En
Pentecostés los cristianos recuerdan la visita del Espíritu Santo a los
discípulos, luego que Jesús ascendiera al cielo
El
hecho llenó de aliento a los apóstoles, quienes salieron a las calles de
Jerusalén y comenzaron a predicar el Evangelio tal como lo relata Hechos
2:41 "los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se
les unieron unas tres mil almas".
A
continuación se presentan algunos puntos para comprender quién es el Espíritu
Santo.
1. El Espíritu Santo es
una persona
El
Espíritu Santo no es una "cosa" o un "qué", el Espíritu
Santo es un "Él" y un "quién". Él es la tercera persona de
la Santísima Trinidad, y aunque pueda parecer más misterioso que el Padre y el
Hijo, es tan persona como ellos.
2. El Espíritu Santo es
Dios
Que
el Espíritu Santo sea la "tercera persona de la Trinidad" no
significa que sea inferior que el Padre o el Hijo. Las tres personas, incluyendo
el Espíritu Santo, son totalmente Dios y “tienen una sola divinidad, gloria
igual y coeterna majestad”, como dice el Credo de Atanasio.
3. El Espíritu Santo
siempre ha existido
Aunque
aprendemos la mayoría de cosas sobre Dios-Espíritu Santo (así como de
Dios-Hijo) en el Nuevo Testamento, Éste siempre ha existido. Dios existe
eternamente en tres personas. Así que, cuando lea acerca de Dios en el Antiguo
Testamento, recuerde que se trata de las tres personas de la Trinidad, entre
ellos el Espíritu Santo.
4. Así se recibe el
Espíritu Santo
El
Espíritu Santo puede estar activo en el mundo de formas misteriosas y que no
siempre se comprenden. Sin embargo, una persona recibe el Espíritu Santo de una
manera especial por primera vez en el Bautismo y luego es fortalecido en sus
dones en la Confirmación.
5. Los cristianos son
templos del Espíritu Santo
Los
cristianos tienen al Espíritu Santo que habita en ellos de una manera especial,
y por lo tanto, existen graves consecuencias morales, como explica San Pablo:
“Huyan
de las relaciones sexuales prohibidas. Cualquier otro pecado que alguien cometa
queda fuera de su cuerpo, pero el que tiene esas relaciones sexuales peca
contra su propio cuerpo ¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo
que han recibido de Dios y que está en ustedes? Ya no se pertenecen a sí
mismos. Ustedes han sido comprados a un precio muy alto; procuren, pues, que
sus cuerpos sirvan a la gloria de Dios”. (1 Cor 6:18-20)
Traducido
y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en ChurchPop.
Fuente:
ACI Prensa






