Catequesis hoy en la
audiencia general
![]() |
Antoine Mekary | ALETEIA | I.MEDIA |
“El
fin de semana pasado estuve en Irlanda para participar en el Encuentro Mundial
de las Familias, que tenía como lema: ‘El Evangelio de la familia, alegría para
el mundo’. Deseaba animar a las familias cristianas en su vocación para ser
transmisoras de la alegría y de la fecundidad del amor de Dios en medio de la
sociedad y del mundo”, lo dijo el Papa Francisco en la Audiencia General del
último miércoles de agosto de 2018, comentando su reciente Viaje Apostólico
Internacional a Irlanda, con ocasión del IX Encuentro Mundial de las Familias.
El sueño de Dios para toda
la familia humana
Las
miles de familias – esposos, abuelos, hijos – reunidas en Dublín, con toda la
variedad de idiomas, culturas y experiencias, señaló el Santo Padre, fueron
signos elocuentes de la belleza del sueño de Dios para toda la familia humana.
“El
sueño de Dios, agregó el Pontífice, es la unidad, la armonía y la paz, fruto de
la fidelidad, el perdón y la reconciliación que nos ha dado en Cristo. Él llama
a las familias a participar de este sueño y a hacer del mundo un hogar donde
nadie esté solo, no querido o excluido”. Por lo tanto, afirmó el Papa, el tema
de este Encuentro Mundial fue muy apropiado: “El Evangelio de la Familia,
alegría para el mundo”.
La Iglesia, una familia de
familias
Agradeciendo
al Presidente de Irlanda, a las diversas autoridades gubernamentales, civiles y
religiosas, y a las muchas personas de todos los niveles que ayudaron a
preparar y llevar a cabo los eventos de este Encuentro, el Papa Francisco
recordó a las Autoridades en el Castillo de Dublín que, “la Iglesia es una
familia de familias y que, como un cuerpo, sostiene a estas sus células en su
papel indispensable en el desarrollo de una sociedad fraterna y solidaria”.
Los testimonios del amor
conyugal
Asimismo,
el Santo Padre señaló que, los verdaderos puntos-luz de estos días fueron los
testimonios de amor conyugal dados por parejas de todas las edades. “Sus
historias – precisó el Pontífice – nos recordaron que el amor del matrimonio es
un don especial de Dios, que debe ser cultivado cada día en la iglesia
domestica que es la familia”. ¡Cuánto necesita el mundo de una revolución de
amor, de ternura! Y esta revolución comienza en el corazón de la familia.
El matrimonio cristiano,
fuente de gracia
“En
la Pro-Catedral de Dublín – afirmó el Sucesor de Cristo – conocí a esposos
comprometidos en la Iglesia y a muchos matrimonios jóvenes, muchos de ellos con
hijos pequeños. Luego he encontrado a algunas familias que se enfrentan
desafíos y dificultades particulares. Gracias a los Frailes Capuchinos, que
están siempre cerca al pueblo y a la familia eclesial en general, experimentan
la solidaridad y el apoyo que son fruto de la caridad.
Fiesta de las Familias y
Santa Misa
Un
punto culminante de mi visita, precisó el Papa Francisco, fue el Festival de
las Familias, el sábado por la noche, en el Estadio de Dublín, seguida el
domingo por la Misa en el Phoenix Park.
“En
la Vigilia escuchamos testimonios muy conmovedores de familias que han sufrido
guerras, familias renovadas por el perdón, familias que el amor ha salvado de
la espiral de la adicción, familias que han aprendido a usar bien los teléfonos
móviles y las tabletas y a priorizar el tiempo que pasan juntos. También se ha
destacado el valor de la comunicación intergeneracional y el papel específico
de los abuelos en el fortalecimiento de los lazos familiares y la transmisión
del tesoro de la fe”.
María proteja
maternalmente a las Familias
En
su segundo día de Visita a Irlanda, el Papa Francisco peregrinó la mañana del
domingo 26 de agosto, al Santuario Mariano de Knock, tan querido por el pueblo
irlandés. “Allí, en la capilla construida en el lugar de una aparición de la
Virgen – subrayó el Pontífice – confié a su protección materna a todas las
familias, especialmente a las de Irlanda. Y aunque mi viaje no incluyó una
visita a Irlanda del Norte, dirigí un cordial saludo a su pueblo y alenté el
proceso de reconciliación, pacificación, amistad y cooperación ecuménica”.
Dolor y amargura por las
diversas formas de abuso
“Mi
visita a Irlanda, además de la gran alegría – agregó el Papa Francisco –
también tuvo que asumir el dolor y la amargura del sufrimiento causado en ese
país por las diversas formas de abuso, incluso por parte de miembros de la
Iglesia, y el hecho de que las autoridades eclesiásticas en el pasado no hemos
sido capaces de afrontar de forma adecuada estos crímenes”. En varias ocasiones
he pedido perdón al Señor por estos pecados, por el escándalo y el sentido de
traición conseguido.
En
este sentido, el Papa Francisco señaló que los Obispos irlandeses han
emprendido un serio camino de purificación y reconciliación con aquellos que
han sufrido abusos, y con la ayuda de las autoridades nacionales han
establecido una serie de normas estrictas para garantizar la seguridad de los
jóvenes.
“En
mi encuentro con los Obispos – señaló el Papa – los animé en sus esfuerzos por
remediar los fracasos del pasado con honestidad y valentía, confiando en las
promesas del Señor y confiando en la profunda fe del pueblo irlandés, para
iniciar una temporada de renovación de la Iglesia en Irlanda. Irlanda tiene fe,
debemos orar para que el Señor envíe nuevas vocaciones. Ave María…
Familias en camino a Roma
2021
Antes
de concluir su catequesis, el Papa Francisco señaló que, el Encuentro Mundial
de las Familias en Dublín fue una experiencia profética y consoladora para
tantas familias comprometidas en el camino evangélico del matrimonio y de la
vida familiar; familias discípulas y misioneras, fermento de bondad, santidad,
justicia y paz.
“El
próximo Encuentro de las Familias, se celebrará en Roma en 2020, prepárense –
alentó el Papa – encomendémonos a la protección de la Sagrada Familia de Jesús,
María y José, para que en sus casas, parroquias y comunidades sean
verdaderamente alegría para el mundo”.
Vatican
Media
Fuente:
Aleteia