Observatorio
de Bioética – Universidad Católica de Valencia
Cuidados paliativos © Facebook/Humanizar |
El
Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia considera que
“la muerte de Vincent Lambert tras retirarle la hidratación y la alimentación
es un acto objetivamente eutanásico, ya que, aunque padecía graves lesiones
cerebrales, no estaba en coma ni en fase terminal”.
El
enfermero francés, en estado vegetativo desde 2008, falleció tras permanecer
nueve días sin hidratación y nutrición, como consecuencia de la decisión que
tomó la justicia francesa tras considerar que mantenerle con vida podría
considerarse obstinación terapéutica.
Lambert
sufrió un accidente de tráfico y desde entonces se encontraba en estado
vegetativo. Tras una dura batalla legal con sus padres, que deseaban seguir
apostando por su vida, el hospital de Reims le retiró la alimentación e hidratación y
lo sedaron.
Se
hizo en contra de la voluntad de sus padres y de dos hermanos, que habían
agotado las vías judiciales para impedir que se retiraran los cuidados que lo
mantenían con vida. Sin embargo, su mujer llevaba seis años pidiendo la muerte
de su marido, ya que aseguraba que ese hubiera sido su deseo, aunque no lo dejó
expresado en un testamento vital.
“Retirar
el soporte vital, como pueden ser la hidratación o la alimentación, solo sería
éticamente válido, en caso de riesgo inminente de muerte y existencia de
sufrimientos intensos bien contrastados. Sin embargo, en este caso concreto no
nos parece que existiera ese riesgo, dado que Lambert llevaba en el mismo
estado desde 2008 y no parecía que su salud hubiera empeorado significativamente
en las últimas semanas”, apuntan desde el Observatorio de la UCV.
La
mejor solución ética a los problemas de salud graves del final de la vida “son
los cuidados paliativos y no la eutanasia”, añade el Observatorio: “Las
soluciones ante el final de la vida pasan por tratar la muerte como una etapa
natural en la que se ayude a los enfermos, respetando su dignidad como persona,
de forma que ante situaciones dramáticas y terminales se reduzca el dolor del
paciente y no al paciente. En este sentido, la única respuesta ética posible
son los cuidados paliativos”.
“Queremos
destacar también que la muerte de cualquier ser humano siempre es digna, pues
la dignidad es intrínseca a la naturaleza humana. El objetivo no es conseguir
una muerte digna sino una muerte sin dolor”, aducen.
La necesidad de una
inversión pública en cuidados paliativos
Por
el contrario, según el Observatorio de la UCV, “lo que el Estado si debería
atender y legislar es para una mayoría de ciudadanos enfermos y sus familiares
que están reclamando a voces unos cuidados paliativos de calidad. Aquí sí que
existe un deber del Estado de universalizar el derecho y el acceso a estos
cuidados, invirtiendo económicamente tanto como sea necesario para hacerlos
realidad”.
Estos
esfuerzos solo se pueden alcanzar “a través del compromiso de los gobernantes y
la colaboración de sociedades compasivas y solidarias con los más vulnerables,
que pongan en marcha equipos multidisciplinares de profesionales médicos,
enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, asistentes espirituales”.
“Actualmente,
en todos los casos de sufrimiento causado por dolores físicos y/o mentales, la
medicina paliativa ya ha demostrado su eficacia para neutralizarlos o al menos
disminuirlos. Y la sedación paliativa, cuando está indicada medicamente, puede
controlar los síntomas refractarios intratables que mucha vez constituyen la
causa de sufrimientos intensos”.
Existen
otras respuestas “a la fragilidad y al sufrimiento humano al final de la vida o
ante una enfermedad incurable”, según el Observatorio de la UCV, que son “más
acordes con lo que la dignidad de los enfermos y sus familias merecen, con
nuestra propia auto-representación como sociedad progresista y comprometida con
sus miembros más débiles. Todas ellas empiezan por una necesaria inversión
pública en cuidados paliativos”.
Confusión generada
Bruno
Cazin, sacerdote y médico, vicario general de la diócesis de Lille, considera
que se ha generado mucha confusión en torno a Vincent Lambert. “Se ha dicho que
estaba al final de su vida, algo que es falso. Estaba en una situación de
desventaja extrema: su conciencia era mínima pero no para interrumpir sus
tratamientos, solo justificables como parte de un final de la vida o en una
situación de obstinación irrazonable, debido a un sufrimiento insoportable.
Ninguna de estas condiciones se cumplió para Lambert”.
Declaraciones del
Dicasterio para laicos, familia y vida
El
cardenal Kevin Farrell en representación del Dicasterio para los Laicos, la
Familia y la Vida y la Pontificia Academia para la Vida, firmó y emitió
un comunicado sobre el caso.
En
él, ambas instituciones declararon compartir plenamente las manifestaciones realizadas del arzobispo de
Reims, Monseñor Éric de Moulins-Beaufort y de su obispo auxiliar Monseñor Bruno
Feillet ante el caso de Vincent Lambert.
Igualmente,
reiteraron que la interrupción de la alimentación y de la hidratación supone
una “gran violación de la dignidad de la persona” y subrayaron que el estado
vegetativo, aunque grave, “no compromete de ninguna forma la dignidad de las personas
que se encuentran en esta condición, ni sus derechos fundamentales a la vida y
a los cuidados, entendidos como una continuidad de la asistencia humana
básica”.
Además,
destacaron que la interrupción de los consabidos cuidados básicos constituye “una
forma de abandono del enfermo fundada en un juicio despiadado sobre su calidad
de vida, expresión de una cultura del descarte que selecciona las personas más
frágiles e indefensas sin reconocer su unicidad y su inmenso valor” y añaden
que “la continuidad de la asistencia es un deber ineludible”.
Por
último, manifestaron su deseo de que se encontraran “soluciones eficaces” que
salvaguardaran la vida de Vincent Lambert y aseguraron la oración del Santo
Padre y de toda la Iglesia para que así ocurriera.
Desde
el Observatorio de Bioética compartimos la valoración que el cardenal Kevin
Farrell hizo pública en torno a este caso.
El Papa Francisco se
pronuncia
El Papa Francisco ha lamentado la muerte
del enfermero francés, afirmando en su cuenta de Twitter: “Que Dios Padre acoja
en sus brazos a Vincent Lambert”. “No construyamos una civilización que elimina
a las personas cuya vida consideramos que ya no es digna de ser vivida: toda
vida humana tiene valor, siempre”, ha exhortado el Pontífice.
Observatorio de Bioética
Instituto Ciencias de la
Vida
Universidad Católica de
Valencia
Fuente: Zenit