Este
domingo, durante el vuelo que lo llevó de Rumanía a Roma, el Papa Francisco
concedió una rueda de prensa en la que abordó el ecumenismo, relató cómo ha
visto a Benedicto XVI y llamó a Europa a retomar el sueño de los padres
fundadores de la Unión Europea
Papa Francisco. Crédito: Andrea Gallarducci (ACI) |
A
continuación el texto completo de la conferencia de prensa:
Alessandro Gisotti (Director de la Sala de
Prensa de la Santa Sede):
Buenas
noches, bienvenido Santo Padre. Vuelo de regreso: el lema de este viaje era
“caminos juntos”, pero también volamos juntos porque pienso que hemos volado
siempre tanto, también el compromiso, el cansancio. En la discurso a la prensa
extranjera hace pocos días concluía diciendo “veo en los viajes apostólicos su
cansancio, el cansancio, la fatiga, el compromiso de los colegas que ha
relatado este viaje, hoy en la jornada de las comunicaciones sociales,
obviamente como saben con el tema “...” . santo Padre, sé que quiere, antes de
las preguntas, ofrecer alguna reflexión sobre esta jornada a nosotros dedicada.
Papa Francisco:
Buenas
noches. Muchas gracias a su compañía y como dijo Gisotti, hoy esta jornada
llama a ustedes, llama nuestro pensamiento a ustedes. Ustedes trabajan en las
comunicaciones, son operadores como dijo Alessandro, pero antes de todo ustedes
son, deberían ser, testimonios de la comunicación. Hoy la comunicación va en
retroceso, en general, va adelante el contacto, hacer los contactos y no llegar
a comunicar. Y ustedes por vocación son testimonios en el comunicar. Es verdad,
deben de hacer los contactos, pero no detenerse ahí. Los aliento a ir adelante
en este testimonio de comunicar. Este tiempo tiene menos necesidad de contactos
y más de comunicación. Gracias, felicidades por su jornada y adelante con las
preguntas.
Diana Dumitrascu (TVR):
Santo
Padre, le agradezco su visita a Rumanía. Santidad, usted sabe que millones de
nuestros connacionales han emigrado en los últimos años. ¿Cuál sería su mensaje
para una familia que deja a sus propios hijos ir a trabajar al extranjero con
el objetivo de asegurar un futuro mejor?
Papa Francisco:
Esto
me hace pensar en el amor de la familia, porque partirse en dos y tres no es
una cosa bella. Siempre está la nostalgia por el reencuentro, pero partirse
porque no falte nada a la familia es un acto de amor. En la Misa de ayer hemos
escuchado la última petición de aquella señora que trabajaba en el extranjero
para ayudar a la familia. Siempre un desplazamiento así es doloroso. ¿Por qué
se van? No para hacer turismo, por necesidad. Tantas veces no es porque en el
país no encuentren...tantas veces son resultado de una política mundial que
incide en esto. Sé que en la historia de tu país después de la caída del
comunismo, y después tantas, tantas empresas extranjeras han cerrado para abrir
en el extranjero y ganar más. Cerrar hoy una empresa es dejar a la gente en la
calle y esta es una injusticia mundial, general, de falta de solidaridad. Es un
sufrimiento.
¿Cómo
luchar? Buscando abrir fuentes de trabajo. No es fácil, no es fácil en la
situación mundial de las finanzas y de la economía. Pero piensen que tienen un
nivel de natalidad impresionante, aquí no se ve el invierno demográfico que se
ve en Europa. Es una injusticia no poder tener fuentes de trabajo para tantos
jóvenes. Por eso deseo que se resuelva esta situación que no depende solo de
Rumanía, sino del orden mundial financiero, de esta sociedad del consumismo,
del tener más, del ganar más, y tanta gente queda sola. Esta es mi respuesta,
un apelo a la solidaridad mundial en este momento que Rumanía tiene la
presidencia (rotaria de la Unión Europea Ndr).
Cristian Micaci (Radio
María Rumanía de idioma húngaro) :
Santo
Padre, como dijo el director antes, se ha hablado tanto de caminar juntos.
Ahora a su partida que nos aconseja a nosotros en Rumanía, cuáles deberían ser
las relaciones entre las confesiones, en particular entre la Iglesia Católica y
Ortodoxa, entre la minoría católica y la mayoría ortodoxa, la relación entre
las varias etnias, la relación entre el mundo político y sociedad civil?.
Papa Francisco:
Una
relación en general yo diría. La relación de la mano extendida cuando hay
conflictos. Hoy un país en desarrollo con alto nivel de natalidad como ustedes,
no puede darse el lujo de tener enemigos dentro.
Se
debe hacer un proceso de acercamiento, siempre. Diversas etnias, diversas
confesiones religiosas, sobre todo las dos cristianas. Esto es lo primero:
siempre la mano extendida, la escucha del otro. Con los ortodoxos, ustedes
tienen un gran patriarca, un hombre de gran corazón y un gran estudioso. Conoce
la mística de los padres del desierto, la mística espiritual, estudió en
Alemania, y también un hombre de oración. Es fácil acercarse a Daniel, es
fácil, porque lo siento hermano, y hemos hablado como hermanos, y no diré más
porque ustedes el lunes dirán... Caminemos juntos teniendo siempre esta idea:
el ecumenismo no es llegar al final del partido, de la discusión. El ecumenismo
se hace caminando juntos, rezando juntos; el ecumenismo de la oración.
Tenemos
el ecumenismo de la sangre. Cuando asesinaban a los cristianos no preguntaban:
¿Tú eres ortodoxo?, ¿tú eres católico?, ¿tú eres luterano?, ¿tú eres anglicano?
No, tú eres cristiano. La sangre se mezclaba.
Un
ecumenismo del testimonio, de la oración, de la sangre, el ecumenismo del pobre
que es trabajar juntos. Eso: debemos trabajar para ayudar a los enfermos, a los
marginados, ayudar. Mateo 25 es un bello programa ecuménico. Caminar juntos es
ya una unidad de los cristianos, pero no esperen que los teólogos se pongan de
acuerdo para llegar a la Eucaristía. La Eucaristía se hace todos los días con la
oración, con la memoria de la sangre de nuestros mártires, con las obras de
caridad y deseándose el bien.
En
una ciudad de Europa hay una relación entre el arzobispo católico y el
arzobispo luterano. El arzobispo católico debía estar en el Vaticano el domingo
en la noche, me ha llamado que llegaría el lunes en la mañana. Cuando ha
llegado me dijo: “Discúlpame, ayer el arzobispo luterano ha debido irse a una
reunión de ellos y me ha pedido ‘ven por favor a mi catedral y haz tú el
culto’”. Existe la fraternidad, llegar a esto es tanto, ¿no? Y la hizo el
católico. No hizo la Eucaristía, pero sí la predicación.
Cuando
yo en Buenos Aires he sido invitado por la Iglesia escocesa a hacer prédicas,
iba y hacía la prédica. Se puede caminar juntos. Unidad, fraternidad, mano
extendida, mirarse bien, hablar mal de los demás. Defectos tenemos todos, si
caminamos juntos, todos los defectos los dejamos de lado.
Xavier de Normand (medios
franceses):
Santidad,
mi pregunta tiene que ver con la primera. El primer día de este viaje usted fue
a la catedral ortodoxa para este momento bello pero también un poco duro de la
oración del Padrenuestro. Un poco duro porque católicos y ortodoxos estaban
juntos, pero no han rezado juntos. Usted ha hablado del ecumenismo de la
oración. Mi pregunta es: Santidad, ¿qué ha pensado usted cuando ha permanecido
en silencio durante la oración del Padrenuestro en rumano?, y ¿cuáles son los
próximos pasos concretos en este caminar juntos?
Papa Francisco:
Hago
una confidencia. No he permanecido en silencio, he rezado el Padrenuestro en
italiano y he visto durante la prédica del Padrenuestro, la mayoría de la gente
sea en rumano, sea en latín, rezaba. La gente va más allá de nosotros las
cabezas. Nosotros los jefes debemos hacer los equilibrios diplomáticos para
asegurar que caminamos juntos, hay hábitos, reglas diplomáticas que es bueno
mantener para que las cosas no se arruinen. Pero cada pueblo reza junto,
también nosotros cuando estamos solos rezamos juntos. Este es un testimonio, y
tengo una experiencia de oración con tantos pastores, luteranos, evangélicos,
también ortodoxos. Los patriarcas están abiertos, también nosotros los
católicos tenemos gente cerrada que no quiere, que dice que los ortodoxos son
sismáticos. Son cosas viejas. Los ortodoxos son cristianos. Hay grupos
católicos un poco integristas. Debemos tolerarlos, rezar por ellos, porque el
Señor con el Espíritu Santo ablande. Pero yo he rezado los dos, no he mirado a
Daniel pero creo que él también lo mismo.
Manuela Tulli (Ansa):
Hemos
estado en Rumanía, país que se mostró europeísta. En estas elecciones algunos
líderes como nuestro vicepremier Matteo Salvino han hecho campaña política
mostrando símbolos religiosos. ¿Qué impresión le ha dado esto?, y si es cierto
que usted no quiere encontrar a nuestro vicepremier…
Papa Francisco:
Comienzo
con la segunda (pregunta). Yo no he escuchado que nadie del gobierno, excepto
el premier, haya pedido audiencia, nadie. Porque para una audiencia se debe
hablar a la Secretaría de Estado. El premier Conte la ha pedido, fue dada como
indica el protocolo. Fue una bella audiencia con el premier, de una hora o más
quizás, un hombre inteligente, un profesor que sabe de qué cosa habla.
Segundo:
del vicepremier no he recibido nada, y de los demás ministros tampoco. Sí, al
presidente de la República lo he recibido.
Sobre
las imágenes: he confesado tantas veces que de los periódicos leo dos: el
diario del partido, que es L’Osservatore Romano. Sería bello que ustedes lo
leyesen porque encontrarían interpretaciones muy interesantes, y cosas que digo
también están ahí. El periódico del partido y después Il Messaggero que me
gusta porque tiene los títulos grandes y lo hojeo así, algunas veces me detengo
ahí; y no he entrado en estas noticias de las propagandas, cómo ha hecho un
partido la propaganda electoral, de verdad.
Hay
un tercer elemento. En esto me confieso ignorante: yo no comprendo la política
italiana y de verdad debo estudiarla, entonces, decir una opinión sobre el
comportamiento de una campaña electoral, de uno de los partidos, sin una
información así, sería muy imprudente de mi parte. Yo rezo por todos, porque
Italia vaya adelante, para que los italianos se unan y sean leales en el
compromiso, también yo soy italiano porque soy hijo de un inmigrante italiano, de
sangre soy italiano. Mis hermanos tienen todos la ciudadanía, yo no he querido
tenerla porque en el tiempo que la han concedido yo era obispo y he dicho que
el obispo debe ser de la patria.
Hay
en la política de tantos países la enfermedad de la corrupción. Por todos
lados. No digan mañana que el Papa ha dicho que la política italiana es
corrupta. No. Yo he dicho que una de las enfermedades de la política, por todas
partes, es caer en la corrupción. Por favor, no me hagan decir lo que no he
dicho. Una vez me han dicho cómo son los pactos políticos. Figúrate una reunión
de nueve empresarios, a la mesa; discuten para ponerse de acuerdo sobre el
desarrollo de su empresa, al final después de horas, horas, café, café, café,
se ponen de acuerdo, han tomado la palabra, hacen el asunto, agradecen, “de
acuerdo, de acuerdo”; mientras lo hacen imprimir, toman un whisky para
festejar, y después, comienzan a girar los papeles para firmar el acuerdo. En
el momento que giran los papeles, bajo la mesa, le hago otro bajo la mesa. Esto
es corrupción política. Que se hace un poco por todas partes. Debemos ayudar a
los políticos a ser honestos, a no hacer campaña con banderas deshonestas, la
calumnia, la difamación, los escándalos; y tantas veces sembrar odio y miedo.
Esto
es terrible, un político nunca debe sembrar odio y miedo, solo esperanza.
Justa, exigente, pero esperanza, porque debe conducir al país ahí, y no darle
miedo.
Eva Fernández (COPE):
Santo
Padre, ayer en el encuentro con los jóvenes y las familias ha insistido de
nuevo en la importancia de la relación entre los abuelos y los jóvenes a fin
que los jóvenes tengan raíces para ir hacia adelante y los abuelos puedan
soñar. Usted no tiene una familia cercana, pero ha dicho que Benedicto XVI es
como tener un abuelo en casa. ¿Aún lo ve así?
Papa Francisco:
Y
más. Cada vez que voy donde él a visitarlo lo siento así, le tomo la mano y le
hago hablar. Habla poco, habla despacio, pero con la misma profundidad de
siempre, porque el problema de Benedicto son las rodillas, no la cabeza. Tiene
una gran lucidez. Y sintiéndolo hablar me vuelvo fuerte, siento el zumo de las
raíces que me vienen y me ayudar a seguir adelante. Siento esta tradición de la
Iglesia que no es una cosa de museo la tradición. La tradición es la raíz que
te dan el zumo para crecer, y tú no serás como la raíz, no; tú florecerás, el
árbol crecerá y dará los frutos, y las semillas serán las raíces para los
demás. La tradición de la Iglesia está siempre en movimiento.
En
una entrevista que ha hecho Andrea Monda en L’Osservatore Romano – ustedes leen
L’Osservatore, ¿no? – hace unos días, había una situación que me ha gustado
tanto, del músico Gustav Mahler, y hablando de la tradición él decía: la
tradición es la garantía del futuro y no la custodia de las cenizas. No es un
museo. La tradición no custodia las cenizas. La nostalgia de los integristas:
regresar a las cenizas. No, las tradiciones son raíces que garantizan que el
árbol crezca, florezca y dé fruto; y repito esa pieza del poeta argentino
(Francisco Luis Bernárdez, Ndr) que me gusta tanto: todo lo que el árbol tiene
de florido, vive de lo sepultado.
Estoy
contento porque en Iasi hice referencia a esa abuela que ha tenido un gesto de
complicidad y que con los ojos, en aquel momento he estado tan emocionado que
no he reaccionado, y después el papamóvil ha seguido adelante y habría podido
decir a esta abuela que venga para hacer ver este gesto, y he dicho al Señor
Jesús: es una pena, pero Tú eres capaz de resolver, y nuestro bravo Francisco
cuando ha visto la comunicación que he tenido con aquella mujer con los ojos,
ha tomado la fotografía y hecho pública. La he visto esta tarde en Vatican
Insider. Estas son las raíces. Y esto crecerá, no será como yo, pero yo doy lo
mío. Es importante este encuentro.
Después
están los verbos, cuando los abuelos sienten de tener nietos que llevarán
adelante la historia, comienzan a soñar; y los abuelos cuando no sueñan se
deprimen. Existe el futuro y los jóvenes animados comienzan a profetizar.
Lucas Wiegelmann (Herder
Correspondenz):
Santo
Padre en estos días ha hablado tanto de la fraternidad y de la gente y del
caminar juntos, como hemos ya escuchado, pero vemos que en Europa crece el
número de los que no desean la fraternidad, sino el egoísmo y el aislamiento, y
prefieren caminar solos. ¿Por qué es así?, y ¿qué debe hacer Europa para
cambiarlo?
Papa Francisco:
Discúlpame
si me cito, pero lo hago sin vanidad, por utilidad. Hablé de este problema en
los dos discursos en Estrasburgo: en el discurso que he dado cuando recibí el
Premio Carlo Magno y después en el discurso que di a todos los jefes de Estado
y de gobierno en la Capilla Sixtina en el aniversario de los pactos, en la
fundación de la Unión Europea.
En
estos discursos he dicho todo lo que pienso, y también hay un quinto discurso
que no lo he dado yo, sino el alcalde Bugermeister de Aachen. Este es una joya,
una joya suya de los alemanes.
Europa
debe coloquiar, no debe decir “pero somos unidos, ahora dile a Bruselas
arréglense ustedes.
Todos
somos responsables de la Unión Europea y esta circulación de la presidencia no
es un gesteo de cortesía como bailar el minueto: te toca a ti, te toca a ti.
No, es un símbolo de la responsabilidad que cada uno de los países tiene sobre
Europa. Si Europa no mira bien los retos futuros, Europa se desvanecerá, será
desvanecida. Me permití decir en Estrasburgo que siento que Europa está dejando
de ser la madre Europa; se está convirtiendo la “abuela Europa”. Se ha
envejecido, ha perdido la ilusión de trabajar juntos. Quizás a escondidas
alguno se puede hacer la pregunta: ¿no será este el fin de una aventura de 60
años?
Retomar
la mística de los padres fundadores. Retomar esto. Europa tiene necesidad de sí
misma, de ser ella misma, de la identidad propia, de la propia unidad; y
superar con esto, con tantas cosas que la buena política ofrece, las divisiones
y las fronteras. Estamos viendo las fronteras en Europa. Esto no hace bien, al
menos las fronteras culturas, no hacen bien. Es verdad que el país tiene su
propia cultura y debe cuidarla, pero con la mística del poliedro. Hay una globalización
donde se respeta la cultura de todos, pero todos unidos.
Por
favor, que Europa no se deje vencer por el pesimismo o las ideologías,
porque Europa es atacada no con cañones o bombas en este momento, sí con
ideologías, ideologías que no son europeas, que vienen de afuera, o crecen en
los grupitos de Europa, que no son grandes. Piensen en la Europa dividida y
beligerante del 14 y del 32, 33, hasta el 39, que ha estallado la guerra. No
regresemos a esto por favor. Aprendamos de la historia, no caigamos en el mismo
hueco. La otra vez les he dicho que se dice que el único animal que cae dos
veces en el mismo hueco es el hombre. El asno nunca lo hace. Pero lee el
discurso de Bugermeister, una joya.
Gisotti:
Gracias
Santo Padre, gracias por esta disponibilidad al término de tres días así
ocupados, también para estos cinco viajes, uno después del otro en esta primera
parte del año, ricos de momentos.
Papa Francisco:
Ahora
dos cosas, por motivos del clima debí ir ayer en auto dos horas y cuarenta. Fue
una gracia de Dios, he visto un paisaje bellísimo como nunca había visto. He
cruzado toda Transilvania.
Hoy
para ir a Blaj, lo mismo. Una cosa bella. El paisaje de este país, agradezco
también la lluvia que me ha hecho viajar así y no en helicóptero. Tener más
contacto con la realidad.
La
segunda cosa: sé que algunos de ustedes son creyentes, otros no tanto, pero
diré a los creyentes: recen por Europa, recen por Europa, el Señor nos dé la
gracia. A los no creyentes deseen la buena voluntad, el deseo de corazón para
que Europa regrese a ser el sueño de los padres fundadores.
Fuente:
ACI Prensa