Ese diálogo con el Señor, explicó el Pontífice, debe ser “sin dobles intenciones. Soy así, y así hablo con el Señor, como soy. Con mi verdad”
![]() |
| El Papa durante la Misa en Casa Santa Marta. Foto: Vatican Media |
El
Papa Francisco afirmó que “el Señor siempre quiere el diálogo con
transparencia, sin esconder las cosas”. Así lo explicó durante la Misa
celebrada este Tercer Domingo de Cuaresma 15 de marzo en Casa Santa Marta.
Ese
diálogo con el Señor, explicó el Pontífice, debe ser “sin dobles intenciones.
Soy así, y así hablo con el Señor, como soy. Con mi verdad”.
Como
ejemplo, expuso el episodio evangélico del encuentro entre Jesús y la mujer
samaritana, “una pecadora”. Se trata de “un diálogo histórico, no es una
parábola, esto sucedió”.
En
ese diálogo, Jesús, por primera vez en el Evangelio, “declara su identidad”. La
declara “a una pecadora que tuvo la valentía de decirle la verdad: ‘Estos que
he tenido no eran mis maridos’. Y luego, con el mismo argumento, acudió a
anunciar a Jesús. ‘Venid, tal vez sea el Mesías porque me ha dicho todo lo que
he hecho’”.
“No
va con argumentos teológicos. No quería, quizás, en el diálogo con Jesús
discutir que si ‘este monte o aquel otro’”, porque los samaritanos no adoraban
a Dios en el monte de Jerusalén, sino que tenían su propio monte donde adorar
al Señor.
En
definitiva, la samaritana “va con su verdad. Y su verdad es aquello que la
santifica, que la justifica, es lo que el Señor usa, su verdad, para anunciar
el Evangelio. No se puede ser discípulo de Jesús sin la propia verdad, aquello
que somos”.
“No
se puede ser discípulo de Jesús solo con las argumentaciones, ‘si este monte si
aquel otro’. Esta mujer tuvo la valentía de dialogar con Jesús, porque estos
dos pueblos no dialogaban entre ellos. Tuvo la valentía de interesarse por la
propuesta de Jesús, de aquella agua”, el agua viva de la que habla Jesús.
La
samaritana “tuvo la valentía de confesar sus debilidades, sus pecados. Incluso,
la valentía de usar su propia historia como garantía de que aquel era un
profeta. ‘Me ha dicho todo lo que he hecho’”.
El
Papa insistió en que “desde mi verdad, con la fuerza del Espíritu Santo,
encuentro la verdad, que el Señor es el Salvador, quien vino para salvarme y
salvarte. Este diálogo así de transparente entre Jesús y la mujer, termina con
aquella confesión de la realidad mesiánica de Jesús y la conversión de aquel pueblo”.
Por
último, el Santo Padre finalizó su homilía pidiendo “que el Señor nos de la
gracia de rezar siempre con la verdad. De dirigirse al Señor con mí verdad, no
con la verdad de los demás. No con la verdad destilada en argumentaciones. ‘Es
verdad. He tenido siete maridos’. Esa es mi verdad”.
Fuente:
ACI Prensa






