El
deseo de Dios: Nuestra salvación
Este
viernes 26 de junio, de la duodécima semana del tiempo ordinario, la fraterna
Ana Martínez, se fija en el poder salvador de Jesús, que quiere sanarnos de
todas nuestras dolencias, dolores y angustias. Él, que no dudó en acercarse a
los leprosos, espera que le mostremos nuestras heridas y que le digamos:
¡Señor, si quieres, sáname!
+
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 8, 1-4
Cuando
Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud. Entonces un leproso fue
a postrarse ante Él y le dijo: “Señor, si quieres, puedes purificarme”. Jesús
extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Lo quiero, queda purificado”. Y al
instante quedó purificado de su lepra.
Jesús
le dijo: “No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega
la ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio”.
Vatican
News






