¿Son los traficantes realmente la principal causa
de la trata?, cuestionó el Pontífice
El papa Francisco denunció el tráfico que
consiste en la venta de seres humanos como esclavos y reconoce
que hay quienes “no quiere hablar (del problema) porque son los destinatarios
al final de la “cadena del consumo”, como utilizadores del ‘servicio’ que es
ofrecido por la calle o en internet”.
“Si hay
tantas chicas que son víctimas del tráfico que terminan en las calles de
nuestras ciudades, es porque muchos hombres aquí – jóvenes, de mediana
edad, ancianos – demandan estos servicios y están dispuestos a pagar por su
placer”, expresó Francisco desde la Sala Clementina del Palacio
Apostólico este lunes 12 de febrero de 2018.
El Pontífice
condenó, sin rodeos, la hipocresía de los clientes que pagan por sexo, sin
importarles las víctimas para satisfacer el propio placer. Lo hizo al responder
a las preguntas formuladas por jóvenes que participan en la Jornada Mundial de
reflexión contra la Trata de Personas en Roma.
“Me
pregunto entonces, ¿son los traficantes realmente la principal causa del
tráfico? Yo creo que la causa principal sea el egoísmo sin escrúpulos de tantas personas
hipócritas de nuestro mundo”.
“Por
supuesto, arrestar a los traficantes es un deber de la justicia. Pero la
verdadera solución es la conversión de los corazones, el acabar con la demanda
para terminar el mercado”, añadió.
El Papa pidió
una “real conciencia” sobre la ‘demanda del tráfico’ que está detrás de la
oferta (cadena de consumo) pues “todos estamos llamados a salir de la
hipocresía y enfrentar la idea de ser parte del problema
en lugar de dar la vuelta al otro lado proclamando nuestra inocencia”.
Por otro
lado, el líder de la Iglesia católica también señaló que el problema del
tráfico de seres humanos se agudiza cuando “los países son víctimas de la
pobreza extrema, la violencia y la corrupción, la economía, el marco legal y
las infraestructuras básicas son ineficientes y no garantizan la seguridad, los
activos y los derechos esenciales”.
“En estos
contextos, los perpetradores de estos crímenes actúan con impunidad”. “El
crimen organizado y el tráfico ilegal de drogas y de seres humanos eligen a las
víctimas entre las personas que hoy tienen escasos medios de subsistencia y aún
menos esperanzas para el mañana”.
¿Qué hacer?
“La respuesta es, por lo tanto, crear oportunidades para el desarrollo humano
integral, comenzando con una educación de calidad desde la primera infancia,
creando oportunidades de crecimiento a través del empleo”.
“Estos dos
modos de crecimiento, en diferentes etapas de la vida, representan los
antídotos contra la vulnerabilidad y el tráfico”, añadió.
El Papa
remarcó como “la cultura del descarte” es la base de “comportamientos que, en el
mercado y en el mundo globalizado, conducen a la explotación del ser humano, en
todos los niveles. La pobreza, las necesidades, los dramas de muchas personas
terminan por normalizarse”.
Asimismo,
señaló que algunos Estados promueven, “dentro de la comunidad internacional,
una política particularmente dura al querer derrotar a la trata de personas;
esta actitud es en sí misma engañosa porque, debido a los intereses económicos
detrás de ella, no queremos abordar las causas de raíz”.
Además, “a
nivel internacional las posiciones no siempre son coherente con las políticas
internas. Realmente espero que ustedes puedan enviar un mensaje a los
líderes de todos los niveles del gobierno, del mundo de los negocios y de la
sociedad, pidiendo el acceso a una educación de calidad y, por lo tanto, a un
empleo justo y sostenible”.
Por ello,
instó a trabajar por una “estrategia que incluya un mayor conocimiento del tema
del tráfico (trata), a partir de una terminología clara y testimonios concretos
de los protagonistas, sin duda pueden ayudar”.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia