Cuando la plaga devastó Europa, las víctimas frecuentemente recurrían a San
José y su intercesión milagrosa
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| Philippe Lissac | GoDong |
Las plagas
tienen una larga historia en Europa, y cuando los cristianos estaban en medio
de tal crisis, frecuentemente recurrían a San José.
Además de pedir
su poderosa intercesión, muchos cristianos harían consagraciones personales a
San José, ofreciéndole toda su vida con la esperanza de que ellos y sus
familias se salvaran de la plaga.
En el
libro Las Glorias de la Iglesia Católica, el autor explica: “Cuán
exitoso es san José para curar a sus fieles, asegurándolos incluso frente al
más grande de los males, la peste, podemos deducirlo de su defensa de la ciudad
de Avenson de ser completamente destruida por ella unos diez años después, a
causa de un voto solemne hecho a él de celebrar para siempre su fiesta”.
Además de la
ciudad de Avenson, la ciudad de Lyon también fue lugar de una recuperación
milagrosa.
El Sr. Augery,
un abogado en el parlamento de Dauphine, que estaba en Lyon, y advirtió, el 15
de julio de 1638, que Theodore Augery, su hijo, de siete años de edad, había
sido atrapado por la plaga … hizo un voto a Dios, que si San José, por su
intercesión, procurara la recuperación de su hijo y preservara a su familia de
la plaga, durante nueve días escucharía la Misa en su iglesia en su honor … el
joven enfermo, visitado por los médicos de la plaga, quien lo daban por muerto,
fue sacado de la casa y llevado a St. Laurence, la casa de los apestados, por
temor a infectar a otros. Aquí se encontró perfectamente bien, y nadie en su
familia, nueve en total, resultó contagiado.
Este no fue un
incidente aislado, ya que San José intercedió repetidamente por las víctimas de
la peste y Dios curó sus enfermedades.
Tevenet, un
buen anciano de St. Laurence Dauger, un pueblo cerca de Lyon, infectado con la
peste, le preguntó al vicario del lugar si no había medios para su
recuperación, y éste le respondió que no había más que recurrir a san José,
haciendo un voto cada año para celebrar su fiesta… El piadoso anciano
inmediatamente hizo el voto, y al mismo tiempo se vio liberado de la plaga.
Si bien siempre
se debe buscar atención médica adecuada, además de seguir las instrucciones
dadas por las autoridades gubernamentales, los cristianos a lo largo de los
siglos destacan la necesidad de incluir la oración en la respuesta a una plaga.
Dios siempre
responderá a un corazón contrito y si está en su voluntad, tiene el poder de
curar y proteger a las personas de enfermedades. A este respecto, se ha
demostrado que San José es un poderoso intercesor, que lleva a las almas
cristianas más cerca de Dios y le pide al Señor que tenga misericordia de los
enfermos y los que sufren.
Sobre todo, San
José nos enseña a confiar en Dios en todas las circunstancias y poner nuestras
vidas en sus manos.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia






