a su
hermano le entregó una carta al Pontífice y contó a los medios comunicación
locales que en ella escribe sobre la “lucha” de los “familiares para
encontrar a los “detenidos desaparecidos”.
La reunión no
estaba en el programa oficial y fue anunciada por Greg Burke director
de la oficina de prensa a los periodistas unos días antes del inicio de viaje
apostólico.
En septiembre
1973, la dictadura inició con el derrocamiento del gobierno socialista elegido
democráticamente de Salvador Allende. Pablo VI era pontífice y por consejo del
cardenal chileno Raúl Silva Henríquez no condenó abiertamente el régimen para
salvar más vidas.
En efecto, la
Iglesia ayudó a exiliar miles de chilenos y protegerlos de las torturas,
persecuciones y ejecuciones. Pinochet murió en 2006 y se perpetuó en el poder
hasta 1990.
En 1986,
Pinochet había recibido en la Casa de la Moneda al papa Juan Pablo II que no se
reunió con las víctimas del régimen en esa ocasión para no hacer caer el puente
diplomático y seguir apoyando el episcopado chileno en el objetivo de unirlo y
trabajar por la transición democrática sin entrar en la confrontación política.
La policía secreta
de Pinochet participó en una red del terror y represión junto con otros
países de la región; Brasil, Argentina, Paraguay que se denominó la ‘Operación
Cóndor’.
Se calcula que
durante el régimen de Pinochet, alrededor de 4.000 personas fallecieron o
desaparecieron en Chile, y otras decenas de miles fueron exiliadas, incluida la
actual presidenta Michelle Bachelet. Ella y su madre fueron torturadas.
Y su padre asesinado.
La justicia
chilena aún está activa para realizar procesos y emitir condenas contra ex
miembros del régimen, en especial de la policía secreta, por sus abusos contra
los derechos humanos durante el periodo más oscuro de la historia del país.
Marín exhortó a
Francisco a que haga un llamado a las fuerzas armadas y al gobierno de
Chile a colaborar en esta cruzada humanitaria por las víctimas, según refirió
Greg Burke a la prensa.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia






