Todos los Evangelios destacan el papel de las mujeres, María de Magdalena y las otras, como primeros testimonios de la resurrección
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| El Papa se dirige a los fieles en la Plaza de San Pedro. Foto: Captura de Youtube |
El
Papa Francisco afirmó que “Jesús resucitado se manifiesta a todos los que lo
invocan y lo aman”. “En Él también nosotros estamos resucitados, pasando de la
muerte a la vida, de la esclavitud del pecado a la libertad del amor”.
El
Santo Padre realizó esta enseñanza durante el rezo del Regina Coeli que
presidió este lunes 22 de abril, Lunes del Ángel, desde el Palacio Apostólico
del Vaticano.
En
su mensaje previo al rezo, el Pontífice recordó que, a lo largo de esta semana,
“se prolonga la alegría pascual de la resurrección de Jesús, cuyo evento
admirable hemos conmemorado ayer”.
“En
la Vigilia Pascual resonaron las palabras pronunciadas por los ángeles junto a
la tumba vacía de Cristo. A las mujeres que se habían acercado al sepulcro al
alba del primer día después del sábado, les dijeron: ‘¿Por qué buscáis de entre
los muertos a aquel que está vivo? No está aquí, ha resucitado’”.
El
Papa continuó su explicación y señaló que “la resurrección de Cristo constituye
el suceso más desconcertante de la historia humana, que atestigua la victoria
del Amor de Dios sobre el pecado y sobre la muerte, y da a nuestra esperanza de
vida un fundamento sólido como la roca. Aquello que humanamente era impensable,
sucedió: ‘Jesús de Nazaret, Dios lo ha resucitado, liberándolo de los dolores
de la muerte’”.
En
concreto, especificó que “en este Lunes del Ángel, la liturgia con el Evangelio
de Mateo nos lleva junto al sepulcro vacío de Jesús. Las mujeres, llenas de
temor y de alegría, salen corriendo para llevar la noticia a los discípulos, y
en aquel momento Jesús se presenta ante ellos. Ellos ‘se le acercaron, le
abrazaron los pies y lo adoraron’. Lo tocaron: no era un fantasma, era Jesús,
vivo, con la carne, era Él”.
“Jesús
arranca de sus corazones el miedo y los anima todavía más a anunciar a los
hermanos aquello que había sucedido: Todos los Evangelios destacan el papel de
las mujeres, María de Magdalena y las otras, como primeros testimonios de la
resurrección”.
Por
el contrario, “los hombres, atemorizados, estaban encerrados en el cenáculo.
Pedro y Juan, advertidos por la Magdalena, realizaron una rápida salida en la
que constataron que la tumba estaba abierta y vacía. Pero son las mujeres las
primeras en encontrar al Resucitado y llevar el anuncio de que Él está vivo”.
“Hoy
resuenan en nosotros las palabras que Jesús dirigió a las mujeres: ‘No temáis;
id y anunciad…’. Después de los ritos del Triduo Pascual, que nos han hecho
revivir el misterio de la muerte y resurrección de nuestro Señor, ahora, con
los ojos de la fe, lo contemplamos resucitado y vivo. También nosotros estamos
llamados a encontrarlo personalmente y a convertirnos en sus anunciadores y
testigos”.
“En
Él también nosotros estamos resucitados, pasando de la muerte a la vida, de la
esclavitud del pecado a la libertad del amor. Por lo tanto, dejémonos alcanzar
por el mensaje consolador de la Pascua, y envolvernos por su gloriosa luz que
disipa las tinieblas del miedo y de la tristeza”.
El
Papa concluyó su enseñanza previa al rezo del Regina Coeli subrayando que
“Jesús resucitado camina junto a nosotros. Él se manifiesta a todos los que lo
invocan y lo aman. Antes de nada, en la oración, pero también en las alegrías
sencillas vividas con fe y agradecimiento. Podemos sentirlo presente también
compartiendo momentos de cordialidad, de acogida, de amistad, de contemplación
de la naturaleza”.
Fuente:
ACI Prensa






