Mensaje
del Consejo para el Diálogo Interreligioso
![]() |
El Card. Ayuso junto al jeque Maktum y El Papa, Emiratos Árabes, 2019 © Vatican Media |
Con
motivo del mes de Ramadán, que comenzó este año el 23 de abril, y para la
fiesta de ‘Id al-Fitr 1441 H. / 2020 D.C.’, el Pontificio Consejo para el
Diálogo Interreligioso ha enviado un mensaje de buenos deseos a los musulmanes
de todo el mundo.
El
documento, titulado “Cristianos y musulmanes: Juntos para proteger los lugares
de culto”, fue difundido el 1 de mayo de 2020 por la Oficina de Prensa de la
Santa Sede.
Situación de pandemia
Ese
mismo día, se ofreció una nota adicional al Mensaje del Pontificio Consejo para
el Diálogo Interreligioso en la que se aclara que, efectivamente, el mensaje de
este año, “preparado con anterioridad a la propagación de la pandemia COVID-19,
reflexiona sobre el tema del respeto y la protección de los lugares de culto”.
Por
lo tanto, el presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso,
añadió su deseo de que “los cristianos y los musulmanes, unidos en un espíritu
de fraternidad, se muestren solidarios con la humanidad tan duramente golpeada,
y dirijan sus oraciones a Dios Todopoderoso y Misericordioso, para que extienda
su protección a todos los seres humanos, a fin de que se superen estos tiempos
tan difíciles”.
A
continuación, sigue el texto del mensaje, firmado por el presidente del
Pontificio Consejo, el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, y por el secretario
del mismo Mons. Indunil Kodithuwakku Janakaratne Kankanamalage.
Mensaje del Pontificio
Consejo para el Diálogo Interreligioso
Queridos
hermanos y hermanas musulmanes:
El
mes de Ramadán es central en vuestra religión y por lo tanto muy querido por
vosotros a nivel personal, familiar y social. Es un tiempo de curación y
crecimiento espiritual, de compartir con los pobres, de fortalecer los lazos
con los parientes y amigos.
Para
nosotros, vuestros amigos cristianos, es un momento propicio para fortalecer
aún más nuestras relaciones con vosotros, saludándoos, conociéndoos en esta
ocasión y, cuando sea posible, compartiendo un iftar con vosotros. El Ramadán y
‘Jd al-Fitr son, por lo tanto, ocasiones especiales para fomentar la
fraternidad entre cristianos y musulmanes. Con este espíritu, el Pontificio
Consejo para el Diálogo Interreligioso os brinda sus mejores deseos de oración
y sus sinceras felicitaciones.
Los
pensamientos que queremos compartir con vosotros este año siguiendo nuestra
apreciada tradición atañen a la protección de los lugares de culto.
Como
todos sabemos, los lugares de culto ocupan un lugar importante en el
Cristianismo y el Islam, al igual que en otras religiones. Tanto para los cristianos
como para los musulmanes, las iglesias y mezquitas son espacios reservados para
la oración, tanto personal como comunitaria. Están construidas y decoradas para
favorecer el silencio, la reflexión y la meditación. Son espacios donde se
puede entrar en profundidad dentro de uno mismo, favoreciendo así la
experiencia de Dios en el silencio. Un lugar de culto de cualquier religión es,
pues, “una casa de oración” (Isaías, 56, 7).
Los
lugares de culto son también espacios de hospitalidad espiritual, donde también
se encuentran creyentes de otras religiones que asisten a algunas ceremonias
especiales como bodas, funerales, fiestas de la comunidad, etc. Mientras
participan en los acontecimientos en silencio y con el debido respeto a las
observancias religiosas de los creyentes de esa religión en particular, también
saborean la hospitalidad que se les brinda. Esta práctica es un testimonio
privilegiado de lo que une a los creyentes, sin disminuir ni negar lo que los
distingue.
A
este respecto, vale la pena recordar lo que dijo el Papa Francisco cuando
visitó la mezquita Heydar Aliyev, en Bakú (Azerbaiyán) el domingo 2 de octubre
de 2016: “Es un gran signo reunirnos en amistad fraterna en este lugar de
oración, un signo que manifiesta esa armonía que las religiones juntas pueden
construir a partir de las relaciones personales y de la buena voluntad de los
responsables”.
En
el contexto de los recientes atentados contra iglesias, mezquitas y sinagogas
por parte de personas malvadas que parecen percibir los lugares de culto como
un blanco privilegiado de su ciega e insensata violencia cabe señalar lo que
afirma el “Documento sobre la Fraternidad humana por la paz mundial y la
convivencia”, firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Dr.
Ahmad Al-Tayyeb, en Abu Dhabi, el 4 de febrero de 2019: “La protección de
lugares de culto —templos, iglesias y mezquitas— es un deber garantizado por
las religiones, los valores humanos, las leyes y las convenciones
internacionales. Cualquier intento de atacar los lugares de culto o amenazarlos
con atentados, explosiones o demoliciones es una desviación de las enseñanzas
de las religiones, como también una clara violación del derecho internacional”.
Al
mismo tiempo que apreciamos los esfuerzos realizados por la comunidad
internacional a diferentes niveles para la protección de los lugares de culto
en todo el mundo, esperamos que nuestra estima, respeto y cooperación mutuos
ayuden a fortalecer los lazos de amistad sincera y permitan a nuestras
comunidades salvaguardar los lugares de culto para asegurar a las generaciones
venideras la libertad fundamental de profesar las propias creencias.
Con
renovada estima y saludos fraternales, en nombre del Pontificio Consejo para el
Diálogo Interreligioso, os transmitimos deseos amistosos de un mes fructífero
de Ramadán y un alegre ‘Id al-Fitr.
Desde
el Vaticano, 17 de abril de 2020
Miguel
Ángel Cardenal Ayuso Guixot, MCCJ
Presidente
Presidente
Rev.
Mons. Indunil Kodithuwakku Janakaratne Kankanamalage
Secretario
Secretario
Larissa
I. López
Fuente:
Zenit