"Acabar con la miseria es imposible, pero
luchar contra ella es deber sagrado"
Cuando el papa Francisco se dirigió a los
jóvenes durante su última visita apostólica a Chile, invitó a los jóvenes a
conectarse con el “Wifi” de la Fe con una contraseña muy especial: “Qué haría
Cristo en mi lugar”. La clave, lo recordó el mismo papa Francisco, responde a
uno de los consejos del emblemático san Alberto Hurtado.
El Padre
Hurtado (1901-1952), reconocido por su acción social y por
haber fundado el Hogar de Cristo, tuvo un
calado inmenso en Chile, al punto que el gobierno instituyó el Día de la
Solidaridad el 8 de agosto, recordando el día de su prematura muerte por un
cáncer de páncreas.
Sin embargo,
el Padre Hurtado no sólo es recordado por su compromiso social. Sus mensajes
inspiraron en vida, y tras ella, a miles de chilenos, se desempeñen donde se
desempeñen. Aquí un compilado con algunas de las frases e ideas más destacadas
de este gran santo latinoamericano.
1) ¿Qué
haría Cristo en mi lugar? Ante cada problema, ante los
grandes de la tierra, ante los problemas políticos de nuestro tiempo, ante los
pobres, ante sus dolores y miserias, ante la defección de colaboradores, ante
la escasez de operarios, ante la insuficiencia de nuestras obras ¿Qué haría
Cristo si estuviera en mi lugar?
2) Lo más
grande que tiene el mundo es la Santa Iglesia, Católica, Apostólica, Romana,
nuestra Madre, como nos gloriamos en llamarla. ¿Qué sería del mundo sin ella?
Porque es nuestra Madre, tenemos también frente a ella una responsabilidad
filial: ella está a cargo de sus hijos, confiada a su responsabilidad, dependiendo
de sus cuidados… Ella será lo que queramos que sea. Planteémonos,
pues, el problema de nuestra responsabilidad frente a la Iglesia.
3) Todo buen
ciudadano deberá estar profundamente interesado en que la Iglesia de su patria
tuviera muchos y santos sacerdotes. Ellos son la más
segura garantía de un progreso valiente y justo en el porvenir. El
sacerdote es el padre, doctor, consejero, consolador, amigo, dispensador de la
gracia. Cristo viviendo permanentemente en el mundo.
4) Un
cristiano verdaderamente consciente de su fe no puede menos que preguntarse
cuál es la situación de sus hermanos, cuáles son sus alegrías y sus dolores
para “gozarse con los que gozan y dolerse con los que lloran”,
como lo hacía Pablo de Tarso.
5) Para
realizar este ideal una sola petición quiero haceros, jóvenes
esposos: es que procuréis juntos trabajar cada día por conocer
más íntimamente vuestra religión, por conocer mejor a Cristo, el gran
desconocido de tantos hogares del siglo XX, que recorráis juntos las páginas
del Evangelio, las meditéis con amor, y estoy seguro que esa lectura no será
ineficaz.
6) Un
cristiano sin una preocupación intensa de amar, es como un agricultor
despreocupado de la tierra, un marinero desinteresado del mar, un músico que no
se cuida de la armonía. ¡Si el cristianismo es la religión
del amor!
7) Muchos van
a la política para brillar, para surgir, para destacarse: motivos pobres. Otros
para defender intereses de un gremio obrero o capitalista, o lo que es más
triste todavía, puramente personales; para disfrutar de una influencia que se
puede hacer pagar, motivo indigno y bochornoso. Otros van a defender los
intereses de su partido, un motivo justo pero insuficiente, porque sobre los
intereses del partido están los intereses nacionales. Otros, Dios quiera que
sean muchos, van a la política para servir al país.
8) Acabar con la miseria es imposible, pero
luchar contra ella es deber sagrado.
9) No
descansen mientras haya un dolor que mitigar… Una cruzada de amor y respeto al
pobre…porque el pobre es Cristo, Cristo desnudo, Cristo con
hambre, Cristo sucio, Cristo enfermo, Cristo abandonado.
10) Es
necesario comenzar por salir del ambiente enfermizo de preocupaciones egoístas. Hay
gente que vive triste y atormentada por recuerdos del pasado, por lo que los demás
piensan de él en el presente, y por lo que podría ocurrirle en el futuro. Que se
olviden pues, de sí y se preocupen de los demás, de hacerles algún bien, de
servirlos y los fantasmas grises irán desapareciendo. La
felicidad no depende de fuera, sino de dentro.
Todas estas frases, y muchas más, se pueden
encontrar en la gran colección de escritos y mensajes del padre Alberto Hurtado
publicadas en: http://www.padrealbertohurtado.cl/
Esteban
Pittaro
Fuente:
Aleteia





