¡Qué
no, qué no, el Vaticano no considera cambiar el celibato!
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| ANDREAS SOLARO | AFP |
El papa Francisco advirtió
sobre el riesgo de dos sínodos: uno en el aula y otro fuera. Los titulares de
algunos grandes medios indican erróneamente que el Vaticano, ante la escasez de
sacerdotes en Amazonia, considera ordenar a hombres casados. En cambio, se
trata de una propuesta que viene directamente de las comunidades de los pueblos
originarios en la Amazonía.
Desde el
primer día (en la segunda congregación general) se ha discutido sobre la
cuestión de los viri probati, descrita en
el documento, así como también de otros temas respecto a la ecología integral.
El Papa y los 283 participantes – 185 padres sinodales y otras 98
personas, en su mayoría expertos en la Amazonia, incluidos 16 representantes de
pueblos indígena- en el Sínodo no están armando un complot
para abolir el celibato en la Iglesia Universal, como se
insinúa en ese sínodo externo, imaginario y paralelo.
El Papa
afirmó que el Sínodo tiene varias dimensiones: cultural, social y
ecológica. Pero, destacó que la dimensión pastoral es la que “abarca
todo”.
1. Documento de trabajo
‘mártir’
En este
sentido, Francisco en la apertura de este lunes de los trabajos del Sínodo
sobre la Amazonia ha asegurando a los participantes que el Instrumento
laboris es un documento “mártir” destinado a ser destruido y que hace
parte de una reflexión franca y abierta sobre el cuidado pastoral de los
pueblos de la Amazonia.
Un Sínodo es
un camino de escucha, guiado por la mano el Espíritu Santo, como planteó el
Papa: “Se hicieron consultas, se discutieron en las conferencias episcopales,
en el Consejo Presinodal, se elaboró el Instrumentum
laboris, que como saben es un texto mártir destinado a ser destruido,
porque de ahí es como punto de partida para lo que el Espíritu va a hacer en
nosotros. Y ahora caminar nosotros bajo la guía del Espíritu Santo”.
En efecto, en
la presentación del evento a la prensa internacional, el cardenal Lorenzo
Baldisseri, secretario general del Sínodo, había explicado que el Instrumento laboris no es un documento
pontificio, ni magisterial.
El Sínodo es un órgano consultivo y el documento de trabajo, que ha causado
tantas polémicas dentro y fuera de la Iglesia, resume las propuestas de cerca
de 80.000 voces provenientes de los pueblos originarios y de una parte de la
iglesia panamazónica.
Cierto, es
que no se pueden callar las voces que gritan al cisma, la apostasía silenciosa
o la herejía y amplificadas en los medios porque hacen parte de la otra cara de
la medalla. Sin embargo, el Cardenal Lorenzo Baldisseri, bien explicó en conferencia de prensa el 3 de
octubre que el
Instrumentum laboris es el resultado de dos años de trabajo independientemente
de la críticas y resultado de las asambleas en las que “los obispos
responsables directos de la evangelización escuchan al pueblo” y el documento “es
la síntesis”.
2. Ecología integral
Se debatirá
sobre los “viri probatis” porque desde esa región del mundo se expone al Papa y
a los obispos, la necesidad de ordenar a indígenas católicos en zonas remotas
de la Amazonía donde pueden pasar años o meses antes de que un sacerdote pueda
dar los sacramentos a la comunidad.
No obstante,
este no es el único tema y la decisión final debería pasar por un largo
proceso, donde la voz final la tiene el Papa. Para muestra de la variedad de
temas importantes, en la segunda congregación general se reflexionó sobre de
ecología integral, el protagonismo de los jóvenes, la protección de las aguas
subterráneas, los combustibles fósiles y la cuestión climática, los ritos
indígenas y, por último, se hizo mención de los viri probatis.
3. Viri probatis
Según, informó el Vaticano, algunas intervenciones de ayer se centraron
en la cuestión de los llamados viri
probati, descritos por el Documento de Trabajo Sinodal como una de las
propuestas para asegurar frecuentemente los Sacramentos, donde la escasez de
sacerdotes es particularmente marcada.
Se trata de
una necesidad legítima -se dijo en el Aula del Sínodo, pero que no puede
condicionar un replanteamiento sustancial de la naturaleza del sacerdocio y de
su relación con el celibato, prevista por la Iglesia de rito latino.
Más bien, se
sugirió que la pastoral vocacional se lleve a cabo entre los jóvenes indígenas,
para favorecer la evangelización incluso en las zonas más remotas de la
Amazonía, de modo que no se creen “católicos de primera clase” que puedan
acercarse fácilmente a la Eucaristía y “católicos de segunda clase” que están
destinados a permanecer sin el Pan de Vida durante dos años seguidos.
4. Religiosas que bautizan
porque no hay sacerdotes
“Nosotras ahí
estamos presentes, en cada uno de estos lugares. ¿Qué hacemos? Pues, lo que
puede hacer también una mujer: acompañamos a los indígenas en los diferentes
eventos; cuando el sacerdote no puede hacer presencia y se necesita que haya un
bautismo, pues nosotras bautizamos”, ha declarado la religiosa Alba Teresa
Cediel Castillo, hermana de las Misioneras de María Inmaculada y de santa
Catalina de Siena, durante el encuentro con la prensa el 7 de octubre, tras la
primera reunión del Sínodo por la Amazonía.
Faltan
sacerdotes. No es una opinión. La religiosa agregó: “Si hay la posibilidad de
que alguien se quiere casar, pues nosotras también hacemos presencia y somos
testigos de ese amor de esa pareja. Y muchas veces nos ha tocado escuchar en
confesión, no hemos dado la absolución, pero en el fondo de nuestro corazón,
nosotros hemos dicho -con la humildad de que este hombre, o de que esta mujer
se acerque a nosotras por situaciones de enfermedad y ya próxima la muerte-,
nosotros creemos que Dios Padre también actúa ahí”. Las palabras de la
religiosa describen las dificultades vividas en las aldeas amazónicas.
5. El voto de las mujeres
en el Sínodo
El voto de
las mujeres en un Sínodo para obispos es otro tema presente en ese sínodo
paralelo, simbólico en los medios. Lo cierto es que el Papa ha querido una
mayor presencia de mujeres. El cardenal Baldisseri informó que el número total
de mujeres que participan en el trabajo sinodal es de 35: 2 son invitadas
especiales, 4 expertas (de las cuales 2 son religiosas) y 29 auditoras (de las
que 18 son religiosas).
A pesar de
ello, en el Sínodo, las mujeres no tienen voto. Pero, algunas de ellas pueden
exponer sus puntos de vista sobre las cuestiones vitales al orden de los
trabajos. Entre los diversos participantes en el Sínodo, hay 17 representantes
de diferentes pueblos originarios y grupos étnicos indígenas, entre los cuales
hay 9 mujeres. Francisco en el anterior Sínodo de la Juventud concedió el
voto a los religiosos (varones) no sacerdotes, eso fue una novedad.
La religiosa
Alba Teresa Cediel Castillo dijo a la prensa en Roma que “piano, piano” (poco a
poco), la Iglesia se acerca cada día más a abrir espacios a un papel más activo
de la mujer en la toma de decisiones. “¿Que la participación de la mujer tiene
que ser mucho más grande en la vida eclesial? Yo creo que sí, pero poco a
poco. Vamos a llegar allá, pero no podemos presionar ni pelear sino
dialogar”. Por otro lado, María Luisa Berzosa de la compañía de Jesús, presente
en el Sínodo, en declaraciones a Alfa y Omega, afirmó que este asunto no ofrece
“dudas canónicas ni teológicas”. Se trata, sostiene la religiosa española,
de “una evolución natural”.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia






