El
entonces arzobispo Jorge Bergoglio trajo esta devoción a Argentina luego de ver
el cuadro en una iglesia en Alemania
La
historia de la devoción a “María Desatanudos” (Maria Knotenlöserin, en alemán)
es una historia de un divorcio que nunca ocurrió, gracias a lo que se cree que
fue la intervención milagrosa de la Santísima Virgen María.
Ese
milagro fue representado en una pintura, que el Papa Francisco, cuando era el
arzobispo Jorge Bergoglio, vio colgando sobre el altar de una iglesia en
Alemania. Impactado por la imagen y la historia detrás de él, dedicó a la
Santísima Madre ese título y llevó su devoción a Argentina.
La
historia se remonta a aproximadamente el año 1700, cuando se le pidió al pintor
alemán Johann Melchior Georg Schmittdner que realizara una pintura para el
altar de la noble familia alemana Langenmantel. Eligió como tema un evento que
le había ocurrido a esa misma familia unos 85 años antes, y que era fundamental
para la historia familiar.
Según
un relato de Richard Lenar de la Universidad de Dayton, en 1612 el noble alemán
Wolfgang Langenmantel y su esposa, Sophie Imoff, estaban al borde del divorcio.
En un intento por salvar su matrimonio, Wolfgang buscó consejo en varias
ocasiones al padre Jacob Rem, un sacerdote jesuita, conocido por su piedad y
sabiduría, y que, según se creía, había experimentado una aparición de la
Virgen María.
El
día de su última reunión juntos, el padre Rem había estado orando en la capilla
de su monasterio ante una imagen de la Virgen María bajo el título de “Nuestra
Señora de los Dolores”.
Cuando
Wolfgang conoció al padre Rem, le entregó el lazo de su boda, que, según la
costumbre, había atado las manos de los novios como símbolo de su unión de por
vida. Mientras oraba con Wolfgang, el sacerdote lanzó la cinta al aire y se
desataron sus nudos.
Lenar
escribe: “Cuando el padre Rem tomo de nuevo la cinta, se había vuelto
intensamente blanca. Gracias a este milagroso suceso, Wolfgang y Sophie
pudieron evitar el divorcio y continuar su matrimonio”.
La
pintura basada en esta historia muestra a la Virgen María desatando los nudos
de la vida matrimonial. Lenar explica el simbolismo en la pintura:
El
aplastamiento de la serpiente ilustra que María es la Inmaculada Concepción, ya
que ella, como la única exenta por gracia especial de toda mancha del pecado
original, es el oponente eterno de la serpiente. La paloma es una referencia a
María como la Novia del Espíritu Santo. Los ángeles asisten a la Santísima
Madre; uno le presenta los nudos de nuestras vidas a ella, mientras que otro
ángel nos presenta la cinta, liberada de nudos, para nosotros. Debajo de María,
el preocupado noble Wolfgang, acompañado por el Arcángel Rafael, camina hacia
un monasterio.
Aunque
la devoción a “María Desatanudos” se remonta a San Ireneo en el siglo II, según
Lenar, solo se hizo popular recientemente, en parte gracias a los esfuerzos del
Papa Francisco. Aquellos que acuden a María para ayudar a desatar sus nudos no
solo vienen por problemas matrimoniales, sino también por cualquier problema
aparentemente insuperable que exija su intercesión.
Zelda
Caldwell
Fuente:
Aleteia