El
Papa Francisco ha criticado duramente la política migratoria de Donald Trump,
Presidente de los Estados Unidos de América porque es “inmoral”, advierte de un
invierno demográfico en Europa y vuelve a negar el sacerdocio femenino
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El Papa Francisco y Donald Trump durante su visita al Vaticano en mayo de 2017. Foto: Vatican Media |
En
una entrevista concedida a la agencia Reuters, el Pontífice ha respondido de
esta manera a la polémica suscitada estos días por la decisión de separar a las
familias de migrantes en la frontera con México, dejando a muchos niños
encerrados en jaulas y separados de sus padres.
En
concreto, asegura que la medida de Trump es “contraria a nuestros valores” y
que es “inmoral”. “No es fácil, pero los populismos no son la solución”,
remarcó.
Francisco
asegura estar de acuerdo con los obispos de Estados Unidos, quienes han
rechazado esta política migratoria, y añadió en la entrevista que los
populismos “están creando una psicosis”. Además, alertó de “un invierno
demográfico grande” sobre todo en Europa. Sin inmigración, “Europa se quedará
vacía”, añadió.
Sin
embargo, el Papa recuerda que el problema ya existía antes de que Trump llegara
a la presidencia de los Estados Unidos: “en los tiempos de Obama he celebrado
una Misa en Ciudad Juárez (México), en la frontera, y en la otra parte
concelebraban 50 obispos, y en el estadio había muchísimas personas. Ahí
existía ya el problema, no es solo de Trump, sino también de los gobiernos
anteriores”.
Fenómeno migratorio en
Europa
Sobre
el caso de la embarcación “Aquarius”, que en Europa ha
suscitado una enorme polémica, principalmente en Italia y España, y que
transportaba a 629 inmigrantes, el Papa expresó que “creo que no hay que
rechazar a la gente que llega, hay que recibirla, ayudarla y acomodarla,
acompañarla, y luego se ve donde se pone, pero en toda Europa”.
Se
refería así al rechazo del nuevo gobierno de Italia de acoger a los refugiados
de la nave, que finalmente llegaron hasta Valencia (España) al serles negados
el acceso a Italia.
“Europa
ha sido hecha por la inmigración. Veamos la actualidad. (…) La historia actual
es que hay gente que llega pidiendo ayuda. (…) Italia y Grecia han sido
valientes y generosas al acoger a esta gente. En Oriente Medio Turquía ha sido
también valiente, el Líbano, Jordania”.
“A
un cierto momento, hagámoslo todos, ¿no? La gente escapa de la guerra o del
hambre. Volvamos al hambre. En África, ¿por qué hay hambre? Porque en el
inconsciente colectivo nuestro hay un lema que dice que África debe ser
explotada. Muchas veces cuando se va a África es para explotarla. Yo he hablado
de esto con Merkel y ella está de acuerdo en que debemos invertir en África,
pero invertir ordenadamente y dar fuentes de trabajo, no ir para explotarla”,
declara en la entrevista.
“Cuando
un país –continúa– da la independencia a un país africano, pero del suelo para
arriba –el subsuelo no es independiente– y después se lamenta porque los
africanos hambrientos vienen aquí, ¡hay injusticia en eso!”.
“Europa
debe hacer un trabajo de educación e invertir en África para evitar la
inmigración de raíz. Algunos gobiernos lo están pensando bien, y después se
necesita prepararlos como se pueda, pero crear la psicosis no es una medicina.
Y también hay un problema. Nosotros enviamos de vuelta al remitente a la gente
que viene. Esta gente termina en las cárceles de los traficantes”.
Por
tanto, "el populismo no resuelve, lo que resuelve es la acogida, el
estudio, la preparación, la prudencia, porque la prudencia es una virtud del
gobierno y el gobierno debe ponerse de acuerdo. Yo puedo recibir a un cierto
número y organizarlos. Hay un tráfico de esclavitud, los gobiernos lo deben
entender, pero no es fácil la acogida, la educación, integrarles en la medida
que se puede, y no se puede buscar una solución única. La solución primera es
la de invertir en el lugar cuando no hay guerra”, dice el Papa.
En
la entrevista, realizada por el periodista Philip Pullella, Francisco también
habla de su Pontificado. Preguntado sobre las críticas que recibe, asegura
rezar por aquellos que hablan “cosas feas” de él.
Mujeres en la Iglesia
Explica
que el futuro de la Iglesia está “en la calle” y revela que
quiere nombrar a otras mujeres como encargadas de las oficinas de la Santa
Sede, porque ellas son más capaces de resolver conflictos, aunque esto no debe
llevar al “machismo en falda”.
“Estoy
de acuerdo en que deben ser más mujeres en la Curia. Para poner a una mujer
Vice directora en la Oficina de Prensa tuve que luchar”, dice sobre en
referencia a Paloma García Ovejero, nombrada por el Pontífice en julio de 2016.
“Entre
los candidatos con los que estoy hablando para cubrir el puesto de Prefecto en
la Secretaría de la Comunicación hay también una mujer, pero ella no está
dispuesta porque tiene otros compromisos. Son pocas, hay que poner más”, afirma
sobre el tema.
“Tengo
la experiencia de Buenos Aires. Primero hacía un consejo con los consejeros
sacerdotes sobre un tema que había que resolver, pero después discutía el mismo
tema con un grupo mixto y el resultado era mucho mejor. Las mujeres tienen una
capacidad de entender las cosas, una visión distinta. También la experiencia
que he tenido aquí con las cárceles. He visitado muchas cárceles, las cárceles
que están bajo la dirección de una mujer parece que van mejor”.
“Creo
que sería también así en la Curia, si hubiese más mujeres, incluso aunque
alguno ha dicho que habría más chismorreos, pero no lo creo, porque los hombres
también somos muy chismosos”, dice en la entrevista.
Sacerdocio femenino
Sobre
el sacerdocio femenino, dice lo mismo que ya ha explicado en otras ocasiones:
"Juan Pablo II fue claro y cerró la puerta, y yo no vuelvo sobre esto. Era
algo serio, no un capricho”.
“Existe
la tentación de ‘funcionalizar’ la reflexión sobre las mujeres en la Iglesia,
que deben hacer esto, que tienen que ser esto otro. No, la dimensión de la
mujer va más allá de las funciones. Es algo más grande. Volvamos a Hans Urs Von
Balthasar, que concibe la Iglesia con dos principios: el principio petrino que
es masculino, y el principio mariano que es femenino, y no hay Iglesia sin
mujeres”.
“Con
el orden sagrado no se puede porque dogmáticamente no va”, agregó. “No debemos
reducir la presencia de la mujer en la Iglesia a la funcionalidad. No, es una
cosa que el hombre no puede hacer. El hombre no puede ser la esposa de Cristo.
Es la mujer, la Iglesia, la esposa de Cristo”.
Sobre
este tema, también explica que “en el Cenáculo parece ser más importante María
que los Apóstoles. Sobre esto se debe trabajar y no caer, lo digo con respeto,
en una actitud feminista”.
“En
la Iglesia hay funciones diversas, también la mujer puede ser jefe de un
Dicasterio. Esto tiene una función, pero debe tener más que la función. Es otra
dimensión de unidad, de acogida, de esposa. La Iglesia es esposa”, revalida.
Asegura
que físicamente se encuentra bien, aunque continúa con dolor en las piernas
causado por problemas de espalda. Vuelve a decir que en un futuro podría
renunciar por razones de salud, como hizo Benedicto XVI en 2013, aunque “en
este momento, no se me pasa por la mente”.
Por Álvaro de
Juana
Fuente:
ACI Prensa