Durante el Regina Coeli
del VI domingo de Pascua, el Papa explicó que el amor por los demás no puede
reservarse para momentos excepcionales, sino que debe convertirse “en la
constante de nuestra existencia”
AP/EAST NEWS |
En
el VI domingo del tiempo Pascual, el Papa Francisco aseguró que “la Palabra de
Dios continúa indicándonos estilos de vida coherentes para ser la
comunidad del Señor resucitado” y concretamente el Evangelio de hoy, representa
“la entrega de Jesús”.
Antes
de rezar la oración mariana del Regina Coeli asomado desde el balcón de la
Plaza de San Pedro, el Papa indicó que debemos vivir “en la corriente del amor
de Dios” para que nuestro amor no pierda por la calle su ardor y su audacia e
invitó a “recibir con gratitud el amor que viene del Padre” tratando de no
separarnos “con el egoísmo y el pecado”, algo que – puntualizó – es un programa
“difícil pero no imposible”.
Lo
primero a tener en cuenta – señaló Francisco – es que “el amor de Cristo no es
un sentimiento superficial, sino una actitud fundamental del corazón” que se
manifiesta en vivir como Él quiere. Y es por ello que el amor se debe realizar
“en la vida cotidiana, en las actitudes y en las acciones” o de lo contrario –
detalló – “es solo algo ilusorio”.
Disponibilidad para amar
al prójimo
Y
es un amor, que debemos compartir con los demás. “Jesús ha indicado en diversas
ocasiones quién es el otro para amar” dijo Francisco, amor que debe ser
expresado “no en palabras sino con hechos”.
Es
a él a quien encontramos en nuestro camino – continuó – y quien, con “su rostro
y su historia” nos llama. También es “Él” quien, con su propia presencia “me
aleja de mis intereses y mis certezas” y quien “espera mi disponibilidad a
escuchar y hacer un trozo del camino juntos”. Una disponibilidad – dijo el Papa
– que debemos tener hacia “cada hermano y hermana”: “sea quien sea y en
cualquier situación que sea, empezando por aquellos cercanos a mí en la
familia, en la comunidad, en el trabajo, en la escuela…” detalló.
El
Papa también explicó que “este amor por los demás no puede reservarse para
momentos excepcionales”, sino que debe convertirse “en la constante de nuestra
existencia”. Y es por eso que estamos llamados – dijo el Santo Padre – a
mantener a los ancianos “como un tesoro precioso y con amor”, incluso “si crean
problemas económicos e inconvenientes”. Y es por eso que a los enfermos,
“incluso en la última etapa, les debemos brindar toda la asistencia posible”.
“Esta es la razón por la que los niños por nacer son siempre bienvenidos”,
porque “la vida siempre debe ser protegida y amada desde la concepción hasta su
ocaso natural”.
Por
último, afirmó que somos amados por Dios en Jesucristo, quien nos pide de
amarnos como Él nos ama, “pero esto no lo podremos hacer si no tenemos su mismo
corazón” y es por ello que estamos llamados a asistir a la Eucaristía cada
domingo – explicó el Papa – que tiene como finalidad “formar en nosotros el
corazón de Cristo”.
Después del Regina Coeli
Día
también en el que además de saludar a todos los peregrinos presentes en la
Plaza de San pedro, recordó la beatificación de Clara Fey, que tuvo lugar ayer
en Alemania, agradeciendo a Dios por su ejemplo de testimonio del Evangelio,
siendo una educadora solidaria de los jóvenes desfavorecidos, y pidió oración
por la población de la República Centroafricana, donde en los últimos días se
han perpetrado episodios de violencia que han dejado muchos muertos y heridos,
entre ellos, el fallecimiento de un sacerdote.
Vatican Media
Fuente:
Aleteia