Pequeña capilla de las apariciones, Fátima © L'Osservatore Romano |
“Guíanos
por el camino de la santidad”. Esta es la petición del Papa dirigida a la
Virgen de Fátima.
Ayer,
13 de mayo de 2019 se celebró en la Iglesia la festividad de la Virgen de
Fátima y el Papa Francisco ha transmitido un mensaje especial en su cuenta de
Twitter. El texto completo del mismo reza lo siguiente: “María, Virgen de
#Fátima, estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos y
que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti. Custodia nuestra
vida entre tus brazos, guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad”.
13 de mayo de 1917
En
1917, en plena Guerra Mundial, tres pastorcillos –Jacinta, Francisco y Lucía-
recibieron la visita de María Santísima, quien se dio a conocer como la Virgen
del Rosario y les mostró su Sagrado Corazón. También les pidió que volvieran a
aquel lugar durante otros cinco meses, hasta octubre, todos los días 13 y así lo
hicieron.
Mensaje de oración y
conversión
La
Virgen les confió secretos del Cielo a los niños y pidió a la humanidad que se
convirtiera de sus pecados. Predijo a los pastorcillos guerras y sufrimientos
si los hombres no se arrepentían. También les reveló un secreto, dividido en
tres partes.
No
obstante, el mensaje fundamental de Fátima es de esperanza, de oración. En su
segunda aparición, la Virgen les indicó a los pequeños que Jesús quiere
establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Además, en
todas las apariciones hizo hincapié en la importancia de rezar el Rosario.
En
definitiva, el mensaje perpetuo de Fátima es la oración y la conversión
personal.
El Papa en Fátima
En
el día del centenario de la primera de las apariciones de María, 13 de mayo de
2017, dos de los tres pastorcitos, Santa Jacinta y San Francisco Marto, fueron
canonizados por el Papa Francisco en Fátima.
Con
respecto a ellos, el 14 de mayo de 2017, el Santo Padre destacó
que su santidad “no es la consecuencia de las apariciones, sino de la fidelidad
y del ardor con los cuales han respondido al privilegio de poder ver a la
Virgen María… Rezaban frecuentemente el Rosario, haciendo penitencia y
ofreciendo sacrificios para obtener el fin de la guerra y por las almas
que más necesidad tenían de su misericordia”.
Igualmente,
actualizó el ejemplo de estos dos santos para nosotros, recordando que “En
nuestros días también hay tanta necesidad de oración y de penitencia para
implorar la gracia de la conversión, para implorar el fin de tantas guerras que
hay por todo el mundo, que se extienden cada vez más, lo mismo que el fin de
tantos conflictos absurdos, grandes y familiares, pequeños, que desfiguran el
rostro de la humanidad”.
Larissa I. López
Fuente:
Zenit