En el Ángelus el Papa recuerda a los migrantes y
refugiados
Después de rezar la antífona mariana del
Ángelus en vísperas de su viaje apostólico a Chile y Perú, el Santo Padre pidió
a los fieles que lo acompañen con su oración. Y en la Jornada Mundial del
Migrante reafirmó que nuestra respuesta común debe articularse en torno a
cuatro verbos fundados en los principios de la doctrina de la Iglesia: “acoger,
proteger, promover e integrar”.
A la hora del Ángelus del
segundo domingo del tiempo ordinario, y en vísperas de su viaje apostólico a
Chile y Perú, el Santo Padre dio su cordial bienvenida a los numerosos fieles y
peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro, deseosos de escuchar su
comentario al Evangelio, rezar por sus intenciones de pastor de la Iglesia
universal y recibir su bendición apostólica.
Al igual que en la Epifanía y en
el Bautismo de Jesús – comenzó explicando el Papa – también el Evangelio de hoy
propone el tema de la manifestación del Señor al referir que Juan Bautista lo
indica a sus discípulos como “el Cordero de Dios”, invitándolos a que lo sigan.
De la misma manera es para
nosotros – dijo Francisco – puesto que Aquel al que hemos contemplado en el
misterio de la Navidad, ahora estamos llamados a seguirlo en la vida cotidiana.
Y tras recordar que el tiempo litúrgico sirve para animar y verificar el camino
de los creyentes en una dinámica que se mueve entre epifanía y seguimiento, y
entre manifestación y vocación, el Papa Bergoglio afirmó que el relato
evangélico de este domingo indica las características esenciales del itinerario
de fe de los discípulos de todos los tiempos.
Sí – porque como explicó el
Santo Padre – esto nace de la pregunta que Jesús dirigió a los dos que,
impulsados por Juan, comienzan a seguirlo. Y la pregunta es: “¿Qué buscan?”. La
misma que se vuelve a presentar la mañana de Pascua, y que el Resucitado
dirigirá a María Magdalena. Por esta razón el Sucesor de Pedro agregó que
“cada uno de nosotros, en cuanto seres humanos, estamos en la búsqueda: en
busca de la felicidad, del amor, o de la vida buena y plena. Y Dios Padre nos
ha dado todo esto en su Hijo Jesús.
Antes de rezar la antífona
mariana el Papa afirmó que podremos realizar tantas experiencias en nuestra
vida, y muchas cosas, así como establecer relaciones con tantas personas, pero
sólo la cita con Jesús, en la hora que Dios conoce, puede dar sentido pleno a
la vida haciendo fecundos los propios proyectos e iniciativas.
De ahí que haya recordado la
necesidad de superare una religiosidad rutinaria y prevista, reavivando el
encuentro con Jesús en la oración, la meditación de la Palabra de Dios y
asistencia frecuente a los Sacramentos, para estar con Él y dar frutos gracias
a Él, a su ayuda y a su gracia.
Propósito por el que pidió a la
Virgen María, a fin de adherir a Él, que quita el pecado del mundo, para volver
a encontrar, en Él, la esperanza y el impulso espiritual.
Francisco recordó
la celebración de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado
Después de rezar la antífona mariana,
Francisco recordó la celebración de la Jornada Mundial del Migrante y del
Refugiado. Y destacó que asistió a la celebración de la Santa Misa – que
presidió esta mañana – un buen grupo de emigrantes y refugiados residentes en
la diócesis de Roma. Por esta razón dijo que en su mensaje para esta ocasión
subraya que las migraciones hoy son un signo de los tiempos. Puesto que “cada
forastero que llama a nuestra puerta es una ocasión de encuentro con
Jesucristo, que se identifica con el extranjero acogido o rechazado en
cualquier época de la historia”. A la vez que reafirmó que nuestra respuesta
común debería articularse en torno a cuatro verbos fundados en los principios
de la doctrina de la Iglesia, a saber: “acoger, proteger, promover e integrar”.
Al mismo tiempo, Francisco
señaló que de ahora en adelante y por motivos pastorales, la Jornada Mundial
del Emigrante y del Refugiado se celebrará cada segundo domingo de septiembre,
con lo cual la del año próximo será, precisamente, el 8 de septiembre de 2019.
El Papa recordó que mañana viajará a Chile y Perú
También añadió: “Mañana viajaré a Chile y
Perú. Les pido que me acompañen con la oración en este viaje apostólico”.
Al saludar a los numerosos
fieles y peregrinos – familias, grupos parroquiales y asociaciones –
Francisco dirigió un pensamiento especial a la comunidad latinoamericana
de Santa Lucía en Roma, que celebra 25 años de su fundación. Y lo hizo con las
siguientes palabras: “En este feliz aniversario, le pido al Señor que los colme
de bendiciones para que puedan seguir dando testimonio de su fe en medio de las
dificultades, alegrías, sacrificios y esperanzas de su experiencia migratoria”.
El Santo Padre se despidió de
los fieles con un hasta pronto, no sin antes desear a todos feliz domingo y con
su habitual recomendación de no olvidarse de rezar por él.
Vatican.va
Fuente:
Aleteia






