Fernando de Haro desvela lo que viven los
cristianos: “La violación se utiliza como instrumento de persecución religiosa”
All Indian Christian Council - cc |
El
Artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice, a la
letra: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia
y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de
creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia,
individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza,
la práctica, el culto y la observancia”.
¿Ustedes
creen que esto se cumple?
El
Informe anual de la Comisión Internacional de Libertad Religiosa de Estados
Unidos (USCIRF, por sus siglas en inglés), muestra que 28 países tienen altos
niveles de represión a la libertad religiosa. 16 son los que alcanzan el Nivel
1, el nivel más severo de represión religiosa: Myanmar, República
Centroafricana, China, Eritrea, Irán, Nigeria, Corea del Norte, Pakistán,
Rusia, Arabia Saudita, Sudán, Siria, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán y
Vietnam.
Otros 12 se encuentran en Nivel 2, con
graves violaciones de este derecho: Afganistán, Azerbaiyán, Bahréin, Cuba,
Egipto, India, Indonesia, Iraq, Kazajstán, Laos, Malasia y Turquía.
Acaba de publicarse el libro: “No
me lamento” de Fernando de Haro en la Editorial Elba en el que
abordar la cuestión de la persecución religiosa en la India. En El
Espejo de la Cadena COPE muestra que el país del yoga y la
aparente tolerancia esconde una persecución despiadada.
Todos
tenemos la sensación de que la India es un lugar turístico, un lugar bellísimo,
el lugar de Madre Teresa. Uno no puede imaginar que allí exista persecución
religiosa. ¿Por qué? ¿Es silenciosa? ¿Está escondida?
Fernando de Haro: Esta muy escondida y
tenemos bastante ignorancia. La India se presenta como un país fascinante, como
una gran potencia de crecimiento económico con 1.300 millones de personas… Es
el país del yoga, el país de la aparente tolerancia. ¡Pues no!
Desde que gobierna el BJP (Bharatiya Janata
Party), un partido hinduista (que es como un partido islamista pero dentro del
hinduismo) la persecución que ya existía antes se ha acrecentado. Hay por
ejemplo 8 estados en los existen leyes anticonversión. Se les hace muy difícil
a los cristianos convertirse y yo para escribir el libro tuve ocasión de hablar
con gente del gobierno que me justificaba que hubiese leyes anticonversión
porque decían que la población de la India tiene que ser necesariamente hindú.
La situación es complicada y esa India de moda, aparentemente tolerante,
esconde una persecución importante.
Recordemos
el caso de los Mártires de Orissa en 2008. 100 muertos, 300 iglesias
vandalizadas, 3.000 casas saqueadas, 56.000 cristianos tuvieron que huir
desamparados. ¿Por qué estos ataques?
Igual que hay yihadismo, que
instrumentaliza el Islam para generar una ideología violenta en nombre del
Islam, hay un hinduismo violento y terrorista. Es exactamente el mismo
fenómeno. El hinduismo violento, que tiene mucha relación con el gobierno que
está en el poder, considera que hay que atacar cristianos porque hay que frenar
a toda costa las conversiones, porque hay que amedrentar a los cristianos.
Hacen una cosa que se llama la reconversión forzada: Les obligan, comiendo
excrementos de vaca, a volver al hinduismo por la fuerza.
Los últimos datos sobre libertad religiosa
muestran el crecimiento a pasos agigantados de la persecución en el Sudeste
Asiático, en la zona de India. ¿El nacionalismo está haciendo estragos?
En la época de la globalización, como
tienen miedo, se agarran a lo que tiene a mano. Hay un nacionalismo religioso
que instrumentaliza la religión hindú y que lo que hace es señalar al
extranjero. No sólo al extranjero, sino también al cristiano. La mayoría de los
cristianos son parias. La cultura brahmática todavía impera en la India. Son la
gente que es despreciada, la que está en la parte más baja de las castas.
Cuando
llegan los misioneros con quienes están son con los más pobres y a ellos se les
transmite el cristianismo…
Y sigue avanzando el cristianismo con los
parias. En Nueva Delhi, en Orissa he hablado con muchos antiguos hindús que
eran parias y se han convertido, de pronto, porque encuentran la dignidad, que
alguien les reconoce derechos, no huye de ellos. Eso significa que el
cristianismo crece y crece. El nacionalismo intenta frenar el avance de una
experiencia real de liberación. El cristianismo es experiencia de liberación en
la India y el nacionalismo quiere frenarlo.
No
queremos que quede en números, queremos hablar de personas. Cuéntanos algún
testimonio que hayas recogido y te haya impactado…
El testimonio de Meena Barwa, que es el que
da título al libro: “No me lamento”. Meena es una mujer a la que habían
violado. Allí la violación se utiliza como instrumento de persecución
religiosa. Sufrió la violación de tres personas y después de haber sufrido
muchas heridas en el corazón, en el alma e incluso deseaba haber muerto…ha
hecho un camino espiritual formidable y me decía: “Yo no me lamento de lo que
me ha pasado porque lo que he sufrido lo he sufrido por Jesucristo”. Es
impresionante escuchar en una mujer joven (ventipocos años) una declaración que
más bien parece que está leyendo las actas de los mártires.
Alvaro
Real
Fuente:
Aleteia