En el Ángelus Papa
Francisco habla de la parábola del grano de mostaza
© Jeffrey Bruno ALETEIA |
Por
eso, dice el Papa, en los momentos de oscuridad y dificultad, no debemos
sentirnos abatidos, sino permanecer anclados en la fidelidad de Dios, en su
presencia que siempre salva. Recuerden esto: Dios siempre salva, el Salvador.
Jesús
compara el Reino de Dios a un granito de mostaza. Es una semilla muy pequeña,
pero se desarrolla tanto que se convierte en la más grande de todas las plantas
en el huerto: un crecimiento impredecible, sorprendente. No es fácil para
nosotros entrar en esta lógica de la imprevisibilidad de Dios y aceptarla en
nuestras vidas. Pero hoy el Señor nos exhorta a una actitud de fe que supera
nuestros proyectos, nuestros cálculos, nuestras previsiones.
Es
una invitación para abrirnos con más generosidad a los planes de Dios, ya sea a
nivel personal como comunitario. En nuestras comunidades debemos prestar atención
a las pequeñas y grandes oportunidades de bondad que el Señor nos ofrece,
dejándonos involucrar en su dinámica de amor, de bienvenida y de misericordia
para con todos nosotros.
Vatican
Media
Fuente:
Aleteia