La
cuestión concreta que se planteó fue que los misioneros católicos en la
Amazonía ponen el acento en lo social, mientras que los pastores evangélicos
hablan del Evangelio
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| Mons. Pertíñez, Mons. Guimarâes y el Cardenal Aguiar. Foto: Daniel Ibáñez ACI Prensa |
Entre
los diferentes debates de los círculos menores en el Sínodo de los Obispos
sobre la Amazonía, que se está desarrollando en Roma hasta el 27 de octubre, se
está hablando de por qué los protestantes crecen en la Amazonía y los católicos
están estancados o incluso reduciendo su número.
En
el briefing informativo organizado este viernes 11 de octubre en la Oficina de
Prensa del Vaticano para hacer un resumen de los trabajos del Sínodo, se
planteó la cuestión del fuerte crecimiento de las Iglesias y comunidades
evangélicas entre los pobladores de la Amazonía a costa de los fieles de la
Iglesia Católica.
La
cuestión concreta que se planteó fue que los misioneros católicos en la
Amazonía ponen el acento en lo social, mientras que los pastores evangélicos
hablan del Evangelio.
El
Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de México, explicó que en el círculo
menor del Sínodo en el que está trabajando, un delegado fraterno (miembro de
una Iglesia protestante) dijo que los obispos “tienen que tener muy en cuenta
que la gente quiere la Palabra de Dios antes que todo”.
El
Cardenal Aguiar afirmó que “yo creo que el Papa Francisco ya nos ha dado un
testimonio muy fuerte en la Evangelii gaudium, en la Laudato si’ y en sus
distintos comunicados de que debemos comunicar prioritariamente la Palabra de
Dios para que la gente entre en una interiorización de su relación con Dios y
una experiencia fuerte de vida, y entonces sí ya comprometerse a lo demás”.
Por
su parte, Mons. Pedro Brito Guimarâes, Arzobispo de Palmas (Brasil), subrayó
que la migración de una Iglesia a otra es un fenómeno religioso complejo que no
se puede explicar con una única razón.
“Hay
muchas razones juntas. Nosotros le llamamos a eso 'tránsito religioso'. Hay
algunos estudios que muestran que algunas personas migraron de Iglesia no una
sola vez, sino seis veces. Es un fenómeno muy complejo que exige más tiempo
para analizarse”, explicó.
Insistió
en que la migración de una religión a otra “es un hecho, pero no hay un único
criterio, un único motivo. Existen muchas razones que hacen que las personas
muden de una Iglesia a otra”.
Además,
señaló que “internamente, dentro del mundo evangélico, esa migración existe con
mucha con frecuencia. Basta que una persona no esté de acuerdo con la opinión
del pastor para fundar otra Iglesia. Hay más Iglesias de lo que se puede
imaginar”.
En
su opinión, se trata de un fenómeno que refleja la vulnerabilidad de las
personas, que hace que “se alejen de su Iglesia”. Para entenderlo, hay que
comprender que las poblaciones de la Amazonía tienen unas necesidades
materiales que no siempre pueden cubrirse. Tienen deficiencias en el acceso a
la sanidad, a la educación, etcétera y “esas Iglesias (evangélicas) prometen:
prometen buena economía, matrimonio, felicidad”.
Asimismo,
Mons. Joaquín Pertíñez Fernández, Obispo de Río Branco (Brasil), habló de las
dificultades de la Iglesia Católica para llegar a los lugares más remotos del
Amazonas debido “a la escasez de sacerdotes en toda la Amazonía”. “No tenemos ni
condiciones personales ni económicas para estar presentes en esos lugares”.
Explicó
que en el Instrumentum laboris del presente Sínodo se “habla de vacíos
existenciales o religiosos que nosotros, como católicos no ocupamos, y vienen
otros y los ocupan. Porque nuestro pueblo es muy religioso, tradicionalmente, y
cualquiera que llega diciendo que es palabra de Dios, nuestro pueblo va
detrás”.
También
él se refirió a las promesas de cubrir las necesidades básicas “sobre todo de
salud”, con que los pastores protestantes logran convencer a fieles católicos
para que se cambien de Iglesia. En ese sentido, se refirió a un problema de
formación: “falta conocimiento, falta cultura”.
En
muchos lugares de la Amazonía “no hay acceso a la salud para todos”, y si
alguien “necesita curarse de un dolor de cabeza o un dolor de estómago,
entonces el pastor promete y a través de esas promesas, con ese proselitismo,
consiguen que muchos se adhieren. Y una vez que se han marchado es muy difícil
regresar”.
“Hay
muchas personas que, si no lo consiguen en una Iglesia, van a otra, y a otra
hasta que encuentran a alguien que solucione su problema, que es más físico que
espiritual. No siempre podemos solucionar los problemas básicos de salud,
educación y de todo que nuestro pueblo tiene. Entonces vienen otros prometiendo
cosas básicas y el pueblo les cree y se va con ellos”, concluyó.
Fuente:
ACI Prensa






