El Prefecto de
Doctrina de la Fe y futuro cardenal español, Mons. Luis Ladaria, ha ratificado
que el “no” a la ordenación de mujeres es “doctrina definitiva” en un artículo
publicado en el diario oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano
El Prefecto de Doctrina de la Fe y la Basílica de San Pedro. Fotos: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
En su escrito,
titulado “El carácter definitivo de la doctrina de ordinatio
sacerdotalis, a propósito de algunas dudas”, el cardenal asegura que la
doctrina no cambiará: “en relación con el sacerdocio ministerial, la Iglesia
reconoce que la imposibilidad de ordenar a mujeres pertenece a la
sustancia del sacramento de la orden”.
“La Iglesia no
cuenta con la capacidad para cambiar esta sustancia, porque es precisamente a partir
de los sacramentos, instituidos por Cristo, que es generada como Iglesia. No se
trata solamente de un elemento disciplinar, sino doctrinal, puesto que se
relaciona con la estructura de los sacramentos, que son lugar originario del
encuentro con Cristo y de la transmisión de la fe”, escribe en el artículo.
Ladaria
recuerda que “Cristo ha querido conferir este sacramento a lo doce
apóstoles, todos hombres, que, a su vez, lo han comunicado a otros
hombres”.
“La Iglesia se
ha reconocido siempre vinculada a esta decisión del Señor, la cual excluye
que el sacerdocio ministerial pueda ser válidamente conferido a las mujeres”,
sostiene.
Al respecto,
recuerda la postura de San Juan Pablo II en la carta apostólica Ordinatio
sacerdotalis de 1994 en la que decía que “la Iglesia de ninguna manera
tiene la facultad de conferir a las mujeres la ordenación sacerdotal y que esta
sentencia debe ser tenida de modo definitivo por todos los fieles de la
Iglesia”.
“La Congregación
para la Doctrina de la Fe, en respuesta a una duda sobre la enseñanza de
la Ordinatio sacerdotalis, ha confirmado que se trata de una
verdad perteneciente al depósito de la fe”.
El purpurado
muestra su “seria preocupación” por las dudas que “todavía en algunos países”
se dan sobre este tema.
“Para sostener
que esta doctrina no es definitiva, se argumenta que no ha sido definida
como ex cathedra y que, entonces, una decisión posterior de un
futuro Papa o concilio podría derrocarla”.
“Sembrando
estas dudas se crea una grave confusión entre los fieles, no solo
sobre el sacramento del orden como parte de la constitución divina de la
Iglesia, pero también sobre el magisterio ordinario que puede enseñar de modo
infalible la doctrina católica”.
El futuro
cardenal explica que “consciente de no poder modificar, por obediencia al
Señor, esta tradición, la Iglesia se esfuerza también por profundizar en su
significado, para que el querer de Jesucristo, que es el Logos, no está nunca
privado de sentido”.
“La diferencia
de funciones entre el hombre y la mujer no lleva consigo ninguna subordinación,
sino un enriquecimiento mutuo. Se recuerda que la figura en la que se cumple la
Iglesia es María, Madre del Señor, la cual no ha recibido el ministerio
apostólico”, explica.
En la última
parte del escrito, hace memoria de cómo San Juan Pablo II revisó la cuestión
con varios presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo. Asimismo,
recordó cuando Benedicto XVI dijo que la Iglesia “no ha obtenido ninguna
autorización de parte del Señor” para ordenar mujeres.
También el Papa
Francisco en la exhortación apostólica Evangelii gaudium subrayó
que “el sacerdocio está reservado a los hombres, como signo de Cristo esposo
que se entrega en la eucaristía”.
En la
conferencia de prensa a bordo del avión papal a su regreso de la visita a
Suecia el 1 de noviembre de 2016, Francisco afirmó que “sobre la ordenación de
mujeres en la Iglesia católica, la última palabra clara fue dada por San Juan
Pablo II, y esta permanece”.