Francisco alaba la comunidad fundada por Don Zeno
Saltini
“Los niños huérfanos entienden solo el
lenguaje del amor, como descubrió don Zeno Saltini”, dijo el papa Francisco
este jueves 10 de mayo de 2018 durante su viaje pastoral a la comunidad
católica de Nomadelfia, en la región de Toscana, en el centro de Italia.
El Papa llegó esta mañana a
recordar la obra de Don Zeno Saltini (1900-1981) y para expresar su apoyo a la
comunidad que fundó este sacerdote en 1948 y quien sufrió porque sus
ideas ‘revolucionarias’ fueron censuradas por la Iglesia.
En Nomadefilia visitó a 60
familias que viven como los primeros cristianos en Jerusalén cuando compartían
sus afectos y sus bienes.
Francisco, que se conmueve
siempre en sus viajes cuando tiene delante niños, ancianos y enfermos, destacó
que ante
los sufrimientos de los niños huérfanos y más necesitados, Saltino comprendió
que el único lenguaje que ellos comprenden es el del amor.
Así, destacó la especial forma
de sociedad donde “no existe espacio para el aislamiento o la soledad, sino que
rige el principio de la colaboración entre las distintas familias, donde los
miembros se reconocen como hermanos”.
“Fraternidad” es la palabra
clave que les une; se comparte todo, desde el trabajo, la tierra y el cariño
por los niños abandonados o por los abuelos ‘descartados’.
“Sigan por este camino,
encarnando el modelo del amor fraterno, también mediante obras y signos
visibles, en los múltiples contextos donde la caridad evangélica los llama,
pero siempre conservando el espíritu de don Zeno que quería una Nomadelfia ligera
y esencial en sus estructuras”, sostuvo el Papa.
“Ante
un mundo muchas veces hostil a los ideales predicados por Cristo, no duden en
responder con el testimonio alegre y sereno de su vida, inspirada en el Evangelio”, agregó.
Francisco recordó el “ardor apostólico” del
fundador para preparar el terreno a la semilla del Evangelio. “Le había quedado
impresa la frase de Jesús: ‘Ninguno que pone mano al arado y después mira para
atrás es adecuado para el reino de los cielos’. La repetía a menudo, quizás
presagiando las dificultades que iba a encontrar por encarnar, en la
cotidianidad, la fuerza renovadora del evangelio”, expresó.
En efecto, Don
Zeno pidió al papa Pío XII poder salir del sacerdocio para continuar con la
comunidad como laico. Juan XXIII lo rehabilitó en 1962. La
reconciliación final llegó cuando Juan Pablo II visitó la comunidad en mayo de
1989. Hoy el papa Francisco rezó ante la tumba de Don Zeno y ha puesto una
piedra con su nombre (Franciscus).
Actualmente Nomadelfia está
conformada por más de 300 personas y su mayor comunidad está en Grosseto, a más
de 100 kilómetros al norte de Roma y se inspira en la vida de los primeros
cristianos descrita en los Hechos de los Apóstoles.
“La multitud de aquellos que se
habían convertido en creyentes tenían un corazón sólo y un alma sola, y ninguno
consideraba de su propiedad lo que le pertenecía, sino que entre ellos todo era
común”, citó el Papa.
“Los exhorto a continuar este
estilo de vida, confiando en la fuerza del Evangelio y del Espíritu Santo
mediante un limpio testimonio cristiano”, abundó.
Se trata de una
especial forma de monasterio laico donde se cultiva la tierra y se vive de lo producido. Los niños
estudian en centros educativos y a la mayoría de edad pueden elegir quedarse o
seguir su camino lejos de la comunidad.
“Nomadelfia – según su fundador Don Zeno
Saltini – se puede definir como una población fundada sobre la fraternidad
universal, por lo que esta fraternidad es ley. Por tanto, ni patrones ni
siervos. Nunca patrones de nadie, nunca dadores de empleo, nunca trabajadores
por debajo de nosotros”.
Después de la visita, el
Pontífice se trasladó a la también localidad toscana de Loppiano, donde se
encontró con los miembros de la Obra de María, en el centro Internacional del
Movimiento de los Focolares.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia