A la Salus Popoli Romani, en la Basílica de Santa María La Mayor en Roma, Francisco confió su magisterio apenas elegido como Sumo Pontífice
Ayer concluyó el mes dedicado a la Virgen María. Por la tarde, como cada año, en
los Jardines Vaticanos tuvo lugar la procesión con antorchas desde la Iglesia
de San Esteban de los Abisinios a la Gruta de Lourdes
“Cultiven
la devoción a la Virgen con la oración cotidiana del Rosario, para que como la
Madre de Dios, acogiendo los misterios de Cristo en vuestra vida, puedan ser
siempre más un don de amor para todos”. Fue la invitación del Papa, en la
audiencia general del 9 de mayo pasado, ocasión en la cual invitó especialmente
a rezar por Siria.
El vínculo especial con la
Virgen a María
Como
todos sus predecesores, el Papa Francisco ha siempre demostrado su amor por
María. A la Salus Popoli Romani, en la Basílica de Santa María La Mayor en
Roma, Francisco confió su magisterio apenas elegido como Sumo Pontífice. Así
también manifestó su predilección por la querida Virgen Desatanudos, una de las
advocaciones marianas más populares de su país natal, Argentina.
María, arca segura en el
diluvio
En
numerosas oraciones el Papa se ha dirigido a María, subrayando la ayuda que la
Madre de Dios nos da a todos para superar las dificultades de la vida.
“¡Cuantas veces – dijo en la homilía de la Fiesta de la Traslación del
Icono de la Salus Popoli Romani en enero pasado - el corazón es una mar
en tempestad donde las olas de los problemas se sobreponen y los vientos de las
preocupaciones no cesan de soplar! María es el arca segura en medio del
diluvio”.
María, mujer de la escucha
Son
tantas las cualidades que el Pontífice ha querido resaltar de la venerada
Virgen. Es así, que en la conclusión del mes mariano del 2013, rezando el
Rosario en la plaza, recitó esta oración:
“María,
mujer de la escucha, hace abrir nuestros oídos, hace que sepamos escuchar la
Palabra de tu Hijo Jesús entre las miles de palabras de este mundo, hace que
sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, cada persona que encontramos,
especialmente aquella que es pobre, necesitada, en dificultad.
María, mujer de la
decisión
María,
mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y nuestro corazón, parar que
sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús, sin dudar. Dónanos el coraje de
la decisión, de no dejarnos arrastrar para que otros orienten nuestra vida.
María, mujer de la acción
María,
mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan “rápido”
hacia los otros, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar
como tú, en el mundo la luz del Evangelio.
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