El Pontífice manifestó que
la voluntaria interrupción de la existencia es una afirmación ideológica del
hombre que cree tener poder sobre la vida misma
El
papa Francisco lamentó el crecimiento “de la demanda de la eutanasia en
muchos países como una afirmación ideológica de la voluntad del hombre de tener
poder sobre la vida”. Lo expresó ante los participantes de la Asamblea
Plenaria del ex Santo Oficio este viernes 26 de enero de 2018 en la audiencia
realizada en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano.
Durante
esa sesión plenaria, los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe,
también estudiaron algunos temas delicados relacionados con el acompañamiento
de pacientes terminales.
“El
hombre de hoy ya no sabe quién es y, por lo tanto, se esfuerza por reconocer
cómo actuar ante el bien”, dijo el Papa a la Congregación que tiene como
cometido ‘promover y tutelar la doctrina sobre la fe y las costumbres en todo
el orbe católico’.
El
Obispo de Roma advirtió que el proceso de secularización asimismo ha
llevado a considerar la “interrupción voluntaria de la existencia humana” como
una opción de “civilización”.
Para
el Papa es claro que esta es una opción que mira a la “eficiencia” y la “productividad”,
y no considera la “dignidad de la persona”.
El
Pontífice alertó de la sobrevaloración detrás de “absolutizar los conceptos de
la autodeterminación y la autonomía”. En este escenario, reiteró
que “la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural, tiene una
dignidad que la hace intangible”.
La Iglesia misionera de
esperanza ante el dolor y el sufrimiento
El
Papa aseguró que a la Iglesia le pertenece la misión y el servicio de ofrecer
al hombre contemporáneo una opción que de sentido a la vida y su existencia, a
pesar del dolor y del sufrimiento.
“El
dolor, el sufrimiento, el significado de la vida y la muerte son realidades que
a la mentalidad contemporánea le resulta difícil enfrentar con una mirada llena
de esperanza”, afirmó el Pontífice: “Sin una esperanza confiable que
lo ayude a lidiar con el dolor y la muerte, el hombre no puede vivir bien y
mantener una perspectiva segura frente a su futuro”.
Así,
remarcó el carácter pastoral de la misión de la Iglesia y de la Congregación
vaticana encargada de la recta fe.
“Los
pastores auténticos son aquellos que no se desentienden del hombre, ni lo dejan
en las garras de su desorientación y de sus errores, pero con verdad y con
misericordia lo traen de regreso para encontrar su verdadero rostro en el
bien”, añadió.
En
su intervención pidió una auténtica pastoral, es decir, a toda acción dirigida
a “tomar al hombre de la mano, cuando ha perdido el sentido de su dignidad y de
su destino, para conducirlo con confianza a redescubrir la paternidad
amorosa de Dios, su buen destino y las formas de construir un mundo más
humano”.
De
esta manera, subrayó la “gran tarea que le espera a la Congregación y a
cualquier otra institución pastoral en la Iglesia”.
La
Congregación para la Doctrina de la Fe procede también como tribunal y juzga
los delitos graves, como los abusos a menores, que también recordó el Papa en
su alocución.
Benedicto
XVI, el 21 de mayo de 2010, promulgó una versión actualizada que incluyen
normas procesales para los ‘delitos graves’ (como los delitos sexuales
cometidos por miembros del clero) y que son de competencia exclusiva de la
Congregación.
Además,
recientemente se adaptó a las normas dictadas por el papa Francisco para los
casos de nulidad matrimonial (in favorem fide). “Juzga los delitos
cometidos contra la fe y también los delitos más graves cometidos contra la
moral o en la celebración de los sacramentos”, reza la ley canónica.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia