28.8.19

EL PAPA Y EL GRAN IMÁN PONEN LAS BASES PARA QUE NUNCA MÁS PASE UN 11-S

10 Claves para rechazar el terrorismo y su relación con la causa de la religión

Una comisión trabajará para aplicar las pautas del Documento de la Fraternidad Humana para la paz mundial y la convivencia, firmado en Abu Dhabi el pasado 4 de febrero.

“Aunque desafortunadamente a menudo es noticia el mal, el odio, la división, hay un océano escondido de bien que crece y nos hace esperar en el diálogo, en el conocimiento mutuo, en la posibilidad de construir, junto con los creyentes de otras religiones y todos los hombres y mujeres de buena voluntad, un mundo de fraternidad y de paz”, ha manifestado el papa Francisco este lunes 26 de agosto de 2019.

El Pontífice ha hecho estas declaraciones a través del director de la oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, con motivo de la reciente creación de la Comisión superior para alcanzar los objetivos manifestados en el Documento sobre la Fraternidad Humana por la paz mundial y la convivencia común, que fue firmado el pasado mes de febrero en los Emiratos Árabes Unidos, junto al Gran Imán de Al-Azhar.

El Papa animó “el trabajo de la Comisión para la difusión del Documento” y agradeció a los Emiratos Árabes Unidos por “el compromiso concreto en favor de la fraternidad humana y desea que iniciativas semejantes puedan multiplicarse en el mundo”.

Para el presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, Monseñor Miguel Ángel Ayuso Guixot, este comité, que hoy ha recibido el aliento del Santo Padre, “es un ejemplo concreto de cómo los líderes religiosos pueden tender puentes, fortalecer el diálogo, venciendo así la tentación de encerrarse en sí mismos y alimentar el choque de civilizaciones”.

En el prefacio del documento firmado en febrero por el Papa Francisco y Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb se reafirma que Dios “ha creado el universo, las criaturas y todos los seres humanos —iguales por su misericordia”. Por tanto,  “por la fe en Dios”, el creyente “está llamado a expresar esta fraternidad humana, protegiendo la creación y todo el universo y ayudando a todas las personas, especialmente las más necesitadas y pobres”.

El Papa y el Gran Imán contra el terrorismo: 10 puntos claves del documento Documento de la Fraternidad Humana para la paz mundial. 

1. Ver en el otro a un hermano y no un enemigo 

El documento “pensado con sinceridad y seriedad” aborda el desafío de resolver las diferencias y subraya lo que une a la humanidad. “La fe lleva al creyente a ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar”. Además es “una guía para las nuevas generaciones hacia una cultura de respeto recíproco, en la comprensión de la inmensa gracia divina que hace hermanos a todos los seres humanos”. 

2. Dios ha prohibido matar

“En el nombre de la inocente alma humana que Dios ha prohibido matar, afirmando que quien mata a una persona es como si hubiese matado a toda la humanidad y quien salva a una es como si hubiese salvado a la humanidad entera”.

3. Las religiones no incitan a la guerra y el odio

Declara que “las religiones no incitan nunca a la guerra y no instan a sentimientos de odio, hostilidad, extremismo, ni invitan a la violencia o al derramamiento de sangre”. Por esto, el Papa y el Imán piden que cese la “instrumentalización de las religiones para incitar al odio, a la violencia, al extremismo o al fanatismo ciego y que se deje de usar el nombre de Dios para justificar actos de homicidio, exilio, terrorismo y opresión”. 

4. No al financiamiento del terrorismo

El documento es claro, rechaza el terrorismo y su relación con la causa de la religión. Al contrario, constituye una amenaza a la seguridad de las personas, “propagando el pánico, el terror y el pesimismo”. Sostiene que los terroristas utilizan la religión con “interpretaciones equivocadas de los textos religiosos”. Por eso, se exhorta “interrumpir el apoyo a los movimientos terroristas a través del suministro de dinero, armas, planes o justificaciones”. El terrorismo y sus “crímenes internacionales” debe ser considerados como una amenaza a la seguridad y la paz mundiales. “Tal terrorismo debe ser condenado en todas sus formas y manifestaciones”. 

5. Trabajar juntos contra las discriminaciones

“El concepto de ciudadanía se basa en la igualdad de derechos y deberes bajo cuya protección todos disfrutan de la justicia. Por esta razón, es necesario comprometernos para establecer en nuestra sociedad el concepto de plena ciudadanía y renunciar al uso discriminatorio de la palabra minorías, que trae consigo las semillas de sentirse aislado e inferior; prepara el terreno para la hostilidad y la discordia y quita los logros y los derechos religiosos y civiles de algunos ciudadanos al discriminarlos”.

6. Relación entre Occidente y Oriente es una necesidad

La relación entre Occidente y Oriente es una necesidad - enseña el documento - , que “no puede ser sustituida ni descuidada, de modo que ambos puedan enriquecerse mutuamente a través del intercambio y el diálogo de las culturas. El Occidente podría encontrar en la civilización del Oriente los remedios para algunas de sus enfermedades espirituales y religiosas causadas por la dominación del materialismo. Y el Oriente podría encontrar en la civilización del Occidente tantos elementos que pueden ayudarlo a salvarse de la debilidad, la división, el conflicto y el declive científico, técnico y cultural. Es importante prestar atención a las diferencias religiosas, culturales e históricas que son un componente esencial en la formación de la personalidad, la cultura y la civilización oriental; y es importante consolidar los derechos humanos generales y comunes, para ayudar a garantizar una vida digna para todos los hombres en Oriente y en Occidente, evitando el uso de políticas de doble medida”.

7. Paz para la humanidad

La declaración explica la “fuerte convicción de que las enseñanzas verdaderas de las religiones invitan a permanecer anclados en los valores de la paz; a sostener los valores del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común; a restablecer la sabiduría, la justicia y la caridad y a despertar el sentido de la religiosidad entre los jóvenes, para defender a las nuevas generaciones del dominio del pensamiento materialista, del peligro de las políticas de la codicia de la ganancia insaciable y de la indiferencia, basadas en la ley de la fuerza y no en la fuerza de la ley”.

8. Derechos de las mujeres

La dignidad e igualdad de las mujeres, niños y ancianos es otro aspecto importante, sobre todo en las instituciones musulmanas. De ahí que el documento insista en reconocer “el derecho de las mujeres a la educación, al trabajo y al ejercicio de sus derechos políticos. Además, se debe trabajar para liberarla de presiones históricas y sociales contrarias a los principios de la propia fe y dignidad”. Igualmente, se plantea “la protección de los derechos fundamentales de los niños a crecer en un entorno familiar, a la alimentación, a la educación y al cuidado es un deber de la familia y de la sociedad. También indica, que es importante “la protección de los derechos de los ancianos, de los débiles, los discapacitados y los oprimidos es una necesidad religiosa y social que debe garantizarse y protegerse a través de legislaciones rigurosas y la aplicación de las convenciones internacionales al respecto”.

9. La libertad y la diversidad de religión

En el texto sobre la fraternidad humana también se insiste en la libertad, que es un “derecho de toda persona: todos disfrutan de la libertad de credo, de pensamiento, de expresión y de acción. El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos”. Subraya, asimismo, que “esta Sabiduría Divina es la fuente de la que proviene el derecho a la libertad de credo y a la libertad de ser diferente. Por esto se condena el hecho de que se obligue a la gente a adherir a una religión o cultura determinada, como también de que se imponga un estilo de civilización que los demás no aceptan”.

10. Repudiar el extremismo ciego

Al-Azhar y la Iglesia Católica desean que: “esta Declaración sea una invitación a la reconciliación y a la fraternidad entre todos los creyentes, incluso entre creyentes y no creyentes, y entre todas las personas de buena voluntad; sea un llamamiento a toda conciencia viva que repudia la violencia aberrante y el extremismo ciego; llamamiento a quien ama los valores de la tolerancia y la fraternidad, promovidos y alentados por las religiones; sea un testimonio de la grandeza de la fe en Dios que une los corazones divididos y eleva el espíritu humano; sea un símbolo del abrazo entre Oriente y Occidente, entre el Norte y el Sur y entre todos los que creen que Dios nos ha creado para conocernos, para cooperar entre nosotros y para vivir como hermanos que se aman”.

Ary Waldir Ramos Díaz

Fuente: Aleteia

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